¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias. Prepárense con alegría para la llegada de Jesús.

diciembre 23, 2009

Mensaje del dia 2 de Diciembre de 2009

Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, Yo como Madre, deseo mostraros lo que es más importante: vuestra alma. ¿Puede nacer en ella Mi Hijo? ¿El amor, os ha purificado de la mentira, de la soberbia, del odio y de la maldad? ¿Amas tu alma, sobre todas las cosas, a Dios como Padre y al prójimo en Cristo? Yo os muestro el camino que elevará vuestra alma a la unión plena con Mi Hijo. Deseo que Mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría para mí, la Madre! ¡Os lo agradezco!

Inmaculada Madre Mía, me alegro contigo al verte enriquecida con tanta pureza por parte de Dios y quiero dar gracias al Creador por haberte preservado de toda mancha de pecado, como lo creo firmemente. Y estoy siempre dispuesto a defender la gran verdad de que has sido concebida sin mancha de pecado original.

Quisiera que todo el mundo te admirara y te alabara, como la Aurora que anuncia la llegada del Sol, que es Jesucristo; como el Arca de la Nueva Alianza, que se salvó del naufragio de la mancha del pecado original, como la Paloma sin mancha y blanquísima, como el Huerto cerrado al cual no han logrado llegar los enemigos del alma, como la Fuente Sellada que no ha sido contaminada, como el blanco lirio que floreció entre las espinas, pues en medio de tantas gentes manchadas con el pecado, tu naciste y te conservaste siempre blanca, pura y completamente amiga del Divino Creador.

Permíteme que te alabe con las palabras pronunciadas por el mismo Dios: «Toda hermosa eres tú, y en ti no hay mancha alguna». Oh amabilísima e Inmaculada María: tu que eres tan bella ante los ojos de Dios, no dejes de mirar con compasión a las asquerosas llagas de mi pobre alma. Mírame con compasión y ayúdame a curarme de las llagas de mis pecados. Tú que eres un imán que atrae los corazones, atráeme también a mí hacia tu corazón maternal. Tú que desde el primer momento de la vida apareciste tan completamente pura y tan agradable a Dios, ruega por mi que no sólo nací con la mancha del pecado original sino que durante toda mi vida he venido manchando mi alma con tantas culpas y pecados. Dios que te eligió como Hija predilecta del Padre, y Madre Santísima del Hijo y Sagrario del Espíritu Santo, y por eso te libró de toda mancha de pecado y te demostró más amor que a toda otra creatura, ¿qué favor o gracia que pidas para nosotros te podrá negar? Virgen Inmaculada: ¡tienes que ayudarme a salvarme!

Por eso te digo con San Felipe Neri: haz que yo siempre me acuerde de Ti, y Tú nunca te olvides de mi. Me parece que faltaran mil años todavía para poder contemplar tu hermoso rostro maternal en el cielo, para empezar a amarte y alabarte en el Paraíso como a la más buena de las madres, mi madrecita, mi Reina, mi gran benefactora, la más bella, la más amable, la más pura, la siempre Inmaculada Virgen María. Amén.

Madre, dame Tu mano y no me sueltes,
Déjame apoyarme en Ti al andar,
Enséñame el camino que sólo me conduzca
A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

Pídele a El que perdone mis falencias,
Mi falta de paciencia, también de piedad,
Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso
De las injusticias que me hacen a menudo llorar.

Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre,
Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad,
Regálame la paz que de Tus ojos mana
Y muéstrame las huellas del amor y la humildad.


Hijitos, que sus corazones sean

puros y acogedores, para que el

amor y el calor comiencen a fluir a

través de ustedes, en cada corazón

que está lejos de Su amor. Hijitos,

sean mis manos extendidas, manos

de amor para todos aquellos que se

han perdido, que no tienen más fe

ni esperanza. ¡Gracias por haber

respondido a mi llamado!

Mensaje dado el 25 de Noviembre de 2009


23 de diciembre de 1996


Mis hijitos amados:
El Niño Dios está al alcance de todos.
Recibidlo con alegría y sin dobleces.
Bendecid al Padre del Cielo.
Glorificad a Dios Niño presente en la Sagrada Comunión.
¡Benditos sean todos!
Amén. Amén. Amén.

Mensaje dado por la Santisima Virgen María
Salta – Argentina

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las fiestas de Navidad, te rogamos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Muy pronto llegará el Señor, que domina los pueblos, y será llamado Enmanuel, porque tendremos a «Dios con nosotros».

Que nos encuentre unidos en la oracion, Oremos todos los dias.

La Virgen se da del todo a lo que Dios le pide. En un momento sus planes personales –los tendría– quedan en un rincón para hacer lo que Dios le propone. No puso excusas. Desde el primer momento, Jesús es el ideal único y grandioso para el que vive.

Nuestra Señora manifestó una generosidad sin límites a lo largo de toda su existencia aquí en la tierra. De los pocos pasajes del Evangelio que se refieren a su vida, dos de ellos nos hablan directamente de su atención a los demás: fue generosa con su tiempo para atender a su prima Santa Isabel hasta que nació Juan2; estuvo preocupada por el bienestar de los demás, como nos muestra su intervención en las bodas de Caná Jn 2, 1. Fueron actitudes habituales en Ella. Mucho tendrían que decirnos sus paisanos de Nazaret de los incontables detalles de María con ellos en la convivencia diaria.

La Virgen no piensa en sí misma, sino en los demás. Trabaja en las faenas de la casa con la mayor sencillez y con mucha alegría; también con gran recogimiento interior, porque sabe que el Señor está en Ella. Todo queda santificado en la casa de Isabel por la presencia de la Virgen y del Niño que va en su seno.

En María comprobamos que la generosidad es la virtud de las almas grandes, que saben encontrar la mejor retribución en el haber dado: habéis recibido gratis, dad gratis. La persona generosa sabe dar cariño, comprensión, ayudas materiales…, y no exige que la quieran, la comprendan, la ayuden. Da, y se olvida de que ha dado. Ahí está toda su riqueza.

Ha comprendido que es mejor dar que recibir ,Hech 20, 35.  Descubre que amar “es esencialmente entregarse a los demás. Lejos de ser una inclinación instintiva, el amor es una decisión consciente de la voluntad de ir hacia los otros. Para poder amar de verdad conviene desprenderse de todas las cosas y, sobre todo, de uno mismo, dar gratuitamente… Esta desposesión de uno mismo  es fuente de equilibrio. Es el secreto de la felicidad».

El dar ensancha el corazón y lo hace más joven, con más capacidad de amar. El egoísmo empobrece, hace el propio horizonte más pequeño. Cuanto más damos, más nos enriquecemos.

A la Virgen le suplicamos hoy que nos enseñe a ser generosos, en primer lugar con Dios, y luego con los demás, con quienes conviven o trabajan junto a nosotros, con quienes nos encontramos en las diversas circunstancias de la vida. Que sepamos darnos en el servicio a los demás, en la vida ordinaria de cada día.



“Yo he venido especialmente para la conversión de los pecadores».

diciembre 19, 2009

«Si quieres servirme, se sencilla, que tus palabras concuerden con tus actos»

La Virgen le dijo que estaba muy preocupada porque la gente descuidaban a su Hijo en la oración y en el Santísimo Sacramento.

María Madre de la Misericordia

En Febrero del 1876, Estelle Faguette, una joven de 32 años, sirvienta doméstica, estaba muy enferma en cama, en un pequeño pueblo de Francia llamado Pellevoisin (diócesis de Bourges). Cuando la enfermedad comenzó, Estelle le preguntó a  Dios por que la había permitido ya que ella era el único sostén de sus padres y de una sobrina huérfana. Sin embargo, con el avance de la enfermedad, ella se entregó a la voluntad de Dios, ofreciéndolo todo en expiación por sus pecados.

Curación milagrosa
Estelle le escribió a la Virgen pidiéndole que obtenga de su Hijo su curación. La noche del 14 de Febrero de 1876, se le apareció un demonio al pie de la cama. Enseguida después Estelle vio a la Virgen María al otro lado de la cama. La Virgen expulsó al demonio. Nuestra Señora entonces miró a Estelle y le dijo: «No temas, tu sabes que eres mi hija«. Estelle recordó que ella había sido consagrada como hija de María a los 14 años. La Virgen le dijo: «coraje y paciencia. Mi Hijo va a cuidarte especialmente. Vas a sufrir cinco días en honor a las cinco llagas de mi Hijo. Para el sábado vas a estar viva o muerta. Si mi hijo te permite vivir quiero que proclames mi gloria.» Estelle le preguntó como lo haría pues ella no es nada especial.

La próxima noche, la Virgen se apareció a Estelle para informarle que iba a vivir. Pero Nuestra Señora amonestó a Estelle por sus pecados del pasado. Aunque Estelle no había vivido una vida mundana, ella se arrepintió profundamente de sus pecados. Las siguientes noches, la Virgen continuó aparenciéndose a Estelle junto a su cama. Le dijo: «Yo soy toda misericordiosa«. Tras la quinta aparición, el 19 de febrero, Estelle quedó sanada. Le preguntó a la Virgen si debería cambiar su estado de vida. La Virgen respondió: Uno se puede salvar en todos los estados. Donde estás puedes hacer mucho bien y puedes propagar mi gloria.

Conversión de los pecadores
En julio a diciembre del mismo año, la Virgen visitó a Estelle diez veces mas (un total de 15 veces). María Inmaculada le dijo en julio: “Yo he venido especialmente para la conversión de los pecadores«. "Que oren y que tengan confianza en mi",


María es Madre de Misericordia porque Jesucristo, su Hijo, es enviado por el Padre como revelación de la Misericordia de Dios (cf. Jn 3, 16-18). El ha venido no para condenar sino para perdonar, para derramar misericordia (cf. Mt 9, 13). Y la misericordia más grande radica en su estar en medio de nosotros y en la llamada que nos ha dirigido para encontrarlo y proclamarlo, junto con Pedro, como «el Hijo de Dios vivo» (Mt 16, 16). Ningún pecado del hombre puede cancelar la Misericordia de Dios, ni impedirle poner en acto toda su fuerza victoriosa, con tal de que la invoquemos. Más aún, el mismo pecado hace resplandecer con mayor fuerza el amor del Padre que, para rescatar al esclavo, ha sacrificado a su Hijo: Su misericordia para nosotros es redención. Esta misericordia alcanza la plenitud con el don del Espíritu Santo, que genera y exige la vida nueva. Por numerosos y grandes que sean los obstáculos opuestos por la fragilidad y el pecado del hombre, el Espíritu, que renueva la faz de la tierra (cf. Sal 104 [103], 30), posibilita el milagro del cumplimiento perfecto del bien. Esta renovación, que capacita para hacer lo que es bueno, noble, bello, grato a Dios y conforme a su voluntad, es en cierto sentido el colofón del don de la misericordia, que libera de la esclavitud del mal y da la fuerza para no pecar más. Mediante el don de la vida nueva, Jesús nos hace partícipes de su amor y nos conduce al Padre en el Espíritu.

LA BONDAD DE SU CORAZON
Cuando Jesús recorría toda Galilea predicando y echando a los demonios se le acercó un leproso y le pidió de rodillas: Si quieres, puedes limpiarme. Compadecido Jesús, extendió la mano y lo tocó diciendo. Quiero, queda limpio. Y al punto sanó de la lepra y quedó limpio (Mc 1.40,43).
Todas las riquezas, absolutamente todas, se encuentran en el Corazón de
Cristo. Su Corazón es fuente de todas las gracias. Por eso quien se acerca a este Divino Corazón se beneficia de esas gracias que están para el bien de todos nosotros.
El Corazón de Jesús tiene poder y deseo de curar toda clase de llagas. Llagas
en los cuerpos y llagas en las almas. Su Corazón es tal, que arde en deseos de sanar
todos los males que nos aquejan en nuestras vidas y, sobre todo, esos males que están dentro de nuestros corazones.
Imploremos sin descanso y con fe a la bondad de su Corazón y digámosle
como aquel leproso: ¡Si quieres Señor ..! ¡Si Tú quieres… puedes ayudarme!.
Porque son inmensos los favores concedidos a través del Corazón Sacratísimo de Jesús. Toda clase de favores para toda clase de problemas, por eso acudamos a Él para encontrar remedio a todo aquello que nos aflija. Pero hagámoslo con constancia y confianza para que Él nos conteste sin hacernos esperar, lo mismo que le contestó a aquel leproso del Evangelio: Si, quiero.
Oh, Corazón Inmaculado de María, desbordante de bondad, muestra tu amor por nosotros. Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los pueblos. Te amamos inmensamente. Imprime en nuestros corazones un verdadero amor. Que nuestro corazón suspire por ti. Oh María, dulce y humilde de corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en el pecado. Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores. Con tu santísimo y maternal corazón, sananos de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu maternal corazón, para que así nos convirtamos a la llama de tu corazón. Amén.


Dijo Jesus; «Yo les ofrezco la luz del Amor y la Misericordia. Oren y oren nuevamente. Aún si sus pensamientos son imperfectos, ofrezcan su vida entera a Mi a través de Mi Madre»

diciembre 13, 2009

Virgen Maria de Naju

La Madre Bendita lloró por un total de 700 días a través de su estatua

En Corea suceden apariciones y manifestaciones de Nuestra Madre y Jesus Nuestro Señor para ayudarnos a refleccionar y convertirnos en sus hijos fieles en la oracion y el apostolado, su relato es muy impresionante y como en La Salette, Francia, Maria llora por sus hijos , no desoigamos este llamado y oremos con Maria todos los dias!

Madre de Dios, ayúdanos a hacer  conocer tus designios, tu voluntad que no es mas que una extencion de la voluntad de tu hijo. Que el mundo sepa de tus consejos, de tus llantos y tristezas, de tus llamados amorosos de tu invitacion a buscar al Jesus Eucaristico. Que Dios tenga Misericordia de nosotros perdone nuestros pecados  tome como ofrenda los sacrificios de aquellas almas que se entregan como víctimas y nos dé la oportunidad de volver a la casa del Padre, pididendo perdon por tanto error cometido.

Maria se hace presente en Corea a partir del año 1985  la Bendita Madre de Dios se presenta a una sufrida mujer que había transitado una vida cercana a la muerte durante muchos años. Asia no tiene la luz de Cristo en la misma medida que occidente, es por eso que Dios envía a Su Madre allí a destellar con su amor y su belleza sin par, para atraer a los corazones hacia el único y verdadero Salvador.

Jesús estuvo educando a la vidente, Julia Kim, durante años. Y cuando estuvo preparada se la entregó a Su Madre para que sea Ella quien lleve adelante Su obra. Julia tiene todos los signos del mártir que entrega su vida en expiación de los pecados de la humanidad. Y ella es un instrumento tan fiel que la iglesia rápidamente reconoció la indudable Presencia Divina en lo que manifestaba. Desde el Santo Padre Juan Pablo II hasta varios Cardenales, Obispos y gran cantidad de sacerdotes acompañan a Julia en Naju.

Maria nos da las promesas del Reino, y las trae con su perfume a rosas. Todo depende de nosotros, como bien nos advierte María, porque nuestro es el libre albedrío. Ella nos convoca, como sus pequeños hijos que fielmente deben seguirla y servirla en su obra de llevarnos a los brazos del Salvador.

Sean apóstoles de mi Inmaculado Corazón. Consuélenme haciéndolo.

«Ven a mi transformándote en una persona humilde, muy humilde. Yo estoy preparando una corona de laureles para ti. ¡Ahora, mi hija!. Mírame. Recibe la luz de mi Inmaculado Corazón y hazlo brillar hacia toda la gente que vive en la oscuridad. Yo estaré contigo. ¿Quién puede decir que está calificado?. Lo que se requiere es la determinación de vivir de acuerdo a la Voluntad del Señor y hacer el esfuerzo de arrepentirse con lágrimas frente al Señor, cuando se cometen errores.»

Abril 21 de 1987: ¿Sabes cuan intensamente mi Inmaculado Corazón arde para salvar aunque sea un alma más de las que están siendo contaminadas con pecados, en su debilidad?.

Enero 10 de 1988: A pesar de las muchas obras que hayan acumulado, ellas colapsan una tras  otra si ustedes no prestan atención a las pequeñas cosas y hablan mal de los demás. Sean lentos en abrir la boca y controlen sabiamente su lengua. Cuando sientan deseos de criticar a los demás, en cambio cúbranlos con amor. Esto es una buena obra, también. Sean sagrados en sus palabras y en sus actos. Practiquen la humildad. De este modo me darán un especial y precioso gozo. Nunca traten de estar por encima de los demás. Vuestra penitencia, caridad, sacrificios y reparaciones se volverán aceite perfumado para mis heridas.

Abril 21 de 1991: Hagan frecuentes confesiones para recibir al Señor de forma más digna y abran su mente totalmente, manténgala limpia y organizada, y ámense los unos a los otros de tal modo que se transformen en un Palacio y un Tabernáculo donde el Señor pueda habitar.  Digan esto a todos los niños del mundo. Quiero que todos ustedes usen el Escapulario con la intención de estar conmigo. Recen el Rosario de modo más fervoroso con todo su cuerpo, su mente, con amor. Vivan una vida totalmente consagrada a la oración, los sacrificios y las reparaciones. Renueven su vida con el espíritu de la auto renunciación y la pobreza, y de este modo podrán repeler la violencia del demonio.

Octubre 19 de 1991: Pronto será la era de los apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús y de mi Inmaculado Corazón. En ese momento habrá muchos que se lamentarán y llorarán sin consuelo.  Debido a ello, practiquen el ayuno. Aquellos que sigan al Señor llevando la Cruz, que divulguen y practiquen el Evangelio y acepten los mensajes de mi ardiente amor serán salvados y recibirán el gozo de la vida eterna.

Por lo menos ustedes, que han sido llamados, háganse apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús y de mi Inmaculado Corazón y ármense ustedes mismos con amor, permanezcan despiertos y oren!

Junio 13 de 2000: Jesús le habla a Julia: ¡Mi amada pequeña alma!. ¡Mis niños que han sido llamados!. Yo les ofrezco la luz del Amor y la Misericordia. Oren y oren nuevamente. Aún si sus pensamientos son imperfectos, ofrezcan su vida entera a Mi a través de Mi Madre como pequeñas, pequeñitas personas. Esto es transformar verdaderamente la vida en plegarias y ofrecerse ustedes mismos. Aunque parezca que la oscuridad lo cubre todo, sigan a Mi Madre confiándole todo a Ella con fe y confianza, creyendo en Ella. Entonces ustedes recibirán Luz de mi Sagrado Corazón y ganarán el Cielo. También las palabras de Mi Madre, que dijo “a través de las plegarias, sacrificios y reparaciones de las pequeñas almas, se logrará la paz en el mundo”, serán ciertamente cumplidas.

Octubre 19 de 2001: Jesús le dice a Julia: Todos los niños que vengan a Mi a través de Mi Madre han experimentado y experimentarán muchos insultos en este mundo, serán perseguidos y criticados con palabras insensatas en medio de toda clase de pruebas, mientras hacen que Yo y Mi Madre seamos conocidos. De todas maneras, en el próximo mundo, ellos recibirán el poder y el privilegio de ocupar el árbol de la vida eterna y gozarán de la eterna felicidad sentados a Mi Mesa en Mi Reino. Por lo tanto, no se preocupen y háganse pequeños con gran humildad y vayan adelante guiando valientemente a otros, salvando a este mundo de desdichas  y de este modo permitan a toda la gente alabar al Padre que está en el Cielo.

Entonces, Yo, quien soy el Señor Redentor y el Justo Juez, vendré pronto a ustedes sobre las nubes, detentando el Poder, dándoles los premios prometidos  y trayendo fuego, junto a Mi Madre que merece ser respetada como…

LA REINA DEL CIELO

Mensajes recientes de Nuestra Madre y Nuestro Señor Jesus

«¡Muy amados niños Míos! Como Yo los acompañaría y protegería a ustedes, que fueron sido llamados por Mí pequeña alma que siempre trabajen para Mí, junto con Mi Madre, no pesen ni juzguen una cosa trivial con pensamientos humanos, sino, dediquen todo en sus vidas convirtiéndola en oración. Si ustedes hacen esfuerzos para andar el camino de la perfección y santas virtudes, convirtiendo todo en su vida en una oración, en cada momento como Yo enseñé a través de Mi pequeña alma escogida por Mí, trabajaré dentro de ustedes junto con Mi Madre, aunque ustedes sean indignos e imperfectos y los dejaré gozar de la felicidad eterna en el próximo mundo.

¡Queridos niños Míos, que fueron llamados y respondieron con Amen! No es tarde todavía. Hagan un nuevo comienzo ahora. En este día que se conmemora el asombroso milagro de la Eucaristía con Mi Sangre Preciosa, que envié personalmente para que sea un motor de partida para refrescar sus mentes, Yo los bendigo con Mi Infinito Amor, colocando todo Mi Cuerpo junto con Mi querida Madre, con la esperanza que las almas y los cuerpos suyos sean curados, enviando el agua de la misericordia y el aceite fragante como una llovizna aún sobre esos niños que vinieron aquí por curiosidad». (el mensaje de amor de Jesús el 1° de Enero de 2007)

Sitio Oficial de Naju y Julia Kim

Actualmente en Naju; 12 de Diciembre de 2009

Nuestra Señora de Naju Corea

¡Alabanza y la gloria al Señor!

Bendicion de La Santa Eucaristia

El aceite fragante de la Madre Bendita


Para la conversión de pecadores, la Madre Bendecida nos dió  la fragancia de rosas y el aceite fragante exprimiendo todo de Élla misma. Primero Élla preparó el aceite en la cabeza de su estatua por 400 días y comenzó a exudarlo el 24 de noviembre de 1992, cuando Padre Raymond Spies visitó. Él encontró el aceite cuando él abrazó la estatua después de haber rezado el rosario junto con Julia, Julio y Rufino. Élla exudó el aceite fragante por 700 días consecutivos hasta el 23 de octubre de 1994. Aun después del fragante el aceite descontinuó, Élla continúa dándonos la fragancia. Élla dijo en su mensaje que la fragancia y el aceite eran su presencia, amor y amistad.

Oremos Juntos a Nuestra Madre

Dios te salve, María, llena de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

OFRECIMIENTO A LA SANTÍSIMA VIRGEN

¡Oh Señora mía! ¡Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día, mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo Oh Madre de bondad, guardame y defiéndeme como a pertenencia y posesión tuya. Amén.

Suplica para ser un bune cristiano de San Efren

Santísima Señora, Madre de Dios; tú eres la más pura de alma y cuerpo, que vives más allá de toda pureza, de toda castidad, de toda virginidad; la única morada de toda la gracia del Espíritu Santo; que sobrepasas incomparablemente a las potencias espirituales en pureza, en santidad de alma y cuerpo; mírame culpable, impuro, manchado en el alma y en el cuerpo por los vicios de mi vida impura y llena de pecado; purifica mi espíritu de sus pasiones; santifica y encamina mis pensamientos errantes y ciegos; regula y dirige mis sentidos; líbrame de la detestable e infame tiranía de las inclinaciones y pasiones impuras; anula en mí el imperio de mi pecado; da la sabiduría y el discernimiento a mi espíritu en tinieblas, miserable, para que me corrija de mis faltas y de mis caídas, y así, libre de las tinieblas del pecado, sea hallado digno de glorificarte, de cantarte libremente, verdadera madre de la verdadera Luz, Cristo Dios nuestro. Pues sólo con Él y por Él eres bendita y glorificada por toda criatura, invisible y visible, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

Mas Oraciones


Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

diciembre 12, 2009

Oremos:

Padre de misericordia, que has puesto a este pueblo tuyo bajo la especial protección de la siempre Virgen María de Guadalupe, Madre de tu Hijo, concédenos, por su intercesión, profundizar en nuestra fe y buscar el progreso de nuestro pueblo por caminos de justicia y de paz. Amen.

Evangelio según san Lucas
1, 39-48

Gloria a ti, Señor.

En aquellos días, María se encaminó presurosa a un pueblo de las montañas de Judea, y entrando en la casa de Zacarías, saludó a Isabel. En cuanto ésta oyó el saludo de María, la criatura saltó en su seno. Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó:
«¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor».
Entonces dijo María:
«Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de Júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava».
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Hoy el Evangelio habla de Nuestra Madre Maria y festeja con mucha alegria la advocacion de Guadalupe por eso Hermano oremos juntos y entreguemos nuestra voluntad de hacer lo que Dios quiera de nosotros solo `por hoy`dedicandole este dia a nuestra Santisima Madre y como proposito le haré un regalo, rezaré una oracion aunque me cueste un Padre Nuestro y si puedo un Ave Maria con un Gloria solo para ella y si puedo aún mas una decena del Rosario para que Ella se lo ofrezca a Jesús, Nuestro Señor, y si aún me esfuerzo un poco mas iré a Misa a ofrecerle mi presencia con sumo respeto para la Gloria de su Hijo Jesucristo.

Oremos Hermanos, porque Orar hace Bien!

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en esta solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, y haz que este sacrificio nos dé fuerza para cumplir tus mandamientos como verdaderos hijos de la Virgen María.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

Nuestra Señora se apareció en aquellos primeros años a un indio campesino, Juan Diego, y lo envió al Obispo del lugar para manifestarle el deseo de tener un templo dedicado a Ella en una colina próxima, llamada Tepeyac. Le dijo la Virgen en la primera aparición: “en este santuario le daré a las gentes todo mi amor personal, mi mirada compasiva, mi auxilio, mi salvación: porque Yo, en verdad, soy vuestra Madre compasiva, tuya y de todos los hombres… Allí les escucharé su llanto, su tristeza, para remediar, para curar todas sus diferentes penas, sus miserias, sus dolores”

El Obispo del lugar, antes de acceder a esta petición, pidió una señal. Y Juan Diego, por encargo de la Señora de los Cielos, fue a cortar un ramo de rosas, en el mes de diciembre, sobre la árida colina, a más de dos mil metros de altura. Habiendo encontrado, con la consiguiente sorpresa, las rosas, las llevó al Obispo. Juan Diego extendió su blanca tilma, en cuyo hueco había colocado las flores. Y cuando cayeron en el suelo “apareció de repente la Amada Imagen de la Virgen Santa María, Madre de Dios, en la forma y figura que ahora se encuentra”2. Esa imagen de Nuestra Señora de Guadalupe quedó impresa en la rústica tilma del indio, tejida con fibras vegetales. Representa a la Virgen como una joven mujer de rostro moreno, rodeada por una luz radiante.

María dijo a Juan Diego, y lo repite a todos los cristianos: “¿No estoy Yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No estás por ventura en mi regazo?”. ¿Por qué hemos de temer, si Ella es Madre de Jesús y Madre de los hombres?

Con la aparición de María en el cerro del Tepeyac comenzó en todo el antiguo territorio azteca un movimiento excepcional de conversiones, que se extendió a toda América Centro-Meridional y llegó hasta el lejano archipiélago de Filipinas. “La Virgen de Guadalupe sigue siendo aún hoy el gran signo de la cercanía de Cristo, al invitar a todos los hombres a entrar en comunión con Él, para tener acceso al Padre. Al mismo tiempo, María es la voz que invita a los hombres a la comunión entre ellos…”. La Virgen ha ido siempre por delante en la evangelización de los pueblos. No se entiende el apostolado sin María. Por eso, cuando el Papa, Vicario de Cristo en la tierra, pide a los fieles la recristianización de Europa y del mundo acudimos a Ella para que “indique a la Iglesia los caminos mejores que hay que recorrer para realizar una nueva evangelización, Le imploramos la gracia de servir a esta causa sublime con renovado espíritu misionero”. Le suplicamos que nos señale a nosotros el modo de acercar a nuestros amigos a Dios y que Ella misma prepare sus almas para recibir la gracia.

“Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas… mira cuán grande es la mies, e intercede junto al Señor para que infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios…”, que los fieles “caminen por los senderos de una intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas”. Solo así –con una intensa vida cristiana, con amor y deseos de servir– podremos llevar a cabo esa nueva evangelización en todo el mundo, empezando por los más cercanos. ¡Cuánta mies sin brazos que la recojan!, gentes hambrientas de la verdad que no tienen quienes se la enseñen, personas de todo tipo y condición que desearían acercarse a Dios y no encuentran el camino. Cada uno de nosotros debe ser un indicador claro que señale, con el ejemplo y con la palabra, el camino derecho que, a través de María, termina en Cristo.

“Son caminos también todos los conocimientos humanos, como los de la filosofía, los de la milicia, y otros por el estilo. Dijo, pues: id a la salida de todos los caminos, para que llamen a la fe a todos los hombres, cualquiera que sea su condición”, San Juan Crisóstomo.  Los mismos viajes, de negocios o de descanso, son ocasiones que Dios pone muchas veces a nuestro alcance para dar a conocer a Cristo. También los lazos familiares, la enfermedad, una visita de cortesía a casa de unos amigos, una felicitación de Navidad, una carta a un periódico… “Son innumerables las ocasiones que tienen los seglares para ejercitar el apostolado de la evangelización y de la santificación”. Nosotros, cada uno, tendríamos que decir con Santa Teresa de Lisieux: “No podré descansar hasta el fin del mundo mientras haya almas que salvar”

Hoy pedimos a Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe que se muestre como Madre compasiva con nosotros, que nos haga anunciadores del Evangelio, que sepamos comprender a todos, participando de sus gozos y esperanzas, de todo lo que inquieta su vida, para que, siendo muy humanos, podamos elevar a nuestros amigos al plano sobrenatural de la fe. “¡Reina de los Apóstoles! Acepta nuestra prontitud para servir sin reserva a la causa de tu Hijo, la causa del Evangelio y la causa de la paz, basada sobre la justicia y el amor entre los hombres y entre los pueblos.

Te Invito a Meditar junto a esta hermosa cancion dedicada a Maria en esta Bella Advocacion de Nuestra Señora la Virgen de Guadalupe

Virgen Pèregrina de la familia


Alégrate María, Inmaculada y Santa, amada de Dios,Madre de Jesús y nuestra, incansable auxilio de los pecadores, maternal intercesora, acuérdate de este hijo tuyo. Amén.

diciembre 6, 2009

Reina del Cielo, alégrate, aleluya,

porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya,

ha resucitado, según su palabra, aleluya.

Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,

ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén

La Corona de Adviento

La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre. Es una costumbre que reúne a la familia, pues es allí en donde se sugiere la celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna meditación alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando algo que hable de la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela blanca cantando villancicos y se «acuesta al niño Jesús» en el nacimiento, como de costumbre, desde luego después de haber leído el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y de haber hecho una reflexión y oración todos juntos. Generalmente en los templos se reparten hojas con oraciones sugeridas para esta celebración.

Adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en torno a la persona del Mesías.Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado,  son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.

La corona de Adviento es el primer signo que anuncia la Navidad. Esta realizada con ramas verdes de follaje perenne, pues simboliza la Eternidad, y el color la esperanza y la vida. Va enrollada con un listón rojo, símbolo del amor de Dios que nos envuelve y también de nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. En el centro del círculo se colocan las cuatro velas (pueden ser tres moradas y una rosa o bien todas blancas) para encenderse una cada domingo de Adviento. La luz de la vela simboliza nuestra fe. En Navidad se puede añadir una quinta vela blanca, hasta el final del tiempo de Navidad. Bendición de la corona de Adviento
OH Señor Jesús, oh Nuestro Rey, bendice esta corona para que sepamos esperar Tu llegada llenos de confianza cumpliendo Tu Palabra.   Para que nuestra vida se haga llama que refleje Tu Mirada y sepamos rendirte eterna alabanza haciendo de nuestra alma una cuna santa.   Amén.   Primer domingo   Que tengamos una fe encendida como la tuvo María. Que sepamos vivir en este Adviento un tiempo de vigilia sobre nuestro corazón, buscando nuestra conversión para ser verdaderos testigos del Salvador.

¡Ven Señor Jesús, ven! Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

Segundo domingo:

Que sepamos amar sirviendo a los demás con humildad. Que al igual que María vivamos el amor de Dios como una verdadera oblación y canto de amor.

¡Ven Señor Jesús, ven!
Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Tercer domingo:   ¡Junto a los pastores alabemos a  Nuestro Rey que ha nacido en Belén! Que la fe, la esperanza y la caridad vengan a abrasar nuestro corazón, para que cantemos como hermanos a Jesús que ya llegó.

¡Ven Señor Jesús, ven!

Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Cuarto domingo: Que nuestro camino sean sonrisas de esperanza, pues quien a Dios tiene todo lo alcanza. Con la confianza puesta en el Mesías sigamos la Estrella hacia la gruta de la Vida.

¡Ven Señor Jesús, ven! Rezar un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Que en esta coron
a de Navidad esté escondida nuestra familia, para que ella viva junto a Jesús Eucaristía.

Con Cristo, el reino está cerca dentro de nosotros. La voz del Bautista es el clamor del adviento: «Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos; elévense los valles, desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, lo escabroso se iguale. Y todos verán la salvación de Dios … » (Is 40,3-5). El adviento nos enseña a hacernos presentes en la historia de la salvación de los ambientes, a entender el amor como salida de nosotros mismos y la solidaridad plena con los que sufren.

Jesús es el Mesías. Será el liberador del hombre entero. Luchará contra todo el mal y lo vencerá no por la violencia, sino por el camino de una victimación de amor. La salvación pasa por el encuentro personal con Cristo.

Invitacion de Maria Reina del Cielo



Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amen

diciembre 6, 2009

El Santo Cura de Ars enseñaba a sus parroquianos sobre todo con el testimonio de su vida. De su ejemplo aprendian los fieles a orar acudiendo con gusto al Sagrario para hacer una visita a Jesus Eucaristía. «No hay necesidad de hablar mucho para orar bien», les enseñaba el Cura de Ars. Sabemos que Jesús está alli, en el Sagrario: abramosle nuestro corazón, alegrémonos de su presencia. Esta es la mejor oración» Y les persuadia: «Venid a comulgar, hijos míos, venid donde Jesús. Venid a vivir de El para poder vivir con El ..» Es verdad que no sois dignos pero lo necesitais «.

El Cura de Ars consiguió en su tiempo cambiar el corazón y la vida de muchas personas, porque fué capaz de hacerles sentir el amor Misericordioso del Señor. A los fieles y así mismo explicaba: «No hay dos maneras de servir a Dios. Hay una sola, servirlo como El quiere ser servido». Consideraba que la regla de oro para una vida obediente era: Hacer solo aquello que puede ser ofrecido al Buen Dios.»

El Santo Cura de Ars sentía una devocion vivísima hacia la Inmaculada Concepcion de La Santisima Virgen  María  y recordaba siempre a sus fieles:»Jesucristo, cuando nos dió todo lo que nos podia dar, quiso hacernos herederos de lo mas precioso que tenía, Su Santa Madre».

La Iglesia quiere, porque Cristo lo desea, que cada uno pongamos a Maria en nuestra vida, en nuestro dia. Que hablemos con ella con toda naturalidad , la miremos, y le recemos: Padre de bondad tu que hiciste de Maria la Madre de Misericordia haz que todos unidos como hermanos sintamos su proteccion maternal.


Eucaristia por Maria

Akita-Japon

La Religiosa Sor Agnes Sasagawa recibe en 1973 la visita de nuestra Amadísima Madre Celestial, con mensajes relacionados con la importancia del Jesús Eucarístico, el rol de María como Corredentora, Abogada y Mediadora, y la inminencia de difíciles épocas para la humanidad.

Sor Agnes recibe los estigmas de Jesús, mientras una imagen de madera de la Virgen María sangra desde llagas aparecidas en una de sus manos, y también emana sudor con una fragancia celestial, que inunda la Capilla del Convento de la Orden de las Hermanas Custodiadoras de la Eucaristía.

La misma imagen llora por 101 veces consecutivas, teniendo esta cifra un significado revelado en una aparición de su Ángel Custodio a la hermana Sasagawa.

En Akita y en tantos lugares donde Maria se hace presente nos deja siempre un mensaje donde nos ayuda a orar junto a ella para ser buenos hijos de Dios en Akita dejó esta oracion;

6 de julio de 1973

«Mi hija, mi novicia, me has obedecido bién abandonándolo todo para seguirme. ¿Es dolorosa la enfermedad de tus oídos? Tu sordera será sanada, estate segura. ¿Te causa sufrimiento la herida de tu mano? Reza en reparación por los pecados de los hombres. Cada persona en esta comunidad es mi hija irremplazable. ¿Haces bien la oración de las Siervas de la Eucaristía? Entonces, oremos juntas.

Sacratísimo Corazón de Jesús, verdaderamente presente en la Santa Eucaristía, te consagro mi cuerpo y alma para ser enteramente una con Tu Corazón, sacrificado cada instante en todos los altares del mundo y dando alabanza al Padre, implorando por la venida de Su Reino.

Ruego que recibas esta humilde ofrenda de mi ser. Utilízame como quieras para la gloria del Padre y la salvación de las almas

Santísima Madre de Dios, no permitas que jamás me separe de tu Divino Hijo. Te ruego me defiendas y protejas como tu hijo especial. Amen

El 13 de Octubre de 1974, mientras oraba ante el Santísimo, la Hermana Agnes se curó instantáneamente de su sordera. Ella misma telefoneó a Monseñor Ito y le habló como si nunca hubiera estado sorda. El día siguiente, el médico diagnosticó: «Facultad de oír normal». La curación duró seis meses, luego volvió a estar sorda. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. El día de Pentecostés, último domingo de Mayo de 1982, sanaría definitivamente durante la bendición con el Santísimo Sacramento.

A partir del 4 de enero de 1975 comienza la lacrimación de la estatua, hasta el 15 de septiembre de 1981. ( 101 veces. ) Monseñor Ito fué testigo ocular de las lágrimas derramadas. El día que comenzó la lacrimación, el ángel se apareció a sor Inés y le dijo:
«No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas, y para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción para su gloria y la de su Hijo».
LA SANTÍSIMA VIRGEN pide almas reparadoras, almas orantes. Lágrimas y sangre derrama su imagen. Ella reveló a Ida Peerdeman, en Amsterdam, bajo la advocación de Nuestra Nuestra Señora de Todos los Pueblos , que un 31 de Mayo la Iglesia proclamaría el último dogma mariano: María Corredentora, Medianera y Abogada. Su Corazón Inmaculado es fiel reflejo del de su Divino Hijo.


Novena de la Inmaculada Madre

Por la señal…
Señor mío Jesucristo..
.

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).

Rezar la oración del día correspondiente:

Dia 7

DÍA SÉPTIMO

ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como diste a María, entre las demás virtudes, una pureza y castidad eximía, por la cual es llamada Virgen de las vírgenes, así te suplicamos, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la dificilísima virtud de la castidad, que tantos han conservado mediante la devoción de la Virgen y tu protección.

Meditar y rezar la oración final.

Bendita sea la santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Madre de Dios. Avemaría.





“¡Queridos hijos! También hoy los invito a la oración. Que la oración sea como la semilla que pondrán en mi Corazón, y que yo entregaré a mi Hijo

diciembre 3, 2009

Paz, paz y sólo paz!

Mensaje de María Reina de la Paz
del 2 de diciembre de 2009
dado por medio de Mirjana

Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, yo, como Madre, deseo indicarles qué es lo más importante para vuestra alma. ¿Puede mi Hijo nacer en ella? ¿Está por el amor purificada de mentiras, soberbia, odio y maldad? ¿Ama vuestra alma por encima de todo a Dios como Padre y al hermano en Cristo? Yo les indico el camino que elevará vuestra alma a la completa unión con mi Hijo. Deseo que mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría sería para mí, Madre!. Gracias.

www.MensajerosdelaReinadelaPaz.org

Oración a la Madre de bondad, de amor y de misericordia

Oh Madre mía,
Madre de Bondad, de Amor

y de Misericordia,

te amo inmensamente y

me presento ante Ti.
Por tu bondad, amor y gracia, sálvame.
Yo deseo ser tuyo y
te amo inmensamente;

deseo que Tú me protejas.
Desde lo más profundo de mi corazón
te ruego, Madre, concédeme tu bondad
para que por medio de ella alcance el Cielo.
Yo te ruego, por tu infinito amor.
que me concedas la gracia

de poder amar a todos los hombres,
como Tú amaste a Jesucristo.
Te ruego que me concedas la gracia
de ser generoso contigo.
Me ofrezco completamente a Ti,
y deseo que estés conmigo
en cada uno de mis pasos,
porque Tú eres llena de gracia
y deseo no olvidarlo nunca jamás.
Y si alguna vez perdiera la gracia,
te ruego que mc ayudes a recuperarla. Amén.
(Dictada el 19/IV/83).

Coronilla de los siete PadreNuestros, AveMarías y Glorias: «Rosario de la Paz»

El rezo de la coronilla de los siete PadreNuestros, AveMarías y Glorias, es una devoción conocida de nuestra Iglesia, y que ya se rezaba en Medjugorje antes del inicio de las apariciones de la Sma. Virgen.

En los comienzos de las apariciones, Nuestra Madre Reina de la Paz invitó a rezar esta coronilla por la Paz – en el mundo, en nuestros corazones, en nuestras familias -, de ahí que se lo ha conocido como el «Rosario de la Paz», si bien no es propiamente el Rezo del Santo Rosario. Luego vendrán sus invitaciones a rezar el tercio del Santo Rosario – 5 misterios – y más tarde el Rosario completo – 15 misterios -.

De hecho, hasta el día de hoy en Santiago Apóstol, Parroquia de Medjugorje, al terminar cada Santa Misa, los celebrantes y los todos fieles puestos de rodillas, continúan rezando todos los días la coronilla de los siete PadreNuestros, AveMarías y Glorias.

Este rezo consiste en la recitación – ¡Con el corazón como pide Ntra. Madre! – de un Credo (la “cuenta” que está sola) y luego se reza un PadreNuestro, un AveMaría y un Gloria por cada grupito de tres cuentas (los siete grupos).

Di con FE,

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece

Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí

Jesús manso y humilde de Corazón, haz mi corazón semejante al Vuestro

Madre llena de aflicción de Jesucristo las llagas graba en mi corazón.

Te invito Hermano a ver el video publicado en youtube, donde Nuestra Madre aparece a Mirjana en Medjugorje, cierra los ojos y reza como nos pide nuestra Madre Santisima, si no puedes rezar por ti hazlo por tu projimo, y pide por la paz Es bueno darle utilidad a las herraminetas que Dios nos pone a nuestro alcance, para que cada dia nos acerquemos a El, desde aqui es una manera de estar cerca de Medjugorje, y contemplar a Mirjana y orar junto a ella en completa humildad nos une mas y mas a Maria, Abre tu corazon, Dejala entrar!. Paz y Bien.

Mirjana vidente de Medjugorje

«..Mi día preferido es el 2 del mes, desde 1987. El 2 de cada mes rezo con la Virgen por los no creyentes, pero Ella no dice nunca los «no creyentes»; dice siempre «aquellos que no conocen el amor de Dios». Y Ella pide nuestra ayuda, y esto no lo dice sólo a nosotros los seis videntes, sino a todos aquellos que sienten a la Virgen como a su madre. La Virgen dice que nosotros no podemos salvar a los no creyentes sino con nuestra oración y nuestro ejemplo.» Mirjana




Jesús confirmó el Mandamiento principal de Dios: «amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. (Marcos 12,30).

diciembre 3, 2009

1 de Diciembre de 1995 (Primer Viernes)

Después de recibir la Sagrada Comunión Jesús dijo:

Yo Soy “EL SACRATISIMO CORAZON EUCARISTICO DE JESUS”

Acérquense a mi Corazón, no teman os favoreceré. Yo Soy el AMOR sin límites.

AMOR Y MISERICORDIA.1 de Diciembre de 1995 (estando en oración la Santisima Madre dijo)
Amados hijos:
Os estoy hablando a todos ustedes en este tiempo de Misericordia.
No lo dejen pasar sin acercarse a Dios.
Amén. Amén.

1 de Diciembre de 1997
Hoy vi al Señor mientras estaba en oración. El tenía manto rojo, y su mano derecha sostenía una parte de él y la apoyaba sobre su Corazón, vi las llagas de sus manos y de sus pies llenas de luz y su Corazón con la llaga radiante con una luz purísima. Ante El, me sentí traspasada por su Amor, y una inmensa paz invadió todo mi ser y me conviritió en nada.
Luego El dijo:
No temas en esta gran tribulación, esto es necesario para que la humanidad enferma retorne a mi AMOR Y MISERICORDIA.
Este camino es doloroso para ti, ya que estas en medio de la insidia de satanás. Yo te guío! Ay del que te toque!
Mentes oscurecidas y débiles han perdido valor y confianza en Mí. El enemigo quiere perderlos y sus corazones están llenos de intereses mundanos, revelándose a mi Amor y a mi Misericordia, hay confusión en sus mentes divididas.
No contradicen al mal, y sus obras se convierten así en obras contrarias a mi Evangelio.
Mi amada hija, súmergete en los rayos de mi Misericordia, los abro eternamente para ti….Vi el centro del Divino Corazón y su llaga. Un calor inmenso me invadió y comencé a transpirar profundamente y a llorar con profunda contrición por mi alma y sentí un deseo grandísimo de amarlo más y complacerlo, sentí un deseo ardiente de pertenecerle totalmente, y el gozo de mi corazón en medio del dolor y el sufrimiento, era inenarrable y una fuerza heroica se plasmaba en mi ser.
Luego dijo el Señor:
Haz conocer a todo el mundo la devocion a mi Amantísimo Corazón Eucarístico, que no dejen pasar éste tesoro que os doy.
Por medio de ti me valgo para que el mundo entero adore mi Corazón Eucarístico. Se consagren y propaguen esta devoción a mi Corazón vivo en la Santa Eucaristía.
A los Sacerdotes que se consgren y reneven la consgración a mi Corazón en la Santa Misa, prometo que Ellos recibirán el auxilio y las gracias necesarias para ser fieles a su Ministerio y la fuerza de mi Amor estará en ellos hasta el fin.
Habrá un cambio grande en sus corazones y sus vidas se volcarán totalmente hacia Mí. Así sea (y vi en visión que el Así sea es como un sello indeleble)
www.inmaculadamadre-salta.org

Hoy nuestra Madre Santisima nos recuerda lo importante que es la oracion, Ella ha querido manifestarse entre nosotros para acompañarnos y como buena mama nos cuida enseñandonos como debemos orar, Somos hermanos, debemos unirnos en la oracion porque ese es el unico camino, y es lo que Nuestro Padre mas quiere de nosotros, sus hijos.

Hasta el 19 de Junio de 2010, cada primer jueves de mes se concede indulgencia plenaria a los fieles que:

1)      realmente arrepentidos

2)      en una iglesia u oratorio

3)      asistan con devoción al sacrificio divino de la misa

4)      ofrezcan oraciones a Jesucristo por los sacerdotes

5)      y cualquier obra buena realizada ese día, para que los santifique y los modele según su Corazón,

6)      Se confiesen sacramentalmente y cumplan la penitencia

7)      Recen por la intención del Sumo Pontífice

Cualquier otro día de este año sacerdotal hay indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen con devoción en honor del Sagrado Corazón de Jesús cinco padrenuestros, avemarías y glorias, u otra oración aprobada específicamente, para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida.

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA

INDULGENCIAS CON OCASIÓN DEL AÑO SACERDOTAL

Como se anunció, el Papa Benedicto XVI decidió convocar un Año sacerdotal especial con ocasión del 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, cura de Ars, modelo luminoso de pastor, entregado completamente al servicio del pueblo de Dios. Durante este Año sacerdotal, que comenzará el 19 de junio de 2009 y se concluirá el 19 de junio de 2010, se concede el don de indulgencias especiales, de acuerdo con lo que se especifica en el siguiente Decreto de la Penitenciaría apostólica.

Decreto

«Al consagrarnos al Corazón de María, descubrimos el camino seguro al Sagrado Corazón de Jesús, símbolo del Amor Misericordioso de Nuestro Salvador»
S.S. Juan Pablo II, 22 de septiembre de 1986.

Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo. El nos amó y nos ama con un corazón humano que revela el infinito amor de Dios. El corazón traspasado de Jesús en la cruz revela su amor que es el amor del Padre.

A través de los siglos Jesús y María Santísima han revelado sus corazones a numerosos santos. Sus vidas y los mensajes que recibieron de Jesús y de María nos permiten adentrarnos en el misterio del amor de los corazones.

El pecado endurece el corazón y permite al espíritu maligno apartarnos del amor. Por eso Dios prometió: «Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne«. (Ez 36,26)

La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos.
Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana; el don de la oración no puede ser acogido más que en un corazón acorde con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, en nuestro mundo, el amor es más fuerte que el pecado. Los mártires de ayer y de hoy dan este testimonio de Jesús. El perdón es la condición fundamental de la reconciliación de los hijos de Dios con su Padre
y de los hombres entre sí.

Oremos Hermano Porque Orar hace Bien

Oración a la Inmaculada Virgen María

Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa e
Inmaculada Concepción pura y sin mancha.
¡Oh Purísima Virgen!,
por vuestra pureza virginal,
vuestra Inmaculada Concepción y
vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,
alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad,
la caridad, una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
una santa perseverancia en el bien,
el don de oración,
una buena vida y una santa muerte.
Amén»

Por la señal…
Señor mío Jesucristo…

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).

Rezar la oración del día correspondiente:

DÍA TERCERO

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.

Meditar y rezar la oración final.

Devocionario Catolico.




Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza.

noviembre 30, 2009

Oremos Juntos como hermanos

“Hermanos –nos dice San Bernardo–, a vosotros, como a los niños, Dios revela lo que ha ocultado a los sabios y entendidos: los auténticos caminos de la salvación. Meditad en ellos con suma atención. Profundizad en el sentido de este Adviento. Y, sobre todo, fijaos quién es el que viene, de dónde viene y a dónde viene, para qué, cuándo y por dónde viene. Tal curiosidad es buena. La Iglesia universal no celebraría con tanta devoción este Adviento si no contuviera algún gran misterio”.

Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará, leemos en las antífonas de la liturgia.

Santa María, Esperanza nuestra, nos ayudará a mejorar en este tiempo de Adviento. Ella espera con gran recogimiento el nacimiento de su Hijo, que es el Mesías. Todos sus pensamientos se dirigen a Jesús, que nacerá en Belén. Junto a Ella nos será fácil disponer nuestra alma para que la llegada del Señor no nos encuentre dispersos en otras cosas, que tienen poca o ninguna importancia ante Jesús.

Mensaje de Maria del dia 25 de Noviembre de 2009

¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias. Prepárense con alegría para la venida de Jesús. Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores, para que el amor y el calor comiencen a fluir a través de ustedes, en cada corazón que está lejos de Su amor. Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario

“En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias”

La Santísima Virgen primero nos vuelve a recordar que éste es tiempo de gracia. Precisamente, por ser tiempo de gracia se aparece y nos da estos mensajes que van marcando nuestro camino. Inmediatamente después nos pide renovar la oración en familia, es decir hacerla nueva, profunda, como la que hemos experimentado comunitariamente en Medjugorje o que ha nacido de un encuentro con la gracia, que la Reina de la Paz viene a traernos.

A este punto deberíamos decir que Medjugorje es más que un lugar. Son muchas las personas que no han ido y que quizás no puedan hacerlo en el futuro, pero que viven esta espiritualidad: la de seguir los mensajes de la Madre de Dios, porque saben en su corazón, con la certeza de la fe, que Ella verdaderamente les está hablando.

Así como hay fieles al llamado de la Santísima Virgen en Medjugorje que no han salido de sus casas, también puede haber entre nosotros quienes hemos estado y poco o nada hayamos cambiado. Éste es el misterio de la libertad del hombre y de la resistencia que pueda oponer a la gracia de Dios.

Importante es, por tanto, la apertura de corazón y también la humildad. Si cierto es que a Medjugorje o al mensaje debemos aproximarnos en la humildad y abiertos al don por recibir, más importante es que regresemos o nos vayamos transformando en personas aún más humildes y acogedoras.

Nuestra Madre quiere que hagamos nueva nuestra oración o porque la habíamos dejada arrinconada dándole el último espacio y tiempo (y eso cuando lo hay) o porque la hemos ignorado.

Orar es primordial, es la actividad primera en el tiempo de nuestra vida. La oración debe abrir el día, empezando por la entrega de la jornada a Dios y el pedido que llene nuestros vacíos con su gracia y bendición, y debe acompañarnos durante las distintas horas hasta el momento del descanso.

Pero, no es la oración en abstracto a la que va dirigida el mensaje sino –y éste es ahora el punto- a la familia que debe orar en unidad.

¡Qué bueno es romper la inercia de la rutina, apagar el televisor, hacer caso omiso, por ejemplo, al telenoticiero y toda la familia ponerse a rezar el Rosario!

No por muy sabido y antiguo, aquel adagio “la familia que reza unida permanece unida” ha perdido actualidad o certeza. Es más cierto y comprobable que nunca.

Importante es que todos estén de acuerdo en rezar juntos, pues a nadie se lo debe forzar. Y a los niños, que ellos sí deben obedecer, no conviene agobiarlos con muchas oraciones.

Sabemos que en muchas familias resulta extremadamente difícil que padres e hijos adolescentes convengan en tener una oración conjunta. Sin embargo, con buenas maneras y buena voluntad, se podría al menos llegar a rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria con ellos. Y si aún así no fuese esto posible, pues rezar por y en lugar de los que se oponen. Basta un solo miembro que reza por todos para que esa oración tenga valor de oración familiar.

Tengamos siempre en cuenta que ante las negativas y aún en el caso de soledad nunca hay que desesperar ni quejarse. La desesperación refleja falta de fe en la Omnipotencia de Dios, y la queja aleja aún más a quienes se pretende integrar. 

“Prepárense con alegría para la venida de Jesús. Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores…”

Nuestra amadísima Reina de la Paz, como Madre de la Iglesia que es, siempre respeta y sigue el tiempo litúrgico y por eso ahora, al iniciar este tiempo de Adviento, nos invita a prepararnos con alegría para la Navidad.

Adviento es tiempo de espera y de esperanza. Con toda la Iglesia nos preparamos al encuentro de la Navidad, haciendo memoria de la primera venida de nuestro Señor, encarnado en la Virgen y nacido en Belén de Judá, y alzamos la mirada en la esperanza del mismo Señor que vendrá en gloria y majestad. Por eso, a través de todos los siglos clamamos: “¡Ven Señor Jesús!” “No tardes en venir”.

Nuestra alegría es porque creemos en Jesús, como Hijo de Dios y Salvador nuestro, que una vez vino en el despojamiento, la humildad y el dolor, a quien pocos lo reconocieron y aún hoy lo reconocen. Nuestra alegría es porque Aquél que hace más de 2000 años se encarnó, Dios Todopoderoso y de eterna misericordia, es el mismo que está con nosotros –según su promesa- hasta el fin del mundo en cada Eucaristía.

Nuestra alegría es plena porque nuestra fe lo reconoce y alimenta nuestra esperanza en su segunda venida, cuando por todos será visto regresando en poder y majestad.

Pero, tal alegría, para ser verdadera y permanente debe brotar de la pureza y la amplitud del corazón. Ya que bienaventurados seremos y grande será nuestra dicha en la medida que puro sea nuestro corazón, porque veremos a Dios con los ojos de la fe (Cf. Mt 5:8).

Todo lo malo que nace del corazón lo hace impuro y todo lo que lo cierra impide el acogimiento y por tanto el amor y su fruto que es la alegría.

Corazón puro es el que, como María, acoge la Palabra y la practica hasta sus últimas consecuencias.

Dice el Eclesiástico: “Hijo, si te decides a servir al Señor prepárate para la prueba” (Ecl. 2:1). Las pruebas que Dios nos envía o los males que atravesamos por nuestra culpa o circunstancia, siempre que no nos separemos del Señor, son de purificación.

Ante el mal que cometemos la Iglesia -que dispone de todos los medios de salvación- nos ofrece -siempre que acudamos arrepentidos a la búsqueda del perdón- purificarnos, reconciliándonos con Dios y también con las otras personas a las que hemos dañado, por medio del sacramento penitencial y la reparación a la que nos compromete.

La gracia divina está siempre pronta a restaurarnos y rescatarnos por medio de la Iglesia.

Un corazón puro es necesariamente sencillo, humilde, misericordioso y acogedor. Es el que desea liberarse del pecado, amar cada vez más y mejor, y anhela vivir la paz de Dios.

El juicio condenatorio y acusador, la soberbia y el orgullo, y la falta de perdón cierran al corazón del hombre y lo vuelven impuro porque no es ni misericordioso, ni humilde, ni acogedor.

El que no acoge a quien está próximo, el que emite juicios inapelables sobre los demás, el que proyecta sus miedos, hace de su imágenes abstractas y de sus prejuicios su propia realidad y siendo esclavo del error no puede experimentar alegría ni paz permanente ni está preparado para recibir el amor de Dios. Por eso, todos debemos confrontarnos con nuestra realidad y ver hasta dónde nuestro corazón es puro y acogedor. Seguramente todos, también, descubriremos, en sincero examen de conciencia, que mucho nos falta para aproximarnos al pedido de la Santísima Virgen. Sobre esas falencias debemos trabajar para poder cumplir con lo que Ella nos pide y prepararnos con alegría al encuentro del Señor. 

“Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores, para que el amor y el calor comiencen a fluir a través de ustedes, en cada corazón que está lejos de Su amor”

Como exhortaba san Juan en su primera carta, no se ama de boca y con palabras sino con obras y según la verdad. Si no amas a tu hermano a quien ves no puedes amar a Dios a quien no ves, porque lo desconoces (Cf. 1 Jn 4:20).

Dicho de otro modo, si no nos abrimos acogiendo primero a nuestros amigos y familiares y luego a los demás, si guardamos rencores y albergamos sentimientos negativos, si nuestras actitudes son carentes de misericordia, de perdón o de desprecio o de suficiencia, no correrá el amor por nosotros, y seremos incapaces de dar a otros lo que sí recibimos de Dios, pero que con nuestras actitudes pecaminosas hemos bloqueado y estancado. No podremos entonces dar amor.

Tendremos primero que aceptar acercarnos a la misericordia de Dios y anhelar tener un corazón como el suyo, manso y humilde, para luego con ese corazón amante llegar a los que están alejados del amor de Dios. 

“Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza”

Porque en Medjugorje aparece la Virgen, acuden hijos de todas partes del mundo quienes, regresando a sus lugares, extienden la gracia recibida a sus parroquias y ambientes. Todos ellos, los que fueron y regresaron, así como los que recibieron gracias sin moverse de su lugar, son las manos tendidas con amor de la Virgen Santísima hacia todos aquellos que deambulan extraviados por la vida porque nula es su fe y perdida su esperanza.

La prolongación de las manos extendidas de nuestra Madre son las que se alzan en alabanza a Dios por los que no lo alaban; las que se juntan en súplica intercediendo por los que no conocen su amor; las que acogen y que abrazan al perdido y herido por la vida; las que acarician al que no ha conocido el amor en esta tierra; las que aprietan y sujetan fuertemente para unir y sellar lo que peligra dividirse y quebrarse; las que dan palmadas para reconfortar al desconsolado; las que se tienden para alzar al caído; las que sostienen a la vida recién nacida y a la madre que había decidido abortar; las que tienden puentes de amistad y comprensión donde hay odio e incomunicación; las que dan de comer en la boca al anciano abandonado y desilusionado de todo; las que enjugan las lágrimas del que está triste y deprimido; las que trazan la señal de la cruz sobre la frente de la joven con sida que ha sido rechazada por los suyos y vive de limosnas en la calle; las que se abren siempre dadivosas; las que empuñan el Rosario; las que sueltan la piedra y se abren al perdón. Manos que acarician y bendicen, que dan y reciben, que abrazan y sostienen,  manos que expresan amor.

¡Gracias, Madre nuestra, por llamarnos, por contar con nosotros, pobres hijos tuyos pecadores, porque tu presencia de amor nos alienta y purifica y nos enseña a ser pequeños para ser grandes ante Dios!

P. Justo Antonio Lofeudo

Las personas cuando visitan Medjugorge o  un Santuario Santo,

Acuden a un llamado y responden rezando, confesándose, adorando al Señor, la mayoría haciendo su primera experiencia de Iglesia, en abandono confiado a la Virgen que los ha convocado para que Dios les dé verdadero sentido a sus vidas cuando le abren el corazón.

El agnóstico que va a Medjugorje no se impresiona tanto porque otros recen sino porque descubre una presencia, la misma que lo ha estado invitando. Generalmente no sabe porqué llegó hasta ahí y de pronto descubre que nuestra religión es la verdadera: que Dios existe, que Jesucristo es el Salvador y es Dios, el hijo de la Virgen María y que Ella está precisamente en ese lugar. De un modo misterioso y repentino se le empieza a develar la fe católica y a descubrir los sacramentos y la necesidad imprescindible que tiene de ellos. Comprende que la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo y se siente Iglesia, y la abraza, la ama y la defiende. Y se le hace conciente también que la realidad no está limitada por sus sentidos y su razón sino que hay otra realidad mucho más profunda, trascendente, que da respuestas a lo que hasta ayer para él era motivo angustioso del absurdo: la vida humana y la muerte.

En Medjugorje se reza, queridos hermanos, y se descubre quién es la que viene a visitarnos por la presencia fuerte del Espíritu Santo (Cf. Lc 1:41-43). No es la voluntad de rezar la que atrae a la gracia sino la gracia la que hace que recemos y recemos con el corazón y añoremos esas experiencias cuando no estamos allí.

Que nada de lo malo, hecho o denunciado, nos haga perder el equilibrio y la gracia y que nunca las sombras nos oculten la luz, la inmensa luz que -desde hace casi 30 años- se irradia desde Medjugorje a todo el mundo.

P. Justo Antonio Lofeudo

Si amas a Maria te invito a que difundas sus mensajes o a rezar por tu hermano incluso aquel que te ha tratado mal, te invito a que formes un grupo de oracion por la paz del mundo en honor a Jesus y Maria en tu parroquia, en tu escuela, te sorprenderias cuanto te nesecitan alli, Si deseas el bien para ti, primero debes trabajar para que otros esten bien en gracia con Dios, cuando Maria vea tu humilñlacion, como hijo, que pide por su projimo, no podrá jamas negarse a un pedido tuyo si es para bien de tu alma.Hermano que tengas mucha Paz!

Te invito a consagrarte a Jesus por medio de Maria Santisima viendo este video y rezando esta oracion


“De tal manera es llena de gracia que sobrepasa en su plenitud a los ángeles; por eso, con razón, se la llama María, que quiere decir iluminada (…) y significa además iluminadora de otros, por referencia al mundo entero”

noviembre 30, 2009

Bendita sea la santa e Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, Madre de Dios. Avemaría.

Hoy, en este primer día de la Novena a la Inmaculada, hacemos el propósito de pedirle ayuda siempre que en nuestra alma nos encontremos a oscuras, cuando debamos rectificar el rumbo de la vida o tomar una determinación importante. Y, como siempre estamos recomenzando, recurriremos a Ella para que nos señale la senda que hemos de seguir, la que nos afirma en la propia vocación, y le pediremos ayuda para recorrerla con garbo humano y con sentido sobrenatural.

La Virgen fue bendita entre todas las mujeres porque estuvo a cubierto del pecado y de las huellas que el mal deja en el alma: “solo Ella conjuró la maldición, trajo la bendición y abrió la puerta del paraíso. Por este motivo le va el nombre de María, que significa Estrella del mar; como la estrella del mar orienta a puerto a los navegantes, María dirige a los cristianos a la gloria”. Así la honra también la Liturgia de la Iglesia: Ave, maris stella!… ¡Salve, estrella del mar!, Madre de Dios excelsa....

En este primer día de la Novena con que queremos honrar a Nuestra Madre del Cielo, hacemos el propósito firme, ¡tan grato a Ella!, de recurrir a su intercesión en cualquier necesidad en que nos encontremos, siguiendo el consejo de un Padre de la Iglesia: “Si se levantan los vientos de las tentaciones, si tropiezas con los escollos de la tentación, mira a la estrella, llama a María. Si te agitan las olas de la soberbia, de la ambición o de la envidia, mira a la estrella, llama a María. Si la ira, la avaricia o la impureza impelen violentamente la nave de tu alma, mira a María. Si turbado con la memoria de tus pecados, confuso ante la fealdad de tu conciencia, temeroso ante la idea del juicio, comienzas a hundirte en la sima sin fondo de la tristeza o en el abismo de la desesperación, piensa en María. En los peligros, en las angustias, en las dudas, piensa en María, invoca a María. No se aparte María de tu boca, no se aparte de tu corazón; y para conseguir su ayuda intercesora no te apartes tú de los ejemplos de su virtud. No te descaminarás si la sigues, no desesperarás si la ruegas, no te perderás si en Ella piensas. Si Ella te tiene de su mano, no caerás; si te protege, nada tendrás que temer; no te fatigarás si es tu guía; llegarás felizmente al puerto si Ella te ampara”. Bajo su amparo ponemos todos los días de nuestra vida. Ella nos guiará a través de un camino seguro. Cor Mariae dulcissimum iter para tutum.

Por la señal…
Señor mío Jesucristo…

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).

Rezar la oración del día correspondiente:

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María del pecado, original en su Inmaculada Concepción, y a nosotros nos hiciste el gran beneficio de libramos de él por medio de tu santo bautismo, así te rogamos humildemente nos concedas la gracia de portarnos siempre como buenos cristianos, regenerados en ti, Padre nuestro Santísimo.

Meditar y rezar la oración final.

ORACIONES FINALES

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza. A ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco en este día alma, vida y corazón. Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía. Rezar tres Avemarías.

Tu Inmaculada Concepción, oh Virgen Madre de Dios, anunció alegría al universo mundo.

ORACIÓN. Oh Dios mío, que por la Inmaculada Concepción de la Virgen, preparaste digna habitación a tu Hijo: te rogamos que, así como por la previsión de la muerte de tu Hijo libraste a ella de toda mancha, así a nosotros nos concedas por su intercesión llegar a ti limpios de pecado. Por el mismo Señor nuestro Jesucristo. Amén.

Oraciones

Te invito a ver este video especial de Nuestra Madre siempre Virgen Inmaculada.