Jesús confirmó el Mandamiento principal de Dios: «amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. (Marcos 12,30).

1 de Diciembre de 1995 (Primer Viernes)

Después de recibir la Sagrada Comunión Jesús dijo:

Yo Soy “EL SACRATISIMO CORAZON EUCARISTICO DE JESUS”

Acérquense a mi Corazón, no teman os favoreceré. Yo Soy el AMOR sin límites.

AMOR Y MISERICORDIA.1 de Diciembre de 1995 (estando en oración la Santisima Madre dijo)
Amados hijos:
Os estoy hablando a todos ustedes en este tiempo de Misericordia.
No lo dejen pasar sin acercarse a Dios.
Amén. Amén.

1 de Diciembre de 1997
Hoy vi al Señor mientras estaba en oración. El tenía manto rojo, y su mano derecha sostenía una parte de él y la apoyaba sobre su Corazón, vi las llagas de sus manos y de sus pies llenas de luz y su Corazón con la llaga radiante con una luz purísima. Ante El, me sentí traspasada por su Amor, y una inmensa paz invadió todo mi ser y me conviritió en nada.
Luego El dijo:
No temas en esta gran tribulación, esto es necesario para que la humanidad enferma retorne a mi AMOR Y MISERICORDIA.
Este camino es doloroso para ti, ya que estas en medio de la insidia de satanás. Yo te guío! Ay del que te toque!
Mentes oscurecidas y débiles han perdido valor y confianza en Mí. El enemigo quiere perderlos y sus corazones están llenos de intereses mundanos, revelándose a mi Amor y a mi Misericordia, hay confusión en sus mentes divididas.
No contradicen al mal, y sus obras se convierten así en obras contrarias a mi Evangelio.
Mi amada hija, súmergete en los rayos de mi Misericordia, los abro eternamente para ti….Vi el centro del Divino Corazón y su llaga. Un calor inmenso me invadió y comencé a transpirar profundamente y a llorar con profunda contrición por mi alma y sentí un deseo grandísimo de amarlo más y complacerlo, sentí un deseo ardiente de pertenecerle totalmente, y el gozo de mi corazón en medio del dolor y el sufrimiento, era inenarrable y una fuerza heroica se plasmaba en mi ser.
Luego dijo el Señor:
Haz conocer a todo el mundo la devocion a mi Amantísimo Corazón Eucarístico, que no dejen pasar éste tesoro que os doy.
Por medio de ti me valgo para que el mundo entero adore mi Corazón Eucarístico. Se consagren y propaguen esta devoción a mi Corazón vivo en la Santa Eucaristía.
A los Sacerdotes que se consgren y reneven la consgración a mi Corazón en la Santa Misa, prometo que Ellos recibirán el auxilio y las gracias necesarias para ser fieles a su Ministerio y la fuerza de mi Amor estará en ellos hasta el fin.
Habrá un cambio grande en sus corazones y sus vidas se volcarán totalmente hacia Mí. Así sea (y vi en visión que el Así sea es como un sello indeleble)
www.inmaculadamadre-salta.org

Hoy nuestra Madre Santisima nos recuerda lo importante que es la oracion, Ella ha querido manifestarse entre nosotros para acompañarnos y como buena mama nos cuida enseñandonos como debemos orar, Somos hermanos, debemos unirnos en la oracion porque ese es el unico camino, y es lo que Nuestro Padre mas quiere de nosotros, sus hijos.

Hasta el 19 de Junio de 2010, cada primer jueves de mes se concede indulgencia plenaria a los fieles que:

1)      realmente arrepentidos

2)      en una iglesia u oratorio

3)      asistan con devoción al sacrificio divino de la misa

4)      ofrezcan oraciones a Jesucristo por los sacerdotes

5)      y cualquier obra buena realizada ese día, para que los santifique y los modele según su Corazón,

6)      Se confiesen sacramentalmente y cumplan la penitencia

7)      Recen por la intención del Sumo Pontífice

Cualquier otro día de este año sacerdotal hay indulgencia parcial a todos los fieles cada vez que recen con devoción en honor del Sagrado Corazón de Jesús cinco padrenuestros, avemarías y glorias, u otra oración aprobada específicamente, para que los sacerdotes se conserven en pureza y santidad de vida.

PENITENCIARÍA APOSTÓLICA

INDULGENCIAS CON OCASIÓN DEL AÑO SACERDOTAL

Como se anunció, el Papa Benedicto XVI decidió convocar un Año sacerdotal especial con ocasión del 150 aniversario de la muerte de san Juan María Vianney, cura de Ars, modelo luminoso de pastor, entregado completamente al servicio del pueblo de Dios. Durante este Año sacerdotal, que comenzará el 19 de junio de 2009 y se concluirá el 19 de junio de 2010, se concede el don de indulgencias especiales, de acuerdo con lo que se especifica en el siguiente Decreto de la Penitenciaría apostólica.

Decreto

«Al consagrarnos al Corazón de María, descubrimos el camino seguro al Sagrado Corazón de Jesús, símbolo del Amor Misericordioso de Nuestro Salvador»
S.S. Juan Pablo II, 22 de septiembre de 1986.

Tanto amó Dios al mundo que envió a su único Hijo. El nos amó y nos ama con un corazón humano que revela el infinito amor de Dios. El corazón traspasado de Jesús en la cruz revela su amor que es el amor del Padre.

A través de los siglos Jesús y María Santísima han revelado sus corazones a numerosos santos. Sus vidas y los mensajes que recibieron de Jesús y de María nos permiten adentrarnos en el misterio del amor de los corazones.

El pecado endurece el corazón y permite al espíritu maligno apartarnos del amor. Por eso Dios prometió: «Os daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne«. (Ez 36,26)

La oración cristiana llega hasta el perdón de los enemigos.
Transfigura al discípulo configurándolo con su Maestro. El perdón es cumbre de la oración cristiana; el don de la oración no puede ser acogido más que en un corazón acorde con la compasión divina. Además, el perdón da testimonio de que, en nuestro mundo, el amor es más fuerte que el pecado. Los mártires de ayer y de hoy dan este testimonio de Jesús. El perdón es la condición fundamental de la reconciliación de los hijos de Dios con su Padre
y de los hombres entre sí.

Oremos Hermano Porque Orar hace Bien

Oración a la Inmaculada Virgen María

Santísima Virgen, yo creo y confieso vuestra Santa e
Inmaculada Concepción pura y sin mancha.
¡Oh Purísima Virgen!,
por vuestra pureza virginal,
vuestra Inmaculada Concepción y
vuestra gloriosa cualidad de Madre de Dios,
alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad,
la caridad, una gran pureza de corazón,
de cuerpo y de espíritu,
una santa perseverancia en el bien,
el don de oración,
una buena vida y una santa muerte.
Amén»

Por la señal…
Señor mío Jesucristo…

ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS

Dios te salve, María, llena de gracia y bendita más que todas las mujeres, Virgen singular, Virgen soberana y perfecta, elegida por Madre de Dios y preservada por ello de toda culpa desde el primer instante de tu Concepción: así como por Eva nos vino la muerte, así nos viene la vida por ti, que por la gracia de Dios has sido elegida para ser Madre del nuevo pueblo que Jesucristo ha formado con su sangre.

A ti, purísima Madre, restauradora del caído linaje de Adán y Eva, venimos confiados y suplicantes en esta novena, para rogarte que nos concedas la gracia de ser verdaderos hijos tuyos y de tu Hijo Jesucristo, libres de toda mancha de pecado.

Acordaos, Virgen Santísima, que habéis sido hecha Madre de Dios, no sólo para vuestra dignidad y gloría, sino también para salvación nuestra y provecho de todo el género humano. Acordaos que jamás se ha oído decir que uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya sido desamparado. No me dejéis, pues, a mi tampoco, porque si me dejáis me perderé; que yo tampoco quiero dejaros a vos, antes bien, cada día quiero crecer más en vuestra verdadera devoción.

Y alcanzadme principalmente estas tres gracias: la primera, no cometer jamás pecado mortal; la segunda, un grande aprecio de la virtud cristiana, y la tercera, una buena muerte. Además, dadme la gracia particular que os pido en esta novena (hacer aquí la petición que se desea obtener).

Rezar la oración del día correspondiente:

DÍA TERCERO

Comenzar con el ofrecimiento y la oración preparatoria.

ORACIÓN DE ESTE DÍA. Oh Santísimo Hijo de María Inmaculada y benignísimo Redentor nuestro: así como preservaste a María de todo pecado venial en toda su vida, y a nosotros nos pides que purifiquemos más y más nuestras almas para ser dignos de ti, así te rogamos humildemente, por intercesión de tu Madre Inmaculada, nos concedas la gracia de evitar los pecados veniales y la de procurar y obtener cada día más pureza y delicadeza de conciencia.

Meditar y rezar la oración final.

Devocionario Catolico.



Deja un comentario