“Bendice al Señor alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor alma mía, y nunca olvides sus beneficios” (Sal 103:2).

diciembre 30, 2009

Acto de consagración a la Inmaculada

Dígnate recibir mi alabanza, oh Virgen bendita,

Inmaculada Concepción, Reina del cielo y de la tierra,

refugio de los pecadores y madre amantísima

a quien Dios quiso confiar todo el orden de la misericordia.

Heme aquí a tus pies, yo,……….…, pobre pecador.

Te suplico, acepta mi ser todo entero como tu bien y propiedad.

Obra en mí según tu voluntad, en mi alma y mi cuerpo,

en mi vida, mi muerte y mi eternidad.

Dispón de mí ante todo, como tú lo desees para que se realice en fin

lo que se ha dicho de ti: “La mujer aplastará la cabeza de la serpiente”

y también: “Tú sola vencerás las herejías en el mundo entero”.

Que en tus inmaculadas manos tan ricas en misericordia,

llegue a ser un instrumento de tu amor capaz de reanimar

y dilatar plenamente tantas almas tibias y extraviadas.

Así se extenderá sin fin el reino del Corazón Divino de Jesús.

Verdaderamente, tu sola presencia atrae las gracias que convierten y santifican a las almas, puesto que la gracia

brota del Corazón divino de Jesús sobre todos nosotros

pasando por tus manos maternales.

(San Maximiliano María Kolbe)

Oh Madre mía,
Madre de Bondad, de Amor

y de Misericordia,

te amo inmensamente y

me presento ante Ti.
Por tu bondad, amor y gracia, sálvame.
Yo deseo ser tuyo y
te amo inmensamente;

deseo que Tú me protejas.
Desde lo más profundo de mi corazón
te ruego, Madre, concédeme tu bondad
para que por medio de ella alcance el Cielo.

Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SIETE GRACIAS QUE LA SANTÍSIMA VIRGEN CONCEDE A LAS ALMAS QUE LE HONRAN DIARIAMENTE,

MEDITANDO SUS DOLORES, CON EL REZO DE SIETE AVEMARÍAS. (SANTA BRÍGIDA).

1-Pondré paz en sus familias.
2.-Serán iluminadas en los divinos Misterios.
3.-Las consolaré en sus penas y acompañaré e
n sus trabajos.
4.Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5.-Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.

6.-Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7.-He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría.

A LA VIRGEN DE LOS DOLORES


Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: «Ahí tienes a tu hijo», «ahí tienes a tu Madre».

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.

Corona de los siete dolores

Aqui puedes rezar La coronilla en solo diez minutos , para Nuestra Madre. Ofreselo para ella para que Dios te perdone todos tus pecados y recuerda pedir por aquellos que mas lo nesecitan; primero tu prójimo, tu próximo y tú.

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