PURISIMA Madre mía,Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.

octubre 15, 2009

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

Cada sábado se reza el Santo Rosario a las 15  y a las 16 hs

La señora que recibe los Mensajes de la Virgen realiza una Oración de Intercesión. Dicha oración es una petición a Jesús por intermedio de María Santísima, por el peregrino que está allí. El momento de la oración individual lleva aproximadamente unas cuatro horas hasta terminar, ya que las filas de peregrinos son muy largas y cada sábado sube más gente, por Gracia de  Dios.

PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.  Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA. Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

Mensaje dado por la Santísima Virgen en Salta, 1990
«Hay que juntar el rebaño
antes de que oscurezca.
No he venido a criticar ni a destruir,
sino a construir»

Mensaje extraído de la página oficial de la Obra: «Yo soy la Inmaculada Madre
del Divino Corazón Eucarístico de Jesús»
www.inmaculadamadre-salta.org

Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les  quedarán serán el rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del rosario. Con el rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes.»

Mensaje de la Santísima Virgen en Akita, Japón, 1973, aprobado por la Iglesia (Ratzinger, junio, 1988) al mismo nivel que Guadalupe, Lourdes y Fátima.

http://www.corazones.org/maria/akita.htm

Este mismo mensaje fue corroborado por las apariciones en Naju, Korea, avaladas por Juan Pablo II.

EL DÍA DEL SEÑOR ESTÁ YA PARA LLEGAR…no lo ha habido semejante desde el principio, ni lo habrá en muchas generaciones.  Delante de Él va un fuego devorador, y lleva en pos de si una abrasadora llama;  la tierra que antes de su llegada era un paraíso de delicias, la deja hecha un asolado desierto, sin que nadie pueda librarse de Él.» Joel 2: 1-3


María llora por nuestros pecados, que nos quitan la verdadera paz, la Paz de Cristo:

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir la paz en sus corazones y en sus familias. No hay paz, donde no hay oración; y no hay amor donde no hay fe. Por eso hijitos, los invito a todos a decidirse de nuevo hoy por la conversión. Yo estoy cerca de ustedes y los invito a todos, hijitos, a mis brazos para ayudarles. Pero ustedes no quieren y así, Satanás los tienta y en las cosas más pequeñas, su fe desaparece. Por eso, queridos hijos, oren y a través de la oración tendrán la bendición y la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje de nuestra Madre en Medjugorje, Bosnia, 25 de marzo de 1995. La Virgen ha dado 10 secretos que deben ser anunciados con 3 días de anticipación antes de cada catástrofe.

www.medjugorje.ws/es/


En Salta, Argentina, nuestra Madre dijo:

Hay que juntar el rebaño antes que oscurezca” (1990)

El mundo está al borde del genocidio.” (26.09.90)

“¿Acaso creen que El Señor Dios permitirá que se sigan cometiendo abominaciones en su Casa?” (04.07.94): podrían ser ejemplos, la falta de respeto al altar y al Santísimo Sacramento, sobre todo en algunos movimientos; el no hacer nada para impedir que se profane un templo; el no usarse patena y purificar bien los elementos inmediatamente luego de la comunión, el negarse a usar patena a pesar de las veces que cae Jesús al suelo ya que está presente en cada partícula, etc. (cf. Redemptionis sacramentum).

13 de Octubre de 1995: “El mundo debe Consagrarse a mi Inmaculado Corazón. Ya el tiempo se ha acortado, los signos avisarán que se cumplirán todas las profecías que os he dado a través del tiempo (nota: en un mensaje la Virgen en Salta respalda directamente a Medjugorje), con más intensidad en estos últimos años para moveros a una urgente conversión a Dios. Mi corazón de Madre sufre por que muchas personas hacen oídos sordos a mis llamados urgentes de conversión.

El Señor me permite por su gran Misericordia daros avisos de las cosas terribles que vendrán para la humanidad, en la oscuridad que se aproxima ya no brillará la luz

La señal que os he anunciado se verá en favor de los elegidos. Dios Padre os dará tiempo para resguardaros en los lugares ya preparados para ese gran momento, los hijos que me habéis escuchado ya estarán preparados, y en ese día caed de rodillas, cual penitentes y orad así:

Santísima Trinidad que tu Santísima voluntad se cumpla, Tened Piedad de nosotros, Tened

Piedad, Tened Misericordia, Tened Misericordia. ¡Oh! Dios Misericordia, Misericordia.

Por la Sangre del Cordero ten Piedad,

Por la Pasión del Cordero ten Misericordia,

Por las Llagas del Cordero ten Piedad.

Por Tu Hijo el Cordero de Dios escúchanos

Padre apiádate de nosotros por el Nombre Bendito de tu Hijo Jesús. Amén.

Os pido conversión URGENTE al Inmaculado Corazón de María, para mitigar estos horrores que sobrevendrán por los pecados, hijita, el mundo está navegando en una ciena inmunda, sumergido en toda clase de impurezas, ya imposible de comparar, ya que nunca se vio algo así desde su creación. El nauseabundo olor sube denso hasta Dios y hay pocas almas de oración, ya el castigo está a las puertas.

Mis ruegos detienen la Mano de Dios, Pido más oración, Especialmente de los CONSAGRADOS, que oren sin cesar y sobre todo di que amen a Dios, el que es SANTO, SANTO, SANTO.

¡ Y Que el Santo Temor a Dios vuelva a los corazones !

Los que crean estas palabras mías y se conviertan se salvarán. Da a conocer este mensaje hija, hoy como ayer URGENTE LLAMADO AL AMOR DE DIOS.

Te bendigo hijita de mi Corazón.

Amén, Amén, Amén.

www.inmaculadamadre-salta.org


Dios desea que todos nos salvemos y por eso manda a la Madre de Dios a avisarnos. Dios es infinitamente misericordioso pero por la economía de la salvación  y la libertad del hombre, hay que tener misericordia para obtener misericordia. Eso sí, si rechazamos la misericordia, se aplica la justicia imparcial. Dios es infinitamente justo. Así como un juez en la tierra no puede evitar seguir la ley penal y aplicar el castigo al criminal, sin arrepentimiento genuino, sin recurrir a la abogada, la Santísima Virgen María,

En la confesión pagamos nuestra culpa con la sangre de Jesús crucificado. Con las buenas obras, sufrimientos ofrecidos a Dios, e indulgencias pagamos lo adeudado a la Justicia, la Verdad y el Bien, para reparar el daño que provocamos con el pecado a nosotros mismos y a los demás.

Quienes creen en la resurrección y las delicias que Dios tiene preparadas a sus santos, desean la muerte ya mismo, si es voluntad de Dios. También desean que Dios les envíe grandes sufrimientos y la gracia para soportarlos con paciencia para ofrecerlos como sacrificios de reparación del pecado al sumarlos al de Jesús en la Misa, porque comprenden lo que significa el dolor que cada pecado causa a Dios, y saben lo que es el ciento por uno por cada “segundo” de eternidad.

Para entender todo esto es bueno leer el Diario de Santa Faustina, que se puede descargar gratis en www.divina-misericordia.org

La ira de Dios no es enojo ni venganza, sino lo contrario. Es un término para describir algo que mundanalmente parece ira por la violencia pero es lo opuesto. En la Biblia se habla de la copa que rebalsa: Jesús paga atemporalmente en la Cruz por cada uno de nuestros pecados que van llenando la copa, pero llega un momento en que la copa rebalsa y ya no puede hacer más por nosotros sin violar las reglas de la creación a las que se sujetó Satanás, el acusador que pide aplicarlas.

Todo buen padre sufre aún más que su hijito castigado, cuando debe aplicar un castigo preanunciado pacientemente a una mala acción que se repite una y otra vez. Jesús sufre los castigos en carne propia (realmente, porque los bautizados somos su propio cuerpo místico!) pero además sufre infinitamente más, porque es Dios infinito.

Comprender esto es importantísimo: nos hace valorar la necesidad de reparar por el pecado, principalmente a través de la Misa, la Adoración, el Rosario, el Via Crucis y la Coronilla de la Divina Misericordia (en ese orden).

13 XI 1935. Por la tarde, estando yo en mi celda, vi al ángel, ejecutor de la ira de Dios.  Tenía una túnica clara, el rostro resplandeciente; una nube debajo de sus pies, de la nube salía rayos y relámpagos e iban a las manos y de su mano salían y alcanzaban la tierra.  Al ver esta señal de la ira divina que iba a castigar la tierra y especialmente cierto lugar, por justos motivos que no puedo nombrar, empecé a pedir al ángel que se contuviera por algún tiempo y el mundo haría penitencia.  Pero mi suplica era nada comparada con la ira de Dios.  En aquel momento vi a la Santísima Trinidad.  La grandeza de su Majestad me penetró profundamente y no me atreví a repetir la plegaria.  En aquel mismo instante sentí en mi alma la fuerza de la gracia de Jesús que mora en mi alma; al darme cuenta de esta gracia, en el mismo momento fui raptada delante del trono de Dios.  Oh, que grande es el Señor y Dios nuestro e inconcebible su santidad.  No trataré de describir esta grandeza porque dentro de poco la veremos todos, tal como es.  Me puse a rogar (197) a Dios por el mundo con las palabras que oí dentro de mi.

Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los pecados.  Nunca antes había rogado con tal potencia interior como entonces.  Las palabras con las cuales suplicaba a Dios son las siguientes:  Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por nuestros pecados y los del mundo entero.  Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros.

Akita Japon, Historia de las apariciones

El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en la palma de la mano izquierda de Sor Agnes. Ésta le causaba un dolor muy vivo, el que recrudeció el 5 de julio. Sin embargo, siguió trabajando y ocupándose de la sacristía de la capilla.

El viernes 6 de julio de 1973, a las tres de la mañana, su ángel de la guarda se le aparece y le dice:

No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en reparación por los pecados de la humanidad. El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la Santísima Virgen María es mucho más profunda que la tuya. Ahora vamos hacia la capilla…

Al llegar a la capilla, el ángel desapareció mientras Sor Agnes se arrodillaba delante del altar frente al Sagrario, en adoración profunda. Al acercarse a la estatua de la Virgen María observa una herida que apareció en la mano de la misma, en forma de Cruz. Apenas lo hace, escucha una voz dulce y misteriosa proveniente de la estatua, mientras observa que ésta se transfigura, tornándose luminosa y viva. Sor Agnes era sorda, pero de una manera milagrosa recibe un primer mensaje de la Virgen:

«Hija mía, has sido muy obediente al desprenderte de todo. La enfermedad de tu sordera, ¿te hace sufrir?. Tú sanarás, ciertamente. Sé paciente. Esta es la última prueba. La herida en la mano, ¿te duele?… Ora en reparación por todos los hombres… Todas las religiosas que están aquí, son preciosas para mí. ¿Rezas de todo corazón la Oración de las Siervas de la Eucaristía? Si tú quieres, recémosla juntas… Ora mucho por el Papa, los obispos y los sacerdotes. Háblale a tu superior de lo que te he dicho hoy, y haz como él te diga».

Ese mismo día, 6 de julio de 1973, la herida en forma de cruz que apareció en la mano derecha de la estatua de la Virgen comienza a sangrar. El 25 de julio, Monseñor Ito (el Obispo del lugar) se dirige al convento para verificar el sangramiento en la mano de la estatua.

Sor Agnes sintió un dolor violento en la herida de la palma de su mano, cuando el 27 de julio, el ángel le dijo:

«Tus dolores terminarán hoy. Guarda con mucho celo el recuerdo de la sangre de María y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene un significado muy importante: ha sido hecha para obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo».

El 3 de agosto de 1973, Sor Agnes recibió el segundo mensaje de la Virgen:

«¿Hija mía, mi novicia, amas tú al Señor? Si tu amas al Señor, escúchame bien. Muchas personas en el mundo afligen al Señor. Deseo consoladores para su aflicción. Mi Hijo y yo deseamos almas que hagan reparación por los sufrimientos y la pobreza, por los pecados y las ingratitudes, para así poder apaciguar la cólera del Padre Eterno. Para que puedan entender cuán irritado está Él contra el mundo, les digo que el Padre prepara un gran castigo sobre toda la humanidad. Por las muchas insistencias ante mi Hijo, me fue posible, con dificultad, apaciguar la cólera del Padre. Pude hacerlo ofreciéndole los sufrimientos de su Hijo en la Cruz y mostrándole Su sangre, y ofreciéndole en Él la corte de amantísimas almas víctimas que lo consuelan. La oración, la mortificación, la pobreza, los actos que exigen sacrificio y valor pueden apaciguar la cólera del Padre… Con una sumisión total, obedece a tu superior. Él se mostrará benevolente y comprensivo y te dirigirá».

El 13 de octubre de 1973 (en el aniversario de la última aparición de Fátima, día en que se produjo el Milagro del Sol), la Virgen le da el tercer mensaje a Sor Agnes:

«Como ya lo había anunciado anteriormente, si los hombres no se convierten, el Padre dejará caer sobre toda la raza humana un gran castigo. Sin duda alguna, éste será un castigo terrible, más grave que el diluvio. Algo que nadie jamás ha visto. Fuego caerá del cielo. Con este castigo, una gran parte de la humanidad será aniquilada. Los sacerdotes morirán como los fieles… Ahora, la sola arma que quedará será: el rosario y la señal dejada por el Hijo. Recen cada día la oración del rosario… rueguen por los obispos, los sacerdotes. La acción del demonio ha penetrado hasta dentro de la Iglesia. Cardenales se opondrán contra cardenales y obispos contra obispos. Los sacerdotes que me honren serán menospreciados, vilipendiados, combatidos por sus hermanos religiosos. La Iglesia estará llena de gente comprometida. Por la acción del demonio, muchos sacerdotes y religiosos abandonarán sus vocaciones… La pérdida de muchas almas es la causa de mi dolor. Si los pecados continúan cometiéndose y desbordando la medida actual, aún el perdón de los pecados acabará por desaparecer. Con valor, transmite éste mensaje a tu superior».

La voz añade muy familiarmente:

«¿Deseas pedirme alguna cosa? Hoy es la última vez que tú me escucharás hablarte de viva voz. En adelante, tú obedecerás a mi enviado y a tu superior. Reza muchos rosarios. Todo el que confíe en mí se salvará».

El 6 de julio de 1973, la voz que salía de la estatua le había dicho a Sor Agnes:

«La enfermedad de tu sordera, ¿te hace sufrir? Tú sanaras, ciertamente».

Toda la credibilidad de los mensajes reposará finalmente sobre la realización de esta promesa. El día 13 de octubre de 1974, mientras saludaba al Santísimo Sacramento, Sor Agnes fue instantáneamente sanada de su sordera. La hermana misma telefoneó a monseñor Ito y le habló como una persona normal que no había estado enferma. El día siguiente, el médico dio este diagnóstico: «Facultad de oír normal». Esta recuperación del oído le duró a Sor Agnes seis meses, luego ella volvió a estar sorda otra vez. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. Pero nueve años más tarde ella sanaría definitivamente por un milagro de la Eucaristía, el último domingo del mes de mayo enen 1982, día de Pentecostés, durante la bendición con el Santísimo Sacramento.

La Religiosa Sor Agnes Sasagawa recibe en 1973 la visita de nuestra Amadísima Madre Celestial, con mensajes relacionados con la importancia del Jesús Eucarístico, el rol de María como Corredentora, Abogada y Mediadora, y la inminencia de difíciles épocas para la humanidad.

Sor Agnes recibe los estigmas de Jesús, mientras una imagen de madera de la Virgen María sangra desde llagas aparecidas en una de sus manos, y también emana sudor con una fragancia celestial, que inunda la Capilla del Convento de la Orden de las Hermanas Custodiadoras de la Eucaristía.

La misma imagen llora por 101 veces consecutivas, teniendo esta cifra un significado revelado en una aparición de su Ángel Custodio a la hermana Sasagawa.

El obispo del lugar envía a analizar las muestras de sangre, sudor y lágrimas, que se extrajeron de la imagen frente a una gran cantidad de testigos (con evidencias fotográficas y televisivas). Los análisis dictaminaron que se trataba de muestras de origen humano.

La hermana Sasagawa, que sufría de sordera, recibe el anuncio de la Virgen sobre su futura curación. La misma se produce durante una Ceremonia Religiosa, frente a la total falta de expectativas médicas, dando una evidencia más a los hechos ocurridos en Akita.

Finalmente, la Iglesia aprueba la aparición y autoriza la devoción respectiva, bajo la advocación de Nuestra Señora de Akita.

Akita tiende un puente entre dos apariciones fundamentales de nuestro siglo. La primera es Fátima, largamente conocida y difundida. En Akita se repite la esencia del mensaje de Fátima sobre la necesidad del mundo de arrepentirse, hacer oración de reparación, y la inminencia de un castigo de Dios a esta humanidad alejada. La segunda referencia es hacia una aparición poco difundida, pero central por su contenido: Nuestra Señora de Todos los Pueblos, en Amsterdam, Holanda, producida desde el año 1945. Allí María introduce su pedido referido a la necesaria aprobación por parte de la  Iglesia, del quinto y último dogma de Fe Mariano: María como Corredentora, Abogada y Mediadora.

San Luís Grignon de Monfort en el siglo XVIII escribió sobre María en estos términos, pero en Amsterdam y Akita María en persona reafirma la importancia de completar los cinco dogmas de Fe Marianos, dándole a la Pastora de los tiempos finales el rol en la tierra que Jesús le asignó, y que estaba ya escrito desde el libro del Génesis, 3:15.

La vidente?

Sor Agnes Sasagawa, una Hermana de la Orden de las Custodiadoras de la Eucaristía, en un Japón donde sólo el 0,3 % de la población es Católica.

Japón había visto en los siglos anteriores la continuación de la acción iniciada por San Francisco Javier (siglo XVI), con persecución y Mártires surgidos en  defensa de la Fe en Cristo. No era precisamente una sociedad donde se conocieran las referencias sobre Fátima u otras apariciones ocurridas en las décadas anteriores. Particularmente en el convento de Akita poco se conocía sobre estos hechos, concentrándose las cohermanas en la Adoración Eucarística, que era el centro de la vida de la congregación.

La Hermana Sasagawa sufría de una aguda sordera, enfermedad que jugó un rol importante en el desarrollo de la aparición y en su aprobación posterior por parte de la Iglesia.

Una vez más el Cielo elige el lugar y la persona aparentemente menos indicada para recibir sus revelaciones. Sin embargo, este hecho en sí mismo, es una clave de la virtud que Dios más nos demanda: la humildad.

A los más pequeños, a los más ignorantes, a los que acepten los mandatos de Dios sin planteamientos ni pretensiones de comprender la lógica Divina, se les abren de par en par las puertas del paraíso.

En 1969, la Hermana Agnes  (entonces una postulante a la Orden), recibió un mensaje mientras se encontraba orando. Un ser angelical apareció ante ella y le dijo que rezara al final de cada diez cuentas del Rosario, esta oración:

«Oh mi Jesús, perdona nuestros pecados; sálvanos del fuego del infierno; guía a todas las almas al Cielo, especialmente a aquellas más necesitadas.»

Aunque Sor Agnes lo desconocía, este fue uno de los rezos dados a los niños de Fátima más de sesenta años antes. Lo que iba a suceder años después fortaleció más aún el acercamiento de los hechos de Akita con las apariciones de Fátima.

En junio de 1973, los días 12, 13 y 14, siendo Sor Agnes ya religiosa, vio unos rayos luminosos que salían del Sagrario de la capilla. Ella luego escribió en su diario personal: «..De pronto una luz deslumbrante salió del Santísimo Sacramento. Como en una ocasión anterior, algo como niebla o humo empezó a juntarse alrededor del altar y de los rayos de luz. Entonces aparecieron una multitud de seres semejantes a los ángeles, que rodearon el altar en adoración ante la Hostia. El brillo de la Hostia era tal que no podía mirarla directamente. Cerrando los ojos, me postré instintivamente…».

A partir del 4 de enero de 1975 comienza el fenómeno de la lacrimación de la estatua, el cual duró hasta el 15 de septiembre de 1981. Monseñor Ito fue testigo ocular de las lágrimas derramadas por los ojos de la estatua, que lloró 101 veces, incluso ante las cámaras de televisión que acudieron al lugar.

El día que comenzó la lacrimación, el ángel se apareció a Sor Agnes y le dijo:

«No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas y, para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción por su gloria y la de su Hijo».

El propio Obispo Monseñor Ito envió para su análisis (sin identificar el origen), las muestras de sangre, lágrimas y sudoración. El resultado fue terminante: se trataba de muestras de origen humano, aunque de forma curiosa, el tipo de sangre resultó distinto de acuerdo a las distintas fechas en que se extrajeron las muestras.

El Padre Yasuda, director espiritual de la Hermana Agnes, fue testigo del llanto de la imagen 98 de las 101 veces que vertió lágrimas.

Cientos de personas vieron el milagro del llanto y la fe no era necesaria para atestiguarlo.



Una vez más, se repiten los mensajes referidos a la crisis moral y espiritual de la humanidad, a las fracturas dentro de la Iglesia, a la inminencia del castigo anunciado en las Sagradas Escrituras en los libros de Daniel, Zacarías, Ezequiel, en los cuatro Evangelios, en las cartas de los Apóstoles y en el libro del Apocalipsis.

Es un mensaje de alerta, de invitación a la Fe.

Quienes tomemos ese mensaje como una tabla de salvación para nuestro propio beneficio, en defensa de nuestra alma, tendremos una oportunidad de llegar a gozar de la vida eterna, en presencia de Jesús y María. Hagámoslo, e invitemos a otros a transitar con alegría y paz de espíritu, el mismo camino!

Reinadelcielo