¡Oh María!, soberana de mi vida y de mi conducta, dispón de mí y de todo lo que me pertenece, para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.

junio 1, 2011

¡Queridos hijos! Mi oración hoy es para todos ustedes que buscan la gracia de la conversión. Llaman a la puerta de mi Corazón, pero sin esperanza ni oración, en el pecado, y sin el sacramento de la Reconciliación con Dios. Abandonen el pecado y decídanse, hijitos, por la santidad. Solamente así puedo ayudarlos y escuchar vuestras oraciones e interceder ante el Altísimo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado! Mensaje dado el 25 de Mayo de 2011

Santa María, Madre de Dios y Madre de los hombres,ruega por nosotros..


Oremos

Consagración al Corazón Inmaculado de María

Oh, Corazón Inmaculado de María,

ardiente de bondad,

muéstranos tu amor.

Que la llama de tu Corazón, Oh María,

descienda sobre todas las personas.

Te amamos inmensamente.

Imprime un amor verdadero en nuestro corazón.

Que nuestro corazón por ti suspire.

Oh, María, dulce y humilde de corazón,

acuérdate de nosotros cuando pecamos.

Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores.

Mediante tu sacratísimo y maternal corazón,

cúranos de toda enfermedad espiritual.

Haz que seamos capaces de ver la belleza de tu corazón maternal,

y así poder ser convertidos por la llama de tu corazón. Amén.

mensaje a Mirjana del 2 de enero del 2000:
«Nunca como hoy mi corazón pide vuestra ayuda. Yo, vuestra Madre, ruego a mis hijos para que puedan ayudarme a realizar aquello por lo que el Padre me ha enviado. Él me ha enviado en medio de vosotros porque su amor es grande. En este tiempo grande y santo en el que habéis entrado orad de un modo especial por aquellos que no han sentido el amor del Señor. Orad y esperad.»

“No os sintáis extraños al destino
del mundo, sino sentiros piedras
preciosas de un bellísimo mosaico
que Dios, como gran artista, va
formando día a día…ofreciendo
nuestro dolor a Dios a través de
Cristo, podemos colaborar en la
victoria del bien sobre el mal, porque
Dios hace fecundo nuestro
ofrecimiento, nuestro acto de
amor”.
Benedicto XVI

Alégrate, llena de gracia…”, exclama el Angel en su visita a la Virgen de Nazaret,revelándole así su identidad mas profunda,el “nombre”, por así decir, con el que Dios mismo la conoce: “llena de gracia”.

La llena de gracia, la Inmaculada, es fuente de luz interior, de esperanza y de consuelo.En medio de las pruebas de la vida y sobre todo ante las contradicciones que el hombre hoy día afronta en su entorno y dentro de sí, Maria, Madre de Cristo, nos dice que la gracia es mayor que el pecado, que la misericordia de Dios es más poderosa que el mal y sabe transformar a éste en bien. Por desgracia a diario experimentamos el mal, que se muestra de muchas maneras en las relaciones y en los eventos, pero que en realidad tiene su raíz en el corazón del hombre, un corazón herido, enfermo e incapaz de curarse por sí mismo.» Extraido del diario Eco de Medjugorge.

«La intercesión de la Virgen Madre de Dios, que todos buscamos, Ella la dirige a nuestra conversión, a nuestra santidad. Esto es lo que desea, que todos estemos donde Ella está. Pero, entre el deseo de la Virgen, que es la misma voluntad de Dios, o sea la salvación de todos los hombres, y en concreto nuestra propia salvación, media nuestra voluntad. 

 La Virgen nos pide que nos unamos a Dios en la oración del corazón, en esa oración que nos abre a la aceptación de la gracia, a la luz que nos muestra nuestra situación de pecado, a la voluntad de caminar hacia el Salvador, a confesar nuestras culpas para alcanzar el perdón del Señor por medio del sacramento que Él mismo dio a su Iglesia para nuestra salvación.»

¡Dichoso al que perdonan su culpa

y su pecado queda perdonado!

 Guardaba yo silencio y se consumían mis huesos…

  Reconocí mi pecado y no te oculté mi culpa;

me dije: “Confesaré al Señor mis rebeldías”.

Y tú absolviste mi culpa, perdonaste mi pecado…” (Salmo 32).

P. Justo Antonio Lofeudo
www.mensajerosdelareinadelapaz.org

Oremos Junto a Maria Santisima

Que todos los pecadores tengamos arrepentimiento.
Que los enfermos tengan la salud.
Que en el purgatorio logren las ánimas refrigerio.
Y que este santo sacrificio tenga efecto
tan completo en toda la cristiandad,
que alcancemos por su medio,
el ir a alabar a Dios en tu compañía
en el cielo. Amén.»

Novena  de  la  confianza.

Madre amable de mi vida
Auxilio de los Cristianos,
La gracia que necesito

Pongo en Tus benditas manos.
Dios te salve María…

Tú que sabes mis pesares
Pues todos te los confío
Da la paz a los turbados
Y alivio al corazón mío.
Dios te salve María…

Y aunque Tu amor no merezco
No recurriré a Tì en vano
Pues eres Madre de Dios
Y auxilio de los Cristianos.
Dios te salve María…

Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar,
si rezo con tus labios Jesús me escuchara.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar,
es tu lengua, paterna de gracia y santidad.

Dame tus labios, Madre, que quiero trabajar,
entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi maldad,
cubriendo con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar,
si tu me das Cielo, que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar,
esta será mi dicha por una eternidad.

María, Madre de misericordia, muestra a tus hijos el Corazón de Jesús, que tú viste abierto para ser siempre fuente de vida.

María, presente en medio de los discípulos, tú haces cercano a nosotros el amor vivificante de tu Hijo resucitado.

María, Madre atenta a los peligros y a las pruebas de los hermanos de tu Hijo, tú no cesas de conducirles por el camino de la salvación.

Juan Pablo II

Las oraciones son gentileza del sitio Siembra Amor. Blogspot.com

Consagrate al Corazon Inmaculado de Maria y dile con tu corazon «Quiero ser totalmente tuyo Madre Mia…»


Haz que la llama de tu Corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres.

enero 28, 2011

¡Queridos hijos! También hoy estoy con ustedes y los miro y los bendigo, y no pierdo la esperanza de que este mundo cambie para bien y la paz reine en los corazones de los hombres. La alegría reinará en el mundo porque se han abierto a mi llamado y al amor de Dios. El Espíritu Santo está cambiando a una multitud que ha dicho sí. Por eso deseo decirles: gracias por haber respondido a mi llamado.

virgen maria

Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros.


“La alegría reinará en el mundo porque se han abierto a mi llamado y al amor de Dios”

Aquí está la razón de porqué el mensaje es particularmente alentador y consolador. La razón es que estamos abriéndonos a sus mensajes de salvación, al amor de Dios. Es decir que no somos meros lectores de los mensajes. Los estamos poniendo en práctica, estamos viviendo lo que nos viene pidiendo.

Y cuando nos abrimos a la acción de Dios, cuando le decimos que sí a Dios, a través de la entrega a María Santísima, el “Espíritu Santo nos cambia”, obra la conversión en nosotros y nosotros, nos dice, somos muchos. Esta multitud que se va dejando convertir por Dios se va multiplicando, porque cada uno a su vez se vuelve instrumento de conversión de otros.

Bien podemos imaginar la despedida que nos hace la Madre de Dios con lágrimas de alegría en sus celestiales ojos:
“Por eso deseo decirles: gracias por haber respondido a mi llamado”

Ante una noticia como la de este mensaje, ante una alegría tan grande de nuestra Madre y Señora, cómo no vamos nosotros también a estar contentos. Ella refuerza nuestra esperanza. Un horizonte de luz se abre frente a nuestras vidas. Un horizonte de luz en medio de las tinieblas del mundo.Nada debemos temer porque nuestra Madre Santísima está con nosotros. Desde hace casi treinta años está con nosotros de una manera nueva para prepararnos y acompañarnos en tiempos que ya se están mostrando particularmente difíciles y duros. Ella nos mira, nos observa no desde la distancia sino desde la cercanía de la Madre que con su mirada atenta cuida de sus hijos para protegerlos o para alzarlos si tropiezan y caen. Ella nos bendice. Su presencia es pura bendición de Dios hacia nosotros.

Si quieres ver el comentario del Padre completo haz click aqui.

 

Oración al Corazón Inmaculado de María:


Oh Corazón Inmaculado de María, lleno de bondad, muéstranos tu amor por nosotros. Haz que la llama de tu Corazón, oh María, descienda sobre todos los hombres.

Nosotros te amamos inmensamente. Imprime el amor verdadero en nuestros corazones.

Haz que nuestros corazones tengan un deseo continuo de Ti.

Oh María, dulce y humilde de corazón. Acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado.

Tú sabes que todos los hombres pecan. Por medio de tu Corazón Inmaculado y materno, haz que seamos sanados de toda enfermedad espiritual.

Haznos capaces de contemplar la bondad de tu Corazón maternal, a fin de que podamos convertirnos por la llama de tu Corazón. Amén.

Oración al Sagrado Corazón de Jesús:


Oh Jesús, sabemos que Tú eres manso y humilde de corazón y que has ofrecido Tu Corazón por nosotros.

Está coronado de espinas por nuestros pecados. Sabemos que incluso hoy Tú pides por nosotros, a fin de que no nos perdamos.

Jesús, acuérdate de nosotros cuando estemos en pecado. Por medio de Tu Corazón Sacratísimo, haz que nos amemos unos a otros.

Haz que el odio desaparezca entre los hombres.

Muéstranos Tu amor, todos nosotros Te amamos y queremos que nos protejas con Tu Corazón de Buen Pastor. ¡Entra a cada corazón, oh Jesús! ¡Llama a la puerta de nuestros corazones! Sé paciente y perseverante.

Nosotros seguimos cerrados porque aún no hemos entendido Tu voluntad. Llama continuamente, oh Jesús, y haz que Te abramos nuestros corazones, al menos en el momento en que recordemos Tu Pasión sufrida por nosotros. Amén.

Oración a María Reina de la Paz: ¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz! Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios. Alcánzanos la gracia de no sólo decir: ¡Hágase en mí según Tu voluntad!, sino vivirla tal como Tú lo hiciste. Ponemos en Tus manos nuestras manos, a fin de que puedas conducirnos a Jesús en medio de todas las aflicciones y pesares. Por Cristo, Nuestro Señor. Amén. Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias…

 

Lo que La Virgen Santisima nos pide


Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño, puro y cristalino como una fuente. Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas;

febrero 14, 2010

A vosotros mis hijos los que cargáis pesadas cruces, os digo que tengáis esperanza en el Señor. Que no desfallezcan vuestras fuerzas, no bajéis los brazos, perseverad en la oración al “Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”. Miradlo a El y ofrecedle todos vuestros sufrimientos y penas, y así os sentiréis aliviados y confortados por su AMOR.

Oren al Padre que está en los Cielos,

Oren al Padre que está en los Cielos,

Santa María, Madre de Dios, consérvame un corazón de niño, puro y cristalino como una fuente. Dame un corazón sencillo que no saboree las tristezas; un corazón grande para entregarse, tierno en la compasión; un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por ningún mal. Fórmame un corazón manso y humilde, amante sin pedir retorno, gozoso al desaparecer en otro corazón ante tu divino Hijo; un corazón grande e indomable que con ninguna ingratitud se cierre, que con ninguna indiferencia se canse; un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo, herido de su amor, con herida que sólo se cure en el cielo.

Meditacion con los mensajes de Nuestra Santisima Madre

31 de Agosto de 1990

Hijos míos:

El Rosario no debe usarse como amuleto de la suerte, mediante el rezo diario del Santo Rosario, invocamos la protección divina y reverenciamos a Dios.

A nuestros queridos jóvenes, les pido que vuelvan sus ojos a Jesús, para salvar al mundo del pecado en que está sumergido.

La oración diaria y sencilla, agrada a Nuestro Señor más que nada.

Rezad todos con gran devoción y se os dará la paz a los espíritus que se prepararán para el Señor.

Os bendeciré. Amén.

18 de Octubre de 1990

María hija mía:

Quiero que reces por la Paz del mundo y que hagas penitencia y se la ofrezcas al Señor tu Dios.

Amén.

23 de Octubre de 1990

( mientras rezaba el rosario)

En este día tuve una visión de la Santísima Madre, toda de blanco de la cabeza a los pies. Primero extendió sus brazos, y de sus manos salieron, luces extraordinariamente blancas y transparentes. Su semblante hermosísimo, estaba intensamente triste y su rostro hacia abajo. Luego juntó sus manos en actitud de oración y mirando hacia arriba, se fue sin pronunciar una sola palabra.

8 de Diciembre de 1990

( estando en oración la Santísima Madre dijo):

“YO SOY MARIA, MADRE DE TODOS LOS DOLORES y NUESTRA SEÑORA DE LAS LAGRIMAS”

Me habló de todas las ofensas que se hacen al Señor permanentemente, y me mostró el Divino CORAZON DE JESUS coronado de espinas.

5 de Enero de 1996

Oren unos por otros mis hijos, recuerden que Dios quiere lo mejor para vosotros. Sean solidarios en la oración con vuestros hermanos que sufren, después  de pedir por vuestras necesidades pidan por otros.

Ustedes no viven solos, por el Amor Infinito de Dios tienen hermanos y deben compartir el Amor y la Paz del Señor.

Bendigan a Dios y bendigan a los hermanos, y así os haréis agradables a los ojos de Dios. Recibiréis grandes beneficios espirituales y la Paz de Dios vendrá a vuestros corazones.

Vivid esto, como os lo enseño.

Amén. Aleluya. Amén. Aleluya.

25 de Mayo de 1996

¡¡Benditos sean mis hijos!!

Hoy he venido a traerles la Bendición y el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, para que todos os convirtáis.

Os acompañaré en el camino de la purificación, seré la luz que guíe vuestros pasos.

Consagraos al divino Corazón Eucarístico de Jesús y al Inmaculado Corazón de María y veréis brillar la luz en vuestros corazones.

La puerta está abierta mis hijos, venid a Mi y os acompañaré a cruzar el umbral. Gracias por escucharme.

Os amo a todos.

Hoy mientras estaba en oración vi a la Santísima Virgen que con gran esplendor y gloria bajaba del Cielo con Ángeles vestida de blanco, manto azul celeste y velo blanco. Con sus manos juntas en actitud de oración y una leve sonrisa en su hermosísimo rostro.

Mi alma quedó elevada ante la solemnidad de la visión. Frente a la Ssma. Virgen apareció una estrella que brillaba como el sol. La Virgen Santísima se arrodilló en profunda adoración, después solo ví en medio de la luz dorada la SANTA HOSTIA y el Corazón herido de Jesús y la voz de la Ssma. Virgen que decía:

“Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”.

“Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”.

“Bendito y adorado sea el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús”.

Después de esto la Madre me dijo:

“SOY LA INMACULADA MADRE

DEL DIVINO CORAZON EUCARISTICO DE JESUS”.

Le pregunté:

¿Así quieres ser nombrada?.

y  Ella  dijo:

“Sí,  así me conoceréis”.

Y luego con dulce sonrisa levantó su mano y bendijo ampliamente y ascendió. 13 de septiembre de 1996

Sitio Oficial de Nuestra Santisima Madre

Ora, sonríe y bendice a todos tus hermanos. Que la paz de Dios sea tu permanente compañía.31 de Diciembre de 1996

La Trinidad Santa, está presente en el Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús.

Nuestra Santa Madre nos pide que adoremos a Jesus en el Santísimo Sacramento del Altar, diciendo esta oracion:

Sacratísimo Corazón Eucarístico de Jesús, Yo Confío inmensamente en Tu Misericordia. Te pido humildemente que me des la fe que necesito para abandonarme a tu Infinita Misericordia, por que ya se han agotado mis recursos humanos y ahora sólo me cabe volverme con confianza a tu Infinita Compasión, porque sé que TU no desoirás mi súplica. Aquí estoy Señor a tus pies pidiendo con fervor arregles todas mis cosas y problemas, según tu Amor y beneplácito divino, que sé, será lo mejor para mí, concédeme lo que te estoy pidiendo, si es para bien de mi alma.

¡Toma Señor! Mi problema.

¡Toma, mi corazón ! Yo confío en Tí, Corazón Eucarístico de Jesús.

¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!

¡Yo Confío en Tí Corazón Eucarístico de Jesús!

Te invito a meditar todos estos mensajes de La Inmaculada Madre del Divino Corazon Eucaristico de Jesús y a consagrarte con este video gentileza de Youtube.





Ayúdanos,Madre, para que nuestro corazón se eleve hacia Vos, como el de un niño. Haz, Madre Nuestra, que nuestro corazón esté radiante de paz, Amén.

enero 29, 2010

Soy todo tuyo María

Virgen María, Madre mía, me consagro a ti

y confío en tus manos toda mi existencia.

Acepta mi pasado con todo lo que fue.

Acepta mi presente con todo lo que es.

Acepta mi futuro con todo lo que será.

Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy, todo lo que he recibido de Dios.

Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón.

Deposito en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores,

mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegrías.

Custodia mi vida y todos mis actos para que le sea más fiel al Señor y con tu ayuda alcance la salvación.

Te confío ¡Oh María! mi cuerpo y mis sentidos

para que se conserven puros y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.

Te confío mi alma

para que tú la preserves del mal.

Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya;

hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.

Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud,

para que tú me ayudes a no envejecer en la fe.

Te confío mi capacidad y deseos de amar;

enséñame y ayúdame a amar como tú has amado

y como Jesús quiere que se ame.

Te confío mis incertidumbres y angustias

para que en tu corazón yo encuentre seguridad,

sostén y luz en cada instante de mi vida.

Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida.

Acepto las renuncias y sacrificios que esta elección comporta

y te prometo, con la gracia de Dios y con tu ayuda,

ser fiel al compromiso asumido.

¡Oh María!, soberana de mi vida y de mi conducta,

dispón de mí y de todo lo que me pertenece,

para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.

¡Oh María! Soy todo tuyo

y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre. ¡Amén!

Virgen Maria

Somos tus Hijos, Madre!

La oración y la mortificación deben acompañar a todo apostolado. Solo la gracia puede mover a la voluntad a asentir a las verdades de la fe. Con la ayuda del Señor superamos los obstáculos.

La vida de fe de un cristiano corriente lleva, en muchas ocasiones, a un flujo continuo de adquisición y transmisión de la fe: Os entrego lo que recibí, decía San Pablo a los cristianos de Corinto. La fe de la Iglesia es fe viva, porque es continuamente recibida y entregada. De Cristo a los Apóstoles, de estos a sus sucesores. Así, hasta hoy: resuena siempre idéntica a sí misma en el Magisterio vivo de la Iglesia. La doctrina de la fe es “recibida y entregada” por la madre de familia, por el estudiante, por el empresario, por la empleada de comercio… ¡Qué buenos altavoces tendría el Señor si nos decidiéramos todos los cristianos –cada uno en su sitio– a proclamar su doctrina salvadora, como hicieron nuestros hermanos en la fe! Id y enseñad…, nos dice a todos el mismo Cristo. Se trata de la difusión espontánea de la doctrina, de modo a veces informal,  que realizaron los primeros cristianos: de familia a familia; entre compañeros del mismo trabajo, entre vecinos, entre los padres de un colegio; en los barrios, en los mercados, en las calles. El trabajo, la calle, el colegio profesional, la Universidad, la vida civil… se convierten entonces en el cauce de una catequesis discreta y amable, que penetra hasta lo más hondo de las costumbres de la sociedad y de la vida de los hombres. “Créeme, el apostolado, la catequesis, de ordinario, ha de ser capilar: uno a uno. Cada creyente con su compañero inmediato.

“A los hijos de Dios nos importan todas las almas, porque nos importa cada alma”. ¡Cómo conmoverán el corazón de Dios esas madres, sin tiempo muchas veces, que pacientemente explican las verdades del Catecismo a sus hijos… y quizá a los hijos de sus vecinas y amigas! ¡O el estudiante que se traslada al barrio, quizá lejano, para explicar las mismas verdades…, aunque tenga que esforzarse para preparar el examen que tiene a los pocos días y en el que ha de sacar buena calificación!

Ahora, cuando en tantos lugares y con tantos medios se ataca la doctrina de la Iglesia, es necesario que los cristianos nos decidamos a poner todos los medios para adquirir un conocimiento hondo de la doctrina de Jesucristo y de las implicaciones de estas enseñanzas en la vida de los hombres y en la sociedad. Amar a Dios con obras significará en muchos casos dedicar el tiempo oportuno a esa formación: estudio, esmero en la lectura espiritual, estar atentos en las charlas de formación que oímos… Aprovechar también esos días de descanso, en los que se puede disponer de más tiempo. Amar a Dios con obras será apreciar esas verdades, que tienen su origen en el mismo Cristo, como un tesoro que hemos de amar y meditar con frecuencia. Nadie da lo que no tiene: y para dar doctrina hay primero que tenerla.

Hemos de empezar por pedirle al Señor que nos aumente la fe:, haz que yo crea más y más en Ti, suplicamos en el himno eucarístico de Santo Tomás de Aquino. De este modo podremos decir, también con palabras de este himno: “creo todo lo que me ha dicho el Hijo de Dios; nada es más verdadero que esta Palabra de verdad”. Con una fe robustecida, nos dispondremos a ser instrumentos en manos del Señor, que concede la luz a las mentes oscurecidas por la ignorancia y el error. Solo la gracia de Dios puede mover la voluntad para asentir a las verdades de la fe.

Por eso, cuando queremos atraer a alguno a la verdad cristiana, debemos acompañar ese apostolado con una oración humilde y constante; y, junto a la oración, la penitencia: una mortificación, quizá en detalles pequeños referentes al trabajo, a la vida familiar…, pero sobrenatural y concreta.

Ante las barreras que algunas veces encontraremos en ambientes difíciles, y ante obstáculos que puedan parecer insuperables, nos llenará de optimismo recordar que la gracia del Señor puede remover los corazones más duros, que es mayor la ayuda sobrenatural cuanto mayores sean las dificultades que encontremos.

Señor, ¡enséñanos a darte a conocer! También hoy las muchedumbres andan perdidas y necesitadas de Ti, ignorantes y tantas veces sin luz y sin camino. Santa María, ¡ayúdanos a no desaprovechar ninguna ocasión en la que podamos dar a conocer a tu Hijo Jesucristo!, ¡guíanos para que sepamos ilusionar a otros muchos en esta noble tarea de difundir la Verdad!

Oremos:

Ven Espíritu Santo, mora en mí

*      Espíritu Santo ilumínanos y santifícanos

*      María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos

*      María, Madre de Gracia y Madre de Misericordia en la vida y en la muerte ampáranos gran Señora

*      Virgen Santísima no permitáis que vivamos ni muramos en pecado mortal

*      Por las ánimas benditas del purgatorio, te suplicamos Señor que les des el descanso eterno
por tu Bendita  Pasión

*      Santos Ángeles de la Guarda velad sobre nosotros

Ave Maria Purisima Sin Pecado Concebida.

Dios Te Salve Maria llena eres de gracia El Señor es contigo, Bendita eres entre todas las mujeres y Bendito es el Fruto de Tu Vientre Jesús.

Santa Maria Madre de Dios, Ruega por nosotros pecadores, Ahora y en la Hora de Nuestra muerte, Amén.

Adoración Eucarística comunitaria guiada

Rezo del Santo Rosario meditado y con cantos, a cargo del Grupo Magnificat, en San Carlos - Basílica de María Auxiliadora - Hipólito Yrigoyen y Quintino Bocayuva - Buenos Aires, de 17 a 19 hs.

La Sma. Virgen pide a Mirjana la oración por los no creyentes o – como los llama la Virgen- los que no conocen el amor de Dios:
“Son mis hijos. Sufro por ellos. No saben lo que les espera. Deben orar más por ellos… Éste es tiempo de gracia y conversión. Es necesario aprovecharlo bien” (25/10/85).

“Ángel mío, ruega por los no creyentes… Éste es, ¡ahora!, el tiempo de la conversión. Oren por ellos” (15/8/85).

“¡Oren y oren!. Son muchas las personas que abandonaron a Jesucristo,… Esto me hace mucho mal. ¡Si pudiesen convertirse! ¡Cuán numerosos son los incrédulos!”
Junto a la Reina de la Paz oramos los días 2 de cada mes por su intenciones.

Bendito y Alabado Sea El Santisimo Sacramento del Altar, Sea Por Siempre Bendito y Alabado.

Gloria al Padre, al Hijo y Al Espiritu Santo como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos Amén.



¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición. Hijitos, compartan esa paz y bendición en amor con los demás.

diciembre 28, 2009

Maria Nuestra Madre Santisima nos habla y nos llama a orar junto a Ella en este nuevo nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo

Mensaje del dia 25 de Diciembre de 2009

¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición. Hijitos, compartan esa paz y bendición en amor con los demás. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Aparición anual a Jakov del 25 de diciembre

La Virgen vino también hoy con un vestido dorado y con el Niño Jesús en brazos. La aparición comenzó a las 14:35, duró 12 minutos y dio el siguiente mensaje:

¡Queridos hijos! Todo este tiempo en que Dios, de manera especial me ha permitido estar con ustedes, deseo guiarlos por el camino que conduce a Jesús y a vuestra salvación. Hijitos míos, solamente en Dios pueden encontrar la salvación, y por eso, especialmente en este día de gracia, con el Niño Jesús en brazos, los invito a que le permitan a Jesús que nazca en sus corazones. Solamente con Jesús en el corazón, pueden emprender el camino de la salvación y de la vida eterna. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del dia 2 de Diciembre de 2009, dado por medio de Mirjana

Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, yo, como Madre, deseo indicarles qué es lo más importante para vuestra alma. ¿Puede mi Hijo nacer en ella? ¿Está por el amor purificada de mentiras, soberbia, odio y maldad? ¿Ama vuestra alma por encima de todo a Dios como Padre y al hermano en Cristo? Yo les indico el camino que elevará vuestra alma a la completa unión con mi Hijo. Deseo que mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría sería para mí, Madre! Gracias.

visite el sitio de los mensajeros de la reina de la Paz en el siguiente link www.mensajerosdelareinadelapaz.org

Yo necesito de ustedes.
Los llamo y les pido vuestra ayuda. Reconcìliense con ustedes mismos, con Dios y con vuestro pròjimo, después, ayùdenme. Conviertan a los incrédulos.
Enjugen las làgrimas de mi rostro

La unión con María ofrece a los más pobres los frutos de la unión mística que sólo encontramos en las séptimas moradas: la infancia espiritual, la intimidad con la vida trinitaria, el deseo intenso de sufrir en unión con la pasión redentora de Cristo, el total abandono a la voluntad de Dios y gracias de intimidad casi constantes.

Tradicionalmente la vida de unión con María, unida a Dios, se manifiesta como una luz que Dios concede al final de la noche del espíritu, como un grado suplementario y más íntimo de la unión.

Por la consagración al Corazón Inmaculado de María, el más sencillo de hijos de la Virgen goza de las ternuras y de los auxilios reservados habitualmente al novio o al esposo.

Consagrar y sacrificar significan etimológicamente lo mismo: hacer sagrado por medio de una ofrenda a Dios. La finalidad de la consagración es la de sacrificarse totalmente por amor, pero en el Corazón de María, esto es, de la manera más dulce y tierna.

Todo aquello que no podemos cargar nosotros mismos se lo ofrecemos a ella, para que al igual que en el sacrificio de la Misa, por la consagración, el amargo pan de la miseria se convierta en dulce pan de ángeles. Cuando se comprende este principio redentor, concebido por la Sabiduría divina, se tiene ansias de colaborar con la Virgen en la consagración de sí mismo y del mundo como lo ha hecho de manera tan explícita Juan Pablo II al retirarse de Czestochowa:

«Madre de la Iglesia, nuevamente me consagro a ti, a tu maternal esclavitud de amor: ¡Totus tuus! ¡Soy todo tuyo! ¡Te consagro toda la Iglesia, donde quiera que esté, hasta las extremidades de la tierra! Te consagro la humanidad; te consagro todos los seres humanos, mis hermanos; todos los pueblos y todas las naciones. Te consagro Europa y todos los continentes. Te consagro Roma y Polonia unidas a través de tu servidor por un nuevo lazo de amor, ¡Oh Madre, dígnate aceptar esta consagración! ¡Oh Madre, no nos abandones! ¡Oh Madre, guíanos!»

La palabra de Jesús debe interpelarnos de una manera imperiosa: al final de los tiempos el amor de un gran número se enfriará (Mt 24,12). La finalidad de la consagración es que seamos capaces, entregándonos al Corazón de María, de llegar a amar con un amor divino.

Además de la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, los dos libros indispensables para la formación de un cristiano para los tiempos que se avecinan, son, sin ninguna duda, el Tratado de la verdadera devoción a María de san Luis María Grignion de Montfort (que será citado en el retiro bajo las siglas VD o SM para el Secreto de María), e Historia de un Alma de santa Teresita del Niño Jesús, proclamada doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1979. Teresita viene a completar las enseñanzas de Grignion de Montfort mostrando que el caminito por el cual triunfa la misericordia forma parte del secreto de Dios para los últimos tiempos.

Para información sobre el libro, ver  en Material de Difusión la sección Libros

Para información sobre el Retiro de Consagración, puede escribirse a:

cmariareina@mensajerosdelareinadelapaz.org

para mas informacion acerca de la comunion de Maria

hacer click aquí

oremos

Soy todo tuyo María

Virgen María, Madre mía, me consagro a ti

y confío en tus manos toda mi existencia.

Acepta mi pasado con todo lo que fue.

Acepta mi presente con todo lo que es.

Acepta mi futuro con todo lo que será.

Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy,

todo lo que he recibido de Dios.

Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón.

Deposito en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores,

mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegrías.

Custodia mi vida y todos mis actos

para que le sea más fiel al Señor

y con tu ayuda alcance la salvación.

Te confío ¡Oh María! mi cuerpo y mis sentidos

para que se conserven puros y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.

Te confío mi alma

para que tú la preserves del mal.

Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya;

hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.

Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud,

para que tú me ayudes a no envejecer en la fe.

Te confío mi capacidad y deseos de amar;

enséñame y ayúdame a amar como tú has amado

y como Jesús quiere que se ame.

Te confío mis incertidumbres y angustias

para que en tu corazón yo encuentre seguridad,

sostén y luz en cada instante de mi vida.

Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida.

Acepto las renuncias y sacrificios que esta elección comporta

y te prometo, con la gracia de Dios y con tu ayuda,

ser fiel al compromiso asumido.

¡Oh María!, soberana de mi vida y de mi conducta,

dispón de mí y de todo lo que me pertenece,

para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.

¡Oh María! Soy todo tuyo

y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre. ¡Amén!

Súplica a Dios

La Sma. Virgen le dictó la siguiente oración a Jelena el 22/6/85, aconsejándole que la recitasen en su grupo de oración:

Oh, Dios, nuestro corazón está en profunda oscuridad,

a pesar de nuestra unión a tu Corazón.

Nuestro corazón se debate entre Vos y satanás.

¡No permitas que eso ocurra!

Todas las veces que el corazón está dividido

entre el bien y el mal,

que sea iluminado por tu luz

y que reencuentre la unidad.

No permitas nunca

que en nosotros haya dos amores,

que puedan en nosotros coexistir dos creencias.

Que nunca cohabiten en nosotros

la mentira y la sinceridad,

el amor y el odio,

la honestidad y la deshonestidad,

la humildad y el orgullo.

Ayúdanos, en cambio,

para que nuestro corazón se eleve hacia Vos, como el de un niño.

Haz, Señor, que nuestro corazón esté radiante de paz

y que de ella tenga siempre nostalgia.

Haz que puedan habitar en nosotros

tu santa voluntad y tu amor.

Que deseemos, al menos algunas veces, ser tus hijos.

Y cuando, Oh Señor, deseemos ser tus hijos,

acuérdate de nuestros pasados deseos

y ayúdanos a nuevamente acogerte.

Te abrimos nuestros corazones

para que viva en nosotros tu santo amor.

Te abrimos nuestras almas

para que sean tocadas por tu santa misericordia,

que nos ayudará a ver claramente todos los pecados,

y nos hará comprender

que es el pecado el que nos hace impuros.

Deseamos, Dios, ser tus hijos

humildes y devotos,

para poder volvernos

tus hijos amados y sinceros,

así como el Padre quiere de nosotros.

Jesús, hermano nuestro, ¡ayúdanos!

a que obtengamos del Padre su bondad

y a que seamos buenos hacia Él.

Ayúdanos, Oh Jesús,

a comprender bien lo que Dios nos da,

porque a veces renunciamos a hacer

una buena acción, casi como si fuese un mal para nosotros.

Recuerda estas consideraciones acerca de la oracion;

El primer requerimiento de la oración es el silencio. Las personas de oración son personas de silencio.
La oración no es pedir. La oración es ponerse uno mismo en las manos de Dios, a disposición suya, y escuchar Su voz en la profundidad de nuestros corazón.

Hay mucha gente que, para no orar, utilizan la excusa de que la vida es tan agitada que las aparta de la oración. Esto no puede ser. La oración no necesita que interrumpamos nuestro trabajo sino que continuemos trabajando como si fuera una oración. No es necesario estar siempre meditando, ni conscientemente experimentar la sensación de que estamos hablando con Dios, no importa cuán bello esto pueda ser. Lo que importa es estar con Él, vivir con Él, en Su voluntad. Amar con un corazón puro, amar a todos, especialmente amar al pobre, es oración de 24 horas al día.
La oración hace más grande a tu corazón, hasta que es capaz de contener el don de Dios mismo.

De la Madre Teresa de Calcuta: “Con mis propias palabras”.




¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias. Prepárense con alegría para la llegada de Jesús.

diciembre 23, 2009

Mensaje del dia 2 de Diciembre de 2009

Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, Yo como Madre, deseo mostraros lo que es más importante: vuestra alma. ¿Puede nacer en ella Mi Hijo? ¿El amor, os ha purificado de la mentira, de la soberbia, del odio y de la maldad? ¿Amas tu alma, sobre todas las cosas, a Dios como Padre y al prójimo en Cristo? Yo os muestro el camino que elevará vuestra alma a la unión plena con Mi Hijo. Deseo que Mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría para mí, la Madre! ¡Os lo agradezco!

Inmaculada Madre Mía, me alegro contigo al verte enriquecida con tanta pureza por parte de Dios y quiero dar gracias al Creador por haberte preservado de toda mancha de pecado, como lo creo firmemente. Y estoy siempre dispuesto a defender la gran verdad de que has sido concebida sin mancha de pecado original.

Quisiera que todo el mundo te admirara y te alabara, como la Aurora que anuncia la llegada del Sol, que es Jesucristo; como el Arca de la Nueva Alianza, que se salvó del naufragio de la mancha del pecado original, como la Paloma sin mancha y blanquísima, como el Huerto cerrado al cual no han logrado llegar los enemigos del alma, como la Fuente Sellada que no ha sido contaminada, como el blanco lirio que floreció entre las espinas, pues en medio de tantas gentes manchadas con el pecado, tu naciste y te conservaste siempre blanca, pura y completamente amiga del Divino Creador.

Permíteme que te alabe con las palabras pronunciadas por el mismo Dios: «Toda hermosa eres tú, y en ti no hay mancha alguna». Oh amabilísima e Inmaculada María: tu que eres tan bella ante los ojos de Dios, no dejes de mirar con compasión a las asquerosas llagas de mi pobre alma. Mírame con compasión y ayúdame a curarme de las llagas de mis pecados. Tú que eres un imán que atrae los corazones, atráeme también a mí hacia tu corazón maternal. Tú que desde el primer momento de la vida apareciste tan completamente pura y tan agradable a Dios, ruega por mi que no sólo nací con la mancha del pecado original sino que durante toda mi vida he venido manchando mi alma con tantas culpas y pecados. Dios que te eligió como Hija predilecta del Padre, y Madre Santísima del Hijo y Sagrario del Espíritu Santo, y por eso te libró de toda mancha de pecado y te demostró más amor que a toda otra creatura, ¿qué favor o gracia que pidas para nosotros te podrá negar? Virgen Inmaculada: ¡tienes que ayudarme a salvarme!

Por eso te digo con San Felipe Neri: haz que yo siempre me acuerde de Ti, y Tú nunca te olvides de mi. Me parece que faltaran mil años todavía para poder contemplar tu hermoso rostro maternal en el cielo, para empezar a amarte y alabarte en el Paraíso como a la más buena de las madres, mi madrecita, mi Reina, mi gran benefactora, la más bella, la más amable, la más pura, la siempre Inmaculada Virgen María. Amén.

Madre, dame Tu mano y no me sueltes,
Déjame apoyarme en Ti al andar,
Enséñame el camino que sólo me conduzca
A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

Pídele a El que perdone mis falencias,
Mi falta de paciencia, también de piedad,
Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso
De las injusticias que me hacen a menudo llorar.

Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre,
Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad,
Regálame la paz que de Tus ojos mana
Y muéstrame las huellas del amor y la humildad.


Hijitos, que sus corazones sean

puros y acogedores, para que el

amor y el calor comiencen a fluir a

través de ustedes, en cada corazón

que está lejos de Su amor. Hijitos,

sean mis manos extendidas, manos

de amor para todos aquellos que se

han perdido, que no tienen más fe

ni esperanza. ¡Gracias por haber

respondido a mi llamado!

Mensaje dado el 25 de Noviembre de 2009


23 de diciembre de 1996


Mis hijitos amados:
El Niño Dios está al alcance de todos.
Recibidlo con alegría y sin dobleces.
Bendecid al Padre del Cielo.
Glorificad a Dios Niño presente en la Sagrada Comunión.
¡Benditos sean todos!
Amén. Amén. Amén.

Mensaje dado por la Santisima Virgen María
Salta – Argentina

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, al acercarnos a las fiestas de Navidad, te rogamos que tu Hijo, que se encarnó en las entrañas de la Virgen María y habitó entre nosotros, nos haga sentir su amor y su misericordia.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.

Muy pronto llegará el Señor, que domina los pueblos, y será llamado Enmanuel, porque tendremos a «Dios con nosotros».

Que nos encuentre unidos en la oracion, Oremos todos los dias.

La Virgen se da del todo a lo que Dios le pide. En un momento sus planes personales –los tendría– quedan en un rincón para hacer lo que Dios le propone. No puso excusas. Desde el primer momento, Jesús es el ideal único y grandioso para el que vive.

Nuestra Señora manifestó una generosidad sin límites a lo largo de toda su existencia aquí en la tierra. De los pocos pasajes del Evangelio que se refieren a su vida, dos de ellos nos hablan directamente de su atención a los demás: fue generosa con su tiempo para atender a su prima Santa Isabel hasta que nació Juan2; estuvo preocupada por el bienestar de los demás, como nos muestra su intervención en las bodas de Caná Jn 2, 1. Fueron actitudes habituales en Ella. Mucho tendrían que decirnos sus paisanos de Nazaret de los incontables detalles de María con ellos en la convivencia diaria.

La Virgen no piensa en sí misma, sino en los demás. Trabaja en las faenas de la casa con la mayor sencillez y con mucha alegría; también con gran recogimiento interior, porque sabe que el Señor está en Ella. Todo queda santificado en la casa de Isabel por la presencia de la Virgen y del Niño que va en su seno.

En María comprobamos que la generosidad es la virtud de las almas grandes, que saben encontrar la mejor retribución en el haber dado: habéis recibido gratis, dad gratis. La persona generosa sabe dar cariño, comprensión, ayudas materiales…, y no exige que la quieran, la comprendan, la ayuden. Da, y se olvida de que ha dado. Ahí está toda su riqueza.

Ha comprendido que es mejor dar que recibir ,Hech 20, 35.  Descubre que amar “es esencialmente entregarse a los demás. Lejos de ser una inclinación instintiva, el amor es una decisión consciente de la voluntad de ir hacia los otros. Para poder amar de verdad conviene desprenderse de todas las cosas y, sobre todo, de uno mismo, dar gratuitamente… Esta desposesión de uno mismo  es fuente de equilibrio. Es el secreto de la felicidad».

El dar ensancha el corazón y lo hace más joven, con más capacidad de amar. El egoísmo empobrece, hace el propio horizonte más pequeño. Cuanto más damos, más nos enriquecemos.

A la Virgen le suplicamos hoy que nos enseñe a ser generosos, en primer lugar con Dios, y luego con los demás, con quienes conviven o trabajan junto a nosotros, con quienes nos encontramos en las diversas circunstancias de la vida. Que sepamos darnos en el servicio a los demás, en la vida ordinaria de cada día.



Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza.

noviembre 30, 2009

Oremos Juntos como hermanos

“Hermanos –nos dice San Bernardo–, a vosotros, como a los niños, Dios revela lo que ha ocultado a los sabios y entendidos: los auténticos caminos de la salvación. Meditad en ellos con suma atención. Profundizad en el sentido de este Adviento. Y, sobre todo, fijaos quién es el que viene, de dónde viene y a dónde viene, para qué, cuándo y por dónde viene. Tal curiosidad es buena. La Iglesia universal no celebraría con tanta devoción este Adviento si no contuviera algún gran misterio”.

Salgamos con corazón limpio a recibir al Rey supremo, porque está para venir y no tardará, leemos en las antífonas de la liturgia.

Santa María, Esperanza nuestra, nos ayudará a mejorar en este tiempo de Adviento. Ella espera con gran recogimiento el nacimiento de su Hijo, que es el Mesías. Todos sus pensamientos se dirigen a Jesús, que nacerá en Belén. Junto a Ella nos será fácil disponer nuestra alma para que la llegada del Señor no nos encuentre dispersos en otras cosas, que tienen poca o ninguna importancia ante Jesús.

Mensaje de Maria del dia 25 de Noviembre de 2009

¡Queridos hijos! En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias. Prepárense con alegría para la venida de Jesús. Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores, para que el amor y el calor comiencen a fluir a través de ustedes, en cada corazón que está lejos de Su amor. Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Comentario

“En este tiempo de gracia, los invito a todos a renovar la oración en sus familias”

La Santísima Virgen primero nos vuelve a recordar que éste es tiempo de gracia. Precisamente, por ser tiempo de gracia se aparece y nos da estos mensajes que van marcando nuestro camino. Inmediatamente después nos pide renovar la oración en familia, es decir hacerla nueva, profunda, como la que hemos experimentado comunitariamente en Medjugorje o que ha nacido de un encuentro con la gracia, que la Reina de la Paz viene a traernos.

A este punto deberíamos decir que Medjugorje es más que un lugar. Son muchas las personas que no han ido y que quizás no puedan hacerlo en el futuro, pero que viven esta espiritualidad: la de seguir los mensajes de la Madre de Dios, porque saben en su corazón, con la certeza de la fe, que Ella verdaderamente les está hablando.

Así como hay fieles al llamado de la Santísima Virgen en Medjugorje que no han salido de sus casas, también puede haber entre nosotros quienes hemos estado y poco o nada hayamos cambiado. Éste es el misterio de la libertad del hombre y de la resistencia que pueda oponer a la gracia de Dios.

Importante es, por tanto, la apertura de corazón y también la humildad. Si cierto es que a Medjugorje o al mensaje debemos aproximarnos en la humildad y abiertos al don por recibir, más importante es que regresemos o nos vayamos transformando en personas aún más humildes y acogedoras.

Nuestra Madre quiere que hagamos nueva nuestra oración o porque la habíamos dejada arrinconada dándole el último espacio y tiempo (y eso cuando lo hay) o porque la hemos ignorado.

Orar es primordial, es la actividad primera en el tiempo de nuestra vida. La oración debe abrir el día, empezando por la entrega de la jornada a Dios y el pedido que llene nuestros vacíos con su gracia y bendición, y debe acompañarnos durante las distintas horas hasta el momento del descanso.

Pero, no es la oración en abstracto a la que va dirigida el mensaje sino –y éste es ahora el punto- a la familia que debe orar en unidad.

¡Qué bueno es romper la inercia de la rutina, apagar el televisor, hacer caso omiso, por ejemplo, al telenoticiero y toda la familia ponerse a rezar el Rosario!

No por muy sabido y antiguo, aquel adagio “la familia que reza unida permanece unida” ha perdido actualidad o certeza. Es más cierto y comprobable que nunca.

Importante es que todos estén de acuerdo en rezar juntos, pues a nadie se lo debe forzar. Y a los niños, que ellos sí deben obedecer, no conviene agobiarlos con muchas oraciones.

Sabemos que en muchas familias resulta extremadamente difícil que padres e hijos adolescentes convengan en tener una oración conjunta. Sin embargo, con buenas maneras y buena voluntad, se podría al menos llegar a rezar un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria con ellos. Y si aún así no fuese esto posible, pues rezar por y en lugar de los que se oponen. Basta un solo miembro que reza por todos para que esa oración tenga valor de oración familiar.

Tengamos siempre en cuenta que ante las negativas y aún en el caso de soledad nunca hay que desesperar ni quejarse. La desesperación refleja falta de fe en la Omnipotencia de Dios, y la queja aleja aún más a quienes se pretende integrar. 

“Prepárense con alegría para la venida de Jesús. Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores…”

Nuestra amadísima Reina de la Paz, como Madre de la Iglesia que es, siempre respeta y sigue el tiempo litúrgico y por eso ahora, al iniciar este tiempo de Adviento, nos invita a prepararnos con alegría para la Navidad.

Adviento es tiempo de espera y de esperanza. Con toda la Iglesia nos preparamos al encuentro de la Navidad, haciendo memoria de la primera venida de nuestro Señor, encarnado en la Virgen y nacido en Belén de Judá, y alzamos la mirada en la esperanza del mismo Señor que vendrá en gloria y majestad. Por eso, a través de todos los siglos clamamos: “¡Ven Señor Jesús!” “No tardes en venir”.

Nuestra alegría es porque creemos en Jesús, como Hijo de Dios y Salvador nuestro, que una vez vino en el despojamiento, la humildad y el dolor, a quien pocos lo reconocieron y aún hoy lo reconocen. Nuestra alegría es porque Aquél que hace más de 2000 años se encarnó, Dios Todopoderoso y de eterna misericordia, es el mismo que está con nosotros –según su promesa- hasta el fin del mundo en cada Eucaristía.

Nuestra alegría es plena porque nuestra fe lo reconoce y alimenta nuestra esperanza en su segunda venida, cuando por todos será visto regresando en poder y majestad.

Pero, tal alegría, para ser verdadera y permanente debe brotar de la pureza y la amplitud del corazón. Ya que bienaventurados seremos y grande será nuestra dicha en la medida que puro sea nuestro corazón, porque veremos a Dios con los ojos de la fe (Cf. Mt 5:8).

Todo lo malo que nace del corazón lo hace impuro y todo lo que lo cierra impide el acogimiento y por tanto el amor y su fruto que es la alegría.

Corazón puro es el que, como María, acoge la Palabra y la practica hasta sus últimas consecuencias.

Dice el Eclesiástico: “Hijo, si te decides a servir al Señor prepárate para la prueba” (Ecl. 2:1). Las pruebas que Dios nos envía o los males que atravesamos por nuestra culpa o circunstancia, siempre que no nos separemos del Señor, son de purificación.

Ante el mal que cometemos la Iglesia -que dispone de todos los medios de salvación- nos ofrece -siempre que acudamos arrepentidos a la búsqueda del perdón- purificarnos, reconciliándonos con Dios y también con las otras personas a las que hemos dañado, por medio del sacramento penitencial y la reparación a la que nos compromete.

La gracia divina está siempre pronta a restaurarnos y rescatarnos por medio de la Iglesia.

Un corazón puro es necesariamente sencillo, humilde, misericordioso y acogedor. Es el que desea liberarse del pecado, amar cada vez más y mejor, y anhela vivir la paz de Dios.

El juicio condenatorio y acusador, la soberbia y el orgullo, y la falta de perdón cierran al corazón del hombre y lo vuelven impuro porque no es ni misericordioso, ni humilde, ni acogedor.

El que no acoge a quien está próximo, el que emite juicios inapelables sobre los demás, el que proyecta sus miedos, hace de su imágenes abstractas y de sus prejuicios su propia realidad y siendo esclavo del error no puede experimentar alegría ni paz permanente ni está preparado para recibir el amor de Dios. Por eso, todos debemos confrontarnos con nuestra realidad y ver hasta dónde nuestro corazón es puro y acogedor. Seguramente todos, también, descubriremos, en sincero examen de conciencia, que mucho nos falta para aproximarnos al pedido de la Santísima Virgen. Sobre esas falencias debemos trabajar para poder cumplir con lo que Ella nos pide y prepararnos con alegría al encuentro del Señor. 

“Hijitos, que sus corazones sean puros y acogedores, para que el amor y el calor comiencen a fluir a través de ustedes, en cada corazón que está lejos de Su amor”

Como exhortaba san Juan en su primera carta, no se ama de boca y con palabras sino con obras y según la verdad. Si no amas a tu hermano a quien ves no puedes amar a Dios a quien no ves, porque lo desconoces (Cf. 1 Jn 4:20).

Dicho de otro modo, si no nos abrimos acogiendo primero a nuestros amigos y familiares y luego a los demás, si guardamos rencores y albergamos sentimientos negativos, si nuestras actitudes son carentes de misericordia, de perdón o de desprecio o de suficiencia, no correrá el amor por nosotros, y seremos incapaces de dar a otros lo que sí recibimos de Dios, pero que con nuestras actitudes pecaminosas hemos bloqueado y estancado. No podremos entonces dar amor.

Tendremos primero que aceptar acercarnos a la misericordia de Dios y anhelar tener un corazón como el suyo, manso y humilde, para luego con ese corazón amante llegar a los que están alejados del amor de Dios. 

“Hijitos, sean mis manos extendidas, manos de amor para todos aquellos que se han perdido, que no tienen más fe ni esperanza”

Porque en Medjugorje aparece la Virgen, acuden hijos de todas partes del mundo quienes, regresando a sus lugares, extienden la gracia recibida a sus parroquias y ambientes. Todos ellos, los que fueron y regresaron, así como los que recibieron gracias sin moverse de su lugar, son las manos tendidas con amor de la Virgen Santísima hacia todos aquellos que deambulan extraviados por la vida porque nula es su fe y perdida su esperanza.

La prolongación de las manos extendidas de nuestra Madre son las que se alzan en alabanza a Dios por los que no lo alaban; las que se juntan en súplica intercediendo por los que no conocen su amor; las que acogen y que abrazan al perdido y herido por la vida; las que acarician al que no ha conocido el amor en esta tierra; las que aprietan y sujetan fuertemente para unir y sellar lo que peligra dividirse y quebrarse; las que dan palmadas para reconfortar al desconsolado; las que se tienden para alzar al caído; las que sostienen a la vida recién nacida y a la madre que había decidido abortar; las que tienden puentes de amistad y comprensión donde hay odio e incomunicación; las que dan de comer en la boca al anciano abandonado y desilusionado de todo; las que enjugan las lágrimas del que está triste y deprimido; las que trazan la señal de la cruz sobre la frente de la joven con sida que ha sido rechazada por los suyos y vive de limosnas en la calle; las que se abren siempre dadivosas; las que empuñan el Rosario; las que sueltan la piedra y se abren al perdón. Manos que acarician y bendicen, que dan y reciben, que abrazan y sostienen,  manos que expresan amor.

¡Gracias, Madre nuestra, por llamarnos, por contar con nosotros, pobres hijos tuyos pecadores, porque tu presencia de amor nos alienta y purifica y nos enseña a ser pequeños para ser grandes ante Dios!

P. Justo Antonio Lofeudo

Las personas cuando visitan Medjugorge o  un Santuario Santo,

Acuden a un llamado y responden rezando, confesándose, adorando al Señor, la mayoría haciendo su primera experiencia de Iglesia, en abandono confiado a la Virgen que los ha convocado para que Dios les dé verdadero sentido a sus vidas cuando le abren el corazón.

El agnóstico que va a Medjugorje no se impresiona tanto porque otros recen sino porque descubre una presencia, la misma que lo ha estado invitando. Generalmente no sabe porqué llegó hasta ahí y de pronto descubre que nuestra religión es la verdadera: que Dios existe, que Jesucristo es el Salvador y es Dios, el hijo de la Virgen María y que Ella está precisamente en ese lugar. De un modo misterioso y repentino se le empieza a develar la fe católica y a descubrir los sacramentos y la necesidad imprescindible que tiene de ellos. Comprende que la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo y se siente Iglesia, y la abraza, la ama y la defiende. Y se le hace conciente también que la realidad no está limitada por sus sentidos y su razón sino que hay otra realidad mucho más profunda, trascendente, que da respuestas a lo que hasta ayer para él era motivo angustioso del absurdo: la vida humana y la muerte.

En Medjugorje se reza, queridos hermanos, y se descubre quién es la que viene a visitarnos por la presencia fuerte del Espíritu Santo (Cf. Lc 1:41-43). No es la voluntad de rezar la que atrae a la gracia sino la gracia la que hace que recemos y recemos con el corazón y añoremos esas experiencias cuando no estamos allí.

Que nada de lo malo, hecho o denunciado, nos haga perder el equilibrio y la gracia y que nunca las sombras nos oculten la luz, la inmensa luz que -desde hace casi 30 años- se irradia desde Medjugorje a todo el mundo.

P. Justo Antonio Lofeudo

Si amas a Maria te invito a que difundas sus mensajes o a rezar por tu hermano incluso aquel que te ha tratado mal, te invito a que formes un grupo de oracion por la paz del mundo en honor a Jesus y Maria en tu parroquia, en tu escuela, te sorprenderias cuanto te nesecitan alli, Si deseas el bien para ti, primero debes trabajar para que otros esten bien en gracia con Dios, cuando Maria vea tu humilñlacion, como hijo, que pide por su projimo, no podrá jamas negarse a un pedido tuyo si es para bien de tu alma.Hermano que tengas mucha Paz!

Te invito a consagrarte a Jesus por medio de Maria Santisima viendo este video y rezando esta oracion


¡Rezad! ¡Rezad mucho! Los Corazones de Jesús y de María tienen sobre vosotros designios de misericordia. ¡Ofreced constantemente oraciones y sacrificios al Altísimo!

noviembre 7, 2009

Hoy primer  Sábado debemos como buenos catolicos consagrarnos a Mara Santísima

 

pidan la paz al Inmaculado Corazón de María, que Dios la confió a Ella.

Dios concede las gracias por medio del Inmaculado Corazón de María. Que las pidan a Ella"

Devoción de los Cinco Primeros Sábados: Es una devoción al Corazón de María. En diciembre de 1925, la Virgen se le apareció a Lucía Martos, una de las tres pastorcitas vidente de Fátima, y le dijo: «Yo prometo asistir a la hora de la muerte, con las gracias necesarias para la salvación, a todos aquellos que en los primeros sábados de cinco meses consecutivos, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen la tercera parte del Rosario, con intención de darme reparación».  Junto con la devoción a los nueve Primeros Viernes de Mes, ésta es una de las devociones más conocidas.

 

Entreguémonos al Corazón de María diciéndole: «¡Llévanos a Jesús de tu mano! ¡Llévanos, Reina y Madre, hasta las profundidades de su Corazón adorable! ¡Corazón Inmaculado de María, ruega por nosotros!

 

Fue solicitado por la Virgen en Fátima (donde el día profetizado para la aparición, el sol bailó ante la mirada de miles de personas incluyendo ateos que odiaban la Religión y donde Juan Pablo II puso en la corona de la Virgen, la bala destinada a asesinarlo, milagrosamente desviada por la mano maternal de María):

Venerar el Inmaculado Corazón de María es venerar a la mujer que esta llena del Espíritu Santo, llena de gracia, y siempre pura para Dios. Su corazón femenino siempre está lleno de amor por sus hijos. Por eso se representa rodeado de blancas rosas.

1. Confesarse ANTES (máximo 8 días) con la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María (si uno se olvidó de la intención, y no está en pecado mortal, puede confesarse después del sábado pero lo antes posible, recordándola). La confesión requiere dolor de los pecados, conversión de corazón y propósito de enmienda.

2. Comulgar en estado de Gracia (si se está en pecado mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical, para recuperarlo, basta confesarse antes de comulgar)

 

3. Rezar un misterio del Rosario (5 decenas) con ternura por nuestra Madre Inmaculada.

 

4. Rezarle a la Virgen 15 minutos adicionales meditando los misterios del Rosario (por lo menos Gozosos, Dolorosos y Gloriosos) con la intención de reparar.

Consagracion al Inmaculado Corazon de Maria

» Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo.»

JACINTA (10-3-1910 a 20-2-1920)

Vivía apasionada por el ideal de convertir pecadores, a fin de arrebatarlos del suplicio del infierno, cuya pavorosa visión tanto la impresionó.

Alguna vez preguntaba: “¿Por qué es que Nuestra Señora no muestra el infierno a los pecadores? Si lo viesen, ya no pecarían, para no ir allá. Has de decir a aquella Señora que muestre el infierno a toda aquella gente. Verás cómo se convierten. ¡Qué pena tengo de los pecadores! ¡Si yo pudiera mostrarles el infierno!”

Antes de morir, Nuestra Señora se dignó aparecérsele varias veces. He aquí lo que ha dictado a su madrina Madre Godinho.

Sobre los pecados

Los pecados que llevan más almas al infierno son los de la carne.

Han de venir unas modas que han de ofender mucho a Nuestro Señor.

Las personas que sirven a Dios no deben andar con la moda.

Los pecados del mundo son muy grandes.

Si los hombres supiesen lo que es la eternidad harían todo para cambiar de vida. Los hombres se pierden porque no piensan en la muerte de Nuestro Señor ni hacen penitencia.

Muchos matrimonios no son buenos, no agradan a Nuestro Señor ni son de Dios.

Sobre las guerras

Nuestro Señor dijo que en el mundo habrá muchas guerras y discordias.

Las guerras no son sino castigos por los pecados del mundo.

Nuestra Señora ya no puede retener el brazo castigador de su Hijo sobre el mundo.

Es preciso hacer penitencia. Si la gente se enmienda, Nuestro Señor todavía salvará al mundo; mas si no se enmienda, vendrá el castigo.

Sobre los sacerdotes

Pida mucho por los Padres, pida mucho por los Religiosos.

Los Padres sólo deben ocuparse de las cosas de la Iglesia.

Los Padres deben ser puros, muy puros.

La desobediencia de los Padres y de los Religiosos a sus Superiores y al Santo Padre, ofende mucho a Nuestro Señor.

Pida mucho por los Gobiernos.

¡Ay, de los que persiguen la religión de Nuestro Señor!

Si el Gobierno deja en paz a la Iglesia y da libertad a la religión será bendecido por Dios.

Sobre las virtudes cristianas

No ande rodeada de lujo; huya de las riquezas.

Sea amiga de la santa pobreza y del silencio.

No hable mal de nadie y huya de quien hable mal.

Tenga mucha paciencia, porque la paciencia nos lleva al cielo.

La mortificación y los sacrificios agradan mucho a Nuestro Señor.

Mensajes dados por Nuestra Señora de Fatima a Jacinta

El grupo Misionero Belén invita a todas las personas que aman el corazon de Jesus y Maria y a todos los que desean convertir su corazon para entregarselo al Señor, a disfrutar de un dia pleno en gracia con Jesús y Maria. Vamos,  el Amor de Dios nos espera para abrazarnos  junto a nuestros hermanos!

 


SOLO 30 km…

Porque estamos Cansados y necesitamos descanso
¡Vamos a Luján , Jesús nos va a acompañar y ayudar!
Por eso…¡TODOS A LO BRAZOS DE MARÍA!
SABADO 7 de Noviembre, 21.00 hs desde cardales (Exaltación de la Cruz)
Santa misa presidida por nuestro obispo Monseñor Oscar sarlinga
Santuario de la virgen-DOMINGO 8 – 6hs. am
organiza

 

 



María yo te doy mi corazón, a cambio te pido tu Inmaculado Corazón.Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a vos.

octubre 15, 2009

Consagración al Inmaculado Corazón de María

Corazón de María


Oh María, Madre de Dios, os pido con humildad de corazón, que veas nuestro interior y nuestra angustia hoy.

Tus hijos, tus pequeñitos claman despacito, como verdaderos niños, que a través de Cristo, Tu Hijo Divino, a través del Buen Dios,  Nuestro Padre Creador, y a través del Supremo artífice de verdad, el Espíritu Santo, quienes como verdadero consuelo, en todo momento, nos han regalado como Supremo obsequio  vuestro Corazón Inmaculado, consagremos, por vuestra Divina intercesión, a Tu Preciosísimo Corazón Inmaculado, nuestro trabajo, nuestro hogar, nuestro corazón, nuestra querida y necesitada Argentina, que está hoy especialmente insidiada, y todo lo que el Buen Dios nos regaló, como manifestación de Su Amor, con ello todo lo dispuesto y creado por Dios, símbolo de total perfección.

Te pedimos tus hijitos, nos regales el don de la Fe, una esperanza sin par, verdadera humildad y la perfecta caridad, inspirada en el seno mismo de la Santísima Trinidad, para ser liberados definitivamente de la iniquidad, mediante el triunfo definitivo de tu Inmaculado Corazón, fuente de toda redención.

Te pedimos además que nos enseñes a amar, y a vivir en la verdad, para alcanzar la Patria Celestial.

Amén.

Aprovechemos las innumerables gracias que Dios concede a quienes desagravian el Sagrado Corazón de María los primeros sábados de mes.

Fue solicitado por la Virgen en Fátima (donde el día profetizado para la aparición, el sol bailó ante la mirada de miles de personas incluyendo ateos que odiaban la Religión y donde Juan Pablo II puso en la corona de la Virgen, la bala destinada a asesinarlo, milagrosamente desviada por la mano maternal de María):

1. Confesarse ANTES (máximo 8 días) con la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María (si uno se olvidó de la intención, y no está en pecado mortal, puede confesarse después del sábado pero lo antes posible, recordándola). La confesión requiere dolor de los pecados, conversión de corazón y propósito de enmienda.

2. Comulgar en estado de Gracia (si se está en pecado mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical, para recuperarlo, basta confesarse antes de comulgar)

3. Rezar un misterio del Rosario (5 decenas) con ternura por nuestra Madre Inmaculada.

4. Rezarle a la Virgen 15 minutos adicionales meditando los misterios del Rosario (por lo menos Gozosos, Dolorosos y Gloriosos) con la intención de reparar.

Aclaraciones:

La Virgen prometió asistencia a la hora de la muerte pero esto no significa que debamos aprovecharnos de la generosidad de Jesús y dejar de luchar por la máxima santidad posible en cada momento de nuestra vida.

Recordar que seremos recompensados proporcional e infinitamente por cada acto de amor en cada momento.

Aún si hicimos la reparación durante 5 sábados, no quita que no podamos tener la intención de reparar en otros momentos las cinco formas en que es ofendido su Inmaculado Corazón:

1. Ataques contra la Inmaculada Concepción de María.

2. Ataques a su Perpetua Virginidad.

3. Ataques a su Divina Maternidad y el rechazo de aceptarla como la Madre de toda la humanidad.

4. Por aquellos que tratan públicamente de implantar en los niños indiferencia, desprecio y aun odio por esta Madre Inmaculada.

http://rosarioviviente.org/rosari1.jpg

5. Por aquellos que la insultan directamente en sus imágenes sagradas.

Historia

Esta devoción fue revelada por la Virgen María en Fátima a la Hermana Lucía el 10 de Diciembre de 1925 mientras estaba arrodillada en la capilla del Convento.

Nuestra Señora se le apareció con el Niño Jesús quien le dijo:

Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre. Éste está cubierto con espinas, con las cuales hombres ingratos lo hieren en cada momento y no hay nadie que las remueva con un acto de reparación.”

Nuestra Señora se mostró también sosteniendo un corazón rodeado con espinas agudas y le dijo:

«Mira, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, a cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz algo por consolarme y dí, en mi nombre, que a todos aquéllos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el rosario y me acompañen quince minutos meditando sus misterios con el fin de desagravarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación«.

Lucía le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: «Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María«.

«He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas«.

La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio.

Los tres pastorcitos

Carta de la Hermana Lucía explicando esta devoción

(1 Noviembre de 1927 a Doña María Miranda, su Madrina)

“Yo no se si tu ya sabes acerca de la devoción reparatoria de los cinco primeros Sábados al Inmaculado Corazón de María. Como todavía esta reciente, me gustaría inspirarte a practicarla, porque es pedida por Nuestra querida Madre Celestial y Jesús ha manifestado un deseo de que sea practicada. También me parece que serias muy afortunada querida madrina, no solo de saberla y de darle a JesBella representación del Inmaculado Corazón de Maríaús la consolación de practicarla, pero también de hacerla conocida y abrazada por muchas otras personas.

Consiste de esto: Durante cinco meses en los Primeros Sábados, recibir a Jesús en la Sagrada Comunión, recitar un Rosario, mantener quince minutos de compañía a la Virgen mientras se meditan los misterios del Rosario, y hacer una confesión. La confesión se puede hacer unos pocos días antes, y si en esta confesión previa tu haz olvidado la intención (requerida), la siguiente intención se puede ofrecer, siempre y cuando en el Primer Sábado uno reciba la Sagrada Comunión en estado de Gracia, con la intención de hacer reparación por las ofensas en contra de la Santísima Virgen y las cuales afligen Su Inmaculado Corazón.

Me parece, querida Madrina, que somos afortunados de poder darle a nuestra querida Madre Celestial esta prueba de amor, porque nosotros sabemos que Ella desea que se le ofrezca esto.

En cuanto a mi, Yo reconozco que nunca estoy tan contenta como cuando llega el Primer Sábado. No es verdad que nuestra mas grande felicidad es pertenecerle completamente a Jesús y a María, y amarles a ellos y a ellos solamente, sin reserva?

Nosotros vemos esto claramente en las vidas de los santos… Ellos estaban contentos porque ellos amaban, y nosotros, mi querida madrina, nosotros tenemos que buscar amar como ellos lo hicieron, no solamente para disfrutar a Jesús, lo cual es lo menos importante «porque si no lo disfrutamos aquí abajo, nosotros lo disfrutaremos al arriba» pero para darles a Jesús y María la consolación de ser amados… y que a cambio de este amor ellos podrían salvar muchas almas.»

Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María

» Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tu quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.
Sagrada corazón de María Lámina
Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo.»

Oremos;

MAGNIFICAT, el canto de María (Lucas 1, 46-55)

Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi Espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de tu servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡Su Nombre es Santo!

Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que lo temen. Desplegó la fuerza de Su Brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes.

Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre.

Amén.



PURISIMA Madre mía,Sé dulce compañía en mi vida, no permitas que jamás me separe de Ti y en la hora de la muerte ven a buscarme para gozar de la eternidad en Tu compañía.

octubre 15, 2009

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

Quiero ser totalmente tuyo Madre mía y a partir de hoy, servirte fielmente en lo que me mandes.

Cada sábado se reza el Santo Rosario a las 15  y a las 16 hs

La señora que recibe los Mensajes de la Virgen realiza una Oración de Intercesión. Dicha oración es una petición a Jesús por intermedio de María Santísima, por el peregrino que está allí. El momento de la oración individual lleva aproximadamente unas cuatro horas hasta terminar, ya que las filas de peregrinos son muy largas y cada sábado sube más gente, por Gracia de  Dios.

PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA.  Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

PURISIMA Madre mía, quiero consagrarte mi CORAZON, mi VOLUNTAD, mi VIDA ENTERA. Llévame al Corazón de tu Divino HIJO JESUS, para que EL Habite en mí.

Mensaje dado por la Santísima Virgen en Salta, 1990
«Hay que juntar el rebaño
antes de que oscurezca.
No he venido a criticar ni a destruir,
sino a construir»

Mensaje extraído de la página oficial de la Obra: «Yo soy la Inmaculada Madre
del Divino Corazón Eucarístico de Jesús»
www.inmaculadamadre-salta.org

Fuego caerá del cielo y eliminará a gran parte de la humanidad, tanto a los buenos como a los malos, sin hacer excepción de sacerdotes ni fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos. Las únicas armas que les  quedarán serán el rosario y la señal dejada por mi Hijo. Cada día recita las oraciones del rosario. Con el rosario, reza por el Papa, los obispos y los sacerdotes.»

Mensaje de la Santísima Virgen en Akita, Japón, 1973, aprobado por la Iglesia (Ratzinger, junio, 1988) al mismo nivel que Guadalupe, Lourdes y Fátima.

http://www.corazones.org/maria/akita.htm

Este mismo mensaje fue corroborado por las apariciones en Naju, Korea, avaladas por Juan Pablo II.

EL DÍA DEL SEÑOR ESTÁ YA PARA LLEGAR…no lo ha habido semejante desde el principio, ni lo habrá en muchas generaciones.  Delante de Él va un fuego devorador, y lleva en pos de si una abrasadora llama;  la tierra que antes de su llegada era un paraíso de delicias, la deja hecha un asolado desierto, sin que nadie pueda librarse de Él.» Joel 2: 1-3


María llora por nuestros pecados, que nos quitan la verdadera paz, la Paz de Cristo:

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir la paz en sus corazones y en sus familias. No hay paz, donde no hay oración; y no hay amor donde no hay fe. Por eso hijitos, los invito a todos a decidirse de nuevo hoy por la conversión. Yo estoy cerca de ustedes y los invito a todos, hijitos, a mis brazos para ayudarles. Pero ustedes no quieren y así, Satanás los tienta y en las cosas más pequeñas, su fe desaparece. Por eso, queridos hijos, oren y a través de la oración tendrán la bendición y la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!”

Mensaje de nuestra Madre en Medjugorje, Bosnia, 25 de marzo de 1995. La Virgen ha dado 10 secretos que deben ser anunciados con 3 días de anticipación antes de cada catástrofe.

www.medjugorje.ws/es/


En Salta, Argentina, nuestra Madre dijo:

Hay que juntar el rebaño antes que oscurezca” (1990)

El mundo está al borde del genocidio.” (26.09.90)

“¿Acaso creen que El Señor Dios permitirá que se sigan cometiendo abominaciones en su Casa?” (04.07.94): podrían ser ejemplos, la falta de respeto al altar y al Santísimo Sacramento, sobre todo en algunos movimientos; el no hacer nada para impedir que se profane un templo; el no usarse patena y purificar bien los elementos inmediatamente luego de la comunión, el negarse a usar patena a pesar de las veces que cae Jesús al suelo ya que está presente en cada partícula, etc. (cf. Redemptionis sacramentum).

13 de Octubre de 1995: “El mundo debe Consagrarse a mi Inmaculado Corazón. Ya el tiempo se ha acortado, los signos avisarán que se cumplirán todas las profecías que os he dado a través del tiempo (nota: en un mensaje la Virgen en Salta respalda directamente a Medjugorje), con más intensidad en estos últimos años para moveros a una urgente conversión a Dios. Mi corazón de Madre sufre por que muchas personas hacen oídos sordos a mis llamados urgentes de conversión.

El Señor me permite por su gran Misericordia daros avisos de las cosas terribles que vendrán para la humanidad, en la oscuridad que se aproxima ya no brillará la luz

La señal que os he anunciado se verá en favor de los elegidos. Dios Padre os dará tiempo para resguardaros en los lugares ya preparados para ese gran momento, los hijos que me habéis escuchado ya estarán preparados, y en ese día caed de rodillas, cual penitentes y orad así:

Santísima Trinidad que tu Santísima voluntad se cumpla, Tened Piedad de nosotros, Tened

Piedad, Tened Misericordia, Tened Misericordia. ¡Oh! Dios Misericordia, Misericordia.

Por la Sangre del Cordero ten Piedad,

Por la Pasión del Cordero ten Misericordia,

Por las Llagas del Cordero ten Piedad.

Por Tu Hijo el Cordero de Dios escúchanos

Padre apiádate de nosotros por el Nombre Bendito de tu Hijo Jesús. Amén.

Os pido conversión URGENTE al Inmaculado Corazón de María, para mitigar estos horrores que sobrevendrán por los pecados, hijita, el mundo está navegando en una ciena inmunda, sumergido en toda clase de impurezas, ya imposible de comparar, ya que nunca se vio algo así desde su creación. El nauseabundo olor sube denso hasta Dios y hay pocas almas de oración, ya el castigo está a las puertas.

Mis ruegos detienen la Mano de Dios, Pido más oración, Especialmente de los CONSAGRADOS, que oren sin cesar y sobre todo di que amen a Dios, el que es SANTO, SANTO, SANTO.

¡ Y Que el Santo Temor a Dios vuelva a los corazones !

Los que crean estas palabras mías y se conviertan se salvarán. Da a conocer este mensaje hija, hoy como ayer URGENTE LLAMADO AL AMOR DE DIOS.

Te bendigo hijita de mi Corazón.

Amén, Amén, Amén.

www.inmaculadamadre-salta.org


Dios desea que todos nos salvemos y por eso manda a la Madre de Dios a avisarnos. Dios es infinitamente misericordioso pero por la economía de la salvación  y la libertad del hombre, hay que tener misericordia para obtener misericordia. Eso sí, si rechazamos la misericordia, se aplica la justicia imparcial. Dios es infinitamente justo. Así como un juez en la tierra no puede evitar seguir la ley penal y aplicar el castigo al criminal, sin arrepentimiento genuino, sin recurrir a la abogada, la Santísima Virgen María,

En la confesión pagamos nuestra culpa con la sangre de Jesús crucificado. Con las buenas obras, sufrimientos ofrecidos a Dios, e indulgencias pagamos lo adeudado a la Justicia, la Verdad y el Bien, para reparar el daño que provocamos con el pecado a nosotros mismos y a los demás.

Quienes creen en la resurrección y las delicias que Dios tiene preparadas a sus santos, desean la muerte ya mismo, si es voluntad de Dios. También desean que Dios les envíe grandes sufrimientos y la gracia para soportarlos con paciencia para ofrecerlos como sacrificios de reparación del pecado al sumarlos al de Jesús en la Misa, porque comprenden lo que significa el dolor que cada pecado causa a Dios, y saben lo que es el ciento por uno por cada “segundo” de eternidad.

Para entender todo esto es bueno leer el Diario de Santa Faustina, que se puede descargar gratis en www.divina-misericordia.org

La ira de Dios no es enojo ni venganza, sino lo contrario. Es un término para describir algo que mundanalmente parece ira por la violencia pero es lo opuesto. En la Biblia se habla de la copa que rebalsa: Jesús paga atemporalmente en la Cruz por cada uno de nuestros pecados que van llenando la copa, pero llega un momento en que la copa rebalsa y ya no puede hacer más por nosotros sin violar las reglas de la creación a las que se sujetó Satanás, el acusador que pide aplicarlas.

Todo buen padre sufre aún más que su hijito castigado, cuando debe aplicar un castigo preanunciado pacientemente a una mala acción que se repite una y otra vez. Jesús sufre los castigos en carne propia (realmente, porque los bautizados somos su propio cuerpo místico!) pero además sufre infinitamente más, porque es Dios infinito.

Comprender esto es importantísimo: nos hace valorar la necesidad de reparar por el pecado, principalmente a través de la Misa, la Adoración, el Rosario, el Via Crucis y la Coronilla de la Divina Misericordia (en ese orden).

13 XI 1935. Por la tarde, estando yo en mi celda, vi al ángel, ejecutor de la ira de Dios.  Tenía una túnica clara, el rostro resplandeciente; una nube debajo de sus pies, de la nube salía rayos y relámpagos e iban a las manos y de su mano salían y alcanzaban la tierra.  Al ver esta señal de la ira divina que iba a castigar la tierra y especialmente cierto lugar, por justos motivos que no puedo nombrar, empecé a pedir al ángel que se contuviera por algún tiempo y el mundo haría penitencia.  Pero mi suplica era nada comparada con la ira de Dios.  En aquel momento vi a la Santísima Trinidad.  La grandeza de su Majestad me penetró profundamente y no me atreví a repetir la plegaria.  En aquel mismo instante sentí en mi alma la fuerza de la gracia de Jesús que mora en mi alma; al darme cuenta de esta gracia, en el mismo momento fui raptada delante del trono de Dios.  Oh, que grande es el Señor y Dios nuestro e inconcebible su santidad.  No trataré de describir esta grandeza porque dentro de poco la veremos todos, tal como es.  Me puse a rogar (197) a Dios por el mundo con las palabras que oí dentro de mi.

Cuando así rezaba, vi la impotencia del ángel que no podía cumplir el justo castigo que correspondía por los pecados.  Nunca antes había rogado con tal potencia interior como entonces.  Las palabras con las cuales suplicaba a Dios son las siguientes:  Padre Eterno, Te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divinidad de Tu Amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, por nuestros pecados y los del mundo entero.  Por su dolorosa Pasión, ten misericordia de nosotros.

Akita Japon, Historia de las apariciones

El 28 de junio, una herida en forma de Cruz se formó en la palma de la mano izquierda de Sor Agnes. Ésta le causaba un dolor muy vivo, el que recrudeció el 5 de julio. Sin embargo, siguió trabajando y ocupándose de la sacristía de la capilla.

El viernes 6 de julio de 1973, a las tres de la mañana, su ángel de la guarda se le aparece y le dice:

No temas. Soy el que está a tu lado y te guarda. Ven y sígueme. No reces únicamente por tus pecados, sino en reparación por los pecados de la humanidad. El mundo actual hiere al Sacratísimo Corazón de Jesús con sus ingratitudes y sus ultrajes. La herida de la mano de la Santísima Virgen María es mucho más profunda que la tuya. Ahora vamos hacia la capilla…

Al llegar a la capilla, el ángel desapareció mientras Sor Agnes se arrodillaba delante del altar frente al Sagrario, en adoración profunda. Al acercarse a la estatua de la Virgen María observa una herida que apareció en la mano de la misma, en forma de Cruz. Apenas lo hace, escucha una voz dulce y misteriosa proveniente de la estatua, mientras observa que ésta se transfigura, tornándose luminosa y viva. Sor Agnes era sorda, pero de una manera milagrosa recibe un primer mensaje de la Virgen:

«Hija mía, has sido muy obediente al desprenderte de todo. La enfermedad de tu sordera, ¿te hace sufrir?. Tú sanarás, ciertamente. Sé paciente. Esta es la última prueba. La herida en la mano, ¿te duele?… Ora en reparación por todos los hombres… Todas las religiosas que están aquí, son preciosas para mí. ¿Rezas de todo corazón la Oración de las Siervas de la Eucaristía? Si tú quieres, recémosla juntas… Ora mucho por el Papa, los obispos y los sacerdotes. Háblale a tu superior de lo que te he dicho hoy, y haz como él te diga».

Ese mismo día, 6 de julio de 1973, la herida en forma de cruz que apareció en la mano derecha de la estatua de la Virgen comienza a sangrar. El 25 de julio, Monseñor Ito (el Obispo del lugar) se dirige al convento para verificar el sangramiento en la mano de la estatua.

Sor Agnes sintió un dolor violento en la herida de la palma de su mano, cuando el 27 de julio, el ángel le dijo:

«Tus dolores terminarán hoy. Guarda con mucho celo el recuerdo de la sangre de María y grábalo en tu corazón. La herida de María tiene un significado muy importante: ha sido hecha para obtener vuestra conversión, para implorar la paz, para reparar las ingratitudes, ofensas, ultrajes e injurias que Dios recibe. Tengan en gran estima la devoción a la preciosísima sangre de Cristo».

El 3 de agosto de 1973, Sor Agnes recibió el segundo mensaje de la Virgen:

«¿Hija mía, mi novicia, amas tú al Señor? Si tu amas al Señor, escúchame bien. Muchas personas en el mundo afligen al Señor. Deseo consoladores para su aflicción. Mi Hijo y yo deseamos almas que hagan reparación por los sufrimientos y la pobreza, por los pecados y las ingratitudes, para así poder apaciguar la cólera del Padre Eterno. Para que puedan entender cuán irritado está Él contra el mundo, les digo que el Padre prepara un gran castigo sobre toda la humanidad. Por las muchas insistencias ante mi Hijo, me fue posible, con dificultad, apaciguar la cólera del Padre. Pude hacerlo ofreciéndole los sufrimientos de su Hijo en la Cruz y mostrándole Su sangre, y ofreciéndole en Él la corte de amantísimas almas víctimas que lo consuelan. La oración, la mortificación, la pobreza, los actos que exigen sacrificio y valor pueden apaciguar la cólera del Padre… Con una sumisión total, obedece a tu superior. Él se mostrará benevolente y comprensivo y te dirigirá».

El 13 de octubre de 1973 (en el aniversario de la última aparición de Fátima, día en que se produjo el Milagro del Sol), la Virgen le da el tercer mensaje a Sor Agnes:

«Como ya lo había anunciado anteriormente, si los hombres no se convierten, el Padre dejará caer sobre toda la raza humana un gran castigo. Sin duda alguna, éste será un castigo terrible, más grave que el diluvio. Algo que nadie jamás ha visto. Fuego caerá del cielo. Con este castigo, una gran parte de la humanidad será aniquilada. Los sacerdotes morirán como los fieles… Ahora, la sola arma que quedará será: el rosario y la señal dejada por el Hijo. Recen cada día la oración del rosario… rueguen por los obispos, los sacerdotes. La acción del demonio ha penetrado hasta dentro de la Iglesia. Cardenales se opondrán contra cardenales y obispos contra obispos. Los sacerdotes que me honren serán menospreciados, vilipendiados, combatidos por sus hermanos religiosos. La Iglesia estará llena de gente comprometida. Por la acción del demonio, muchos sacerdotes y religiosos abandonarán sus vocaciones… La pérdida de muchas almas es la causa de mi dolor. Si los pecados continúan cometiéndose y desbordando la medida actual, aún el perdón de los pecados acabará por desaparecer. Con valor, transmite éste mensaje a tu superior».

La voz añade muy familiarmente:

«¿Deseas pedirme alguna cosa? Hoy es la última vez que tú me escucharás hablarte de viva voz. En adelante, tú obedecerás a mi enviado y a tu superior. Reza muchos rosarios. Todo el que confíe en mí se salvará».

El 6 de julio de 1973, la voz que salía de la estatua le había dicho a Sor Agnes:

«La enfermedad de tu sordera, ¿te hace sufrir? Tú sanaras, ciertamente».

Toda la credibilidad de los mensajes reposará finalmente sobre la realización de esta promesa. El día 13 de octubre de 1974, mientras saludaba al Santísimo Sacramento, Sor Agnes fue instantáneamente sanada de su sordera. La hermana misma telefoneó a monseñor Ito y le habló como una persona normal que no había estado enferma. El día siguiente, el médico dio este diagnóstico: «Facultad de oír normal». Esta recuperación del oído le duró a Sor Agnes seis meses, luego ella volvió a estar sorda otra vez. Dios le pidió que hiciera el ofrecimiento de ese sacrificio. Pero nueve años más tarde ella sanaría definitivamente por un milagro de la Eucaristía, el último domingo del mes de mayo enen 1982, día de Pentecostés, durante la bendición con el Santísimo Sacramento.

La Religiosa Sor Agnes Sasagawa recibe en 1973 la visita de nuestra Amadísima Madre Celestial, con mensajes relacionados con la importancia del Jesús Eucarístico, el rol de María como Corredentora, Abogada y Mediadora, y la inminencia de difíciles épocas para la humanidad.

Sor Agnes recibe los estigmas de Jesús, mientras una imagen de madera de la Virgen María sangra desde llagas aparecidas en una de sus manos, y también emana sudor con una fragancia celestial, que inunda la Capilla del Convento de la Orden de las Hermanas Custodiadoras de la Eucaristía.

La misma imagen llora por 101 veces consecutivas, teniendo esta cifra un significado revelado en una aparición de su Ángel Custodio a la hermana Sasagawa.

El obispo del lugar envía a analizar las muestras de sangre, sudor y lágrimas, que se extrajeron de la imagen frente a una gran cantidad de testigos (con evidencias fotográficas y televisivas). Los análisis dictaminaron que se trataba de muestras de origen humano.

La hermana Sasagawa, que sufría de sordera, recibe el anuncio de la Virgen sobre su futura curación. La misma se produce durante una Ceremonia Religiosa, frente a la total falta de expectativas médicas, dando una evidencia más a los hechos ocurridos en Akita.

Finalmente, la Iglesia aprueba la aparición y autoriza la devoción respectiva, bajo la advocación de Nuestra Señora de Akita.

Akita tiende un puente entre dos apariciones fundamentales de nuestro siglo. La primera es Fátima, largamente conocida y difundida. En Akita se repite la esencia del mensaje de Fátima sobre la necesidad del mundo de arrepentirse, hacer oración de reparación, y la inminencia de un castigo de Dios a esta humanidad alejada. La segunda referencia es hacia una aparición poco difundida, pero central por su contenido: Nuestra Señora de Todos los Pueblos, en Amsterdam, Holanda, producida desde el año 1945. Allí María introduce su pedido referido a la necesaria aprobación por parte de la  Iglesia, del quinto y último dogma de Fe Mariano: María como Corredentora, Abogada y Mediadora.

San Luís Grignon de Monfort en el siglo XVIII escribió sobre María en estos términos, pero en Amsterdam y Akita María en persona reafirma la importancia de completar los cinco dogmas de Fe Marianos, dándole a la Pastora de los tiempos finales el rol en la tierra que Jesús le asignó, y que estaba ya escrito desde el libro del Génesis, 3:15.

La vidente?

Sor Agnes Sasagawa, una Hermana de la Orden de las Custodiadoras de la Eucaristía, en un Japón donde sólo el 0,3 % de la población es Católica.

Japón había visto en los siglos anteriores la continuación de la acción iniciada por San Francisco Javier (siglo XVI), con persecución y Mártires surgidos en  defensa de la Fe en Cristo. No era precisamente una sociedad donde se conocieran las referencias sobre Fátima u otras apariciones ocurridas en las décadas anteriores. Particularmente en el convento de Akita poco se conocía sobre estos hechos, concentrándose las cohermanas en la Adoración Eucarística, que era el centro de la vida de la congregación.

La Hermana Sasagawa sufría de una aguda sordera, enfermedad que jugó un rol importante en el desarrollo de la aparición y en su aprobación posterior por parte de la Iglesia.

Una vez más el Cielo elige el lugar y la persona aparentemente menos indicada para recibir sus revelaciones. Sin embargo, este hecho en sí mismo, es una clave de la virtud que Dios más nos demanda: la humildad.

A los más pequeños, a los más ignorantes, a los que acepten los mandatos de Dios sin planteamientos ni pretensiones de comprender la lógica Divina, se les abren de par en par las puertas del paraíso.

En 1969, la Hermana Agnes  (entonces una postulante a la Orden), recibió un mensaje mientras se encontraba orando. Un ser angelical apareció ante ella y le dijo que rezara al final de cada diez cuentas del Rosario, esta oración:

«Oh mi Jesús, perdona nuestros pecados; sálvanos del fuego del infierno; guía a todas las almas al Cielo, especialmente a aquellas más necesitadas.»

Aunque Sor Agnes lo desconocía, este fue uno de los rezos dados a los niños de Fátima más de sesenta años antes. Lo que iba a suceder años después fortaleció más aún el acercamiento de los hechos de Akita con las apariciones de Fátima.

En junio de 1973, los días 12, 13 y 14, siendo Sor Agnes ya religiosa, vio unos rayos luminosos que salían del Sagrario de la capilla. Ella luego escribió en su diario personal: «..De pronto una luz deslumbrante salió del Santísimo Sacramento. Como en una ocasión anterior, algo como niebla o humo empezó a juntarse alrededor del altar y de los rayos de luz. Entonces aparecieron una multitud de seres semejantes a los ángeles, que rodearon el altar en adoración ante la Hostia. El brillo de la Hostia era tal que no podía mirarla directamente. Cerrando los ojos, me postré instintivamente…».

A partir del 4 de enero de 1975 comienza el fenómeno de la lacrimación de la estatua, el cual duró hasta el 15 de septiembre de 1981. Monseñor Ito fue testigo ocular de las lágrimas derramadas por los ojos de la estatua, que lloró 101 veces, incluso ante las cámaras de televisión que acudieron al lugar.

El día que comenzó la lacrimación, el ángel se apareció a Sor Agnes y le dijo:

«No te sorprendas de ver a la Santísima Virgen María llorar. Una sola alma que se convierta es preciosa a su Corazón. Ella manifiesta su dolor para avivar vuestra fe, siempre tan inclinada a debilitarse. Ahora que habéis visto sus preciosas lágrimas y, para consolarla, habla con valor, extiende esta devoción por su gloria y la de su Hijo».

El propio Obispo Monseñor Ito envió para su análisis (sin identificar el origen), las muestras de sangre, lágrimas y sudoración. El resultado fue terminante: se trataba de muestras de origen humano, aunque de forma curiosa, el tipo de sangre resultó distinto de acuerdo a las distintas fechas en que se extrajeron las muestras.

El Padre Yasuda, director espiritual de la Hermana Agnes, fue testigo del llanto de la imagen 98 de las 101 veces que vertió lágrimas.

Cientos de personas vieron el milagro del llanto y la fe no era necesaria para atestiguarlo.



Una vez más, se repiten los mensajes referidos a la crisis moral y espiritual de la humanidad, a las fracturas dentro de la Iglesia, a la inminencia del castigo anunciado en las Sagradas Escrituras en los libros de Daniel, Zacarías, Ezequiel, en los cuatro Evangelios, en las cartas de los Apóstoles y en el libro del Apocalipsis.

Es un mensaje de alerta, de invitación a la Fe.

Quienes tomemos ese mensaje como una tabla de salvación para nuestro propio beneficio, en defensa de nuestra alma, tendremos una oportunidad de llegar a gozar de la vida eterna, en presencia de Jesús y María. Hagámoslo, e invitemos a otros a transitar con alegría y paz de espíritu, el mismo camino!

Reinadelcielo