«Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Espíritu sobre la tierra…

agosto 27, 2010

nuestra_señora

"Yo, vuestra Madre, vengo a visitaros como MADRE Y SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS"

Si quieres recibir una imagen acercate a Parroquia Santo Tomas Moro, Urquiza 1450 Olivos, partido Vicente Lopez

Los DIas Viernes a partir de 10hs

Buenos Aires Argentina.

«Señor Jesucristo, Hijo del Padre,
manda ahora tu Espíritu sobre la tierra.
Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra.
Que la Señora de todos los Pueblos
, María Santísima,
sea nuestra Abogada. Amen.»
La SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS hace una consoladora promesa para esta acción: «¿Tienes miedo? ¡Yo te ayudo! Ya verás cómo la difusión se hará por sí sola» (15.04.1951). «María se asume toda la responsabilidad» (04.04.1954). Hace ya casi cincuenta años que la vidente vio caer la nieve como un símbolo del maravilloso efecto de la acción: «Al igual que los copos de nieve caen sobre la tierra, cubriéndola con una capa espesa, así se extenderá la oración y la imagen por todo el mundo y penetrará en el corazón de todos los pueblos» (01.04.1951). María hace una promesa magnífica: «Comiencen esta obra de redención y de paz con ardor y celo y verán el milagro» (0 1.04.195 l).

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA ESTA ACCIÓN MUNDIAL DE LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS?

¡El tiempo apremia! Dios desea que todas las naciones conozcan a María como su Madre. Por tanto, todos  debemos colaborar ahora en esta Acción mundial. Es sencillo y al alcance de todos.

El primer paso, el más sencillo, es dar con amor la estampita de la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS con su oración a todas las personas que conozcamos y también a quienes no conocemos.

Además, quienquiera que esté dispuesto a responsabilizarse y a recibir en custodia un cuadro de la imagen peregrina por un año, podrá solicitar más información a una de las direcciones mencionadas al final o al Santuario de Ámsterdam.

«Así se llevará la SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS al mundo entero, ¡nación en nación, de ciudad en ciudad. El mundo llegará a ser una unidad mediante esa sencilla oración»‘(I 7.02.1952).



Dios quiere que todos estos pueblos no conozcan a Maria sólo por su nombre, sino que aprendan a amarla como su propia madre, diciéndole ‘madre mía’, ‘madre nuestra’.

junio 15, 2010

Maria Nuestra Madre intercede por todos sus hijos pecadores; pidamos por Su Interecesion la conversion de nuestros familiares y amigos que se encuentran alejados de la vida de  gracia.

Madre

Madre de la sabiduria enseñanos a crecer en el amor

Somos Hijos de Nuestra Santa Madre Santa Maria

«Una gran señal apareció en el cielo: una mujer  con corona de doce estrellas  sobre su cabeza , vestida de sol y la luna a sus pies (Apoc, 12, 1)»

Maria Virgen sin mancilla, reparó la caída de Eva y ha pisado, con su planta inmaculada, la cabeza del dragon infernal. Hija nde Dios Madre de Dios, Esposa de Dios.

La Madre coopero de forma enteramente impar a la obra del Salvador, con la obediencia, la fe, la esperanza y la caridad con el fin de restaurar la vida sobrenatural de las almas. Por eso es nuestra Madre en la vida de la gracia.

Maria es Madre nuestra en el orden de la gracia, esta maternidad para con nosotros es superior a la maternidad humana es espiritual. No tiene relacion con la vida de nuestro cuerpo, sino con la vida sobrenatural de nuestra alma.

Cristo es la cabeza del Cuerpo Mistico que es la Iglesia, y al ser La Virgen Maria Madre de La Cabeza, lo es tambien de los miembros, al dar a luz a Jesus dio a luz a todos nosotros pues Cristo es la fuente de la vida espiritual.

Maria es Reina de todo el universo y de cada uno de los hombres.

Maria Venimos a Ti, que eres nuestra madre y, mediante tu intercesion, pedimos a Cristo la libertad verdadera, la fe verdadera y los motivos de vida y esperanza. Tú Madre conoces nuestro limites, y tambien todos nuestros sueños, nuestros proyectos para el futuro y nuestra posibilidades. Haz que sepamos hacer fructuosa la esperanza que esta en nosotros. (cf. 1 Pe3, 15)

Llevamos en nosotros grandes anhelos, Queremos vivir para Cristo. Nos dirigimos a Ti la maestra mas segura por los caminos humanos… Ayúdanos a vencer todas las desesperaciones. Ayúdanos a ser mas fuertes que todo lo que parece asediarnos. Nuestra vida cotidiana es diversa, como diversas tambien son Tus imágenes en nuestros paises.

Ayúdanos a ser autenticos, que sepamos reconocer nuestros talentos y ponerlos al servicio del prójimo sabiendo que asi tambien estaremos sirviendo a Dios Todo`poderoso y Eterno y hallaremos la gracia y bendicion ante sus ojos.

Nuestra Señora de todos los pueblos

Ella viene en este tiempo bajo ese nombre, como Corredentora, Medianera y Abogada” (31.12.1951).

El amor mueve a María incluso a darnos pruebas para convencernos de que Ella es realmente la Señora de todos los Pueblos. Por eso profetiza:
“El signo de la Señora de todos los Pueblos será visto más tarde en todo el mundo. Haz que comprendan bien esto. Las potencias falsas caerán. … la Señora de todos los Pueblos quiere y puede dar Gracia, Redención y Paz a todos los pueblos que se lo pidan”(17.02.1952).
Y al cabo de poco más de un año: “Para dar la prueba de que soy la Señora de todos los Pueblos, yo he dicho: las grandes potencias caerán; vendrá una lucha político-económica; cuidado con los falsos profetas; pongan atención a los meteoros; vendrán calamidades; vendrán calamidades naturales; estamos frente a grandes decisiones; estamos ante grandes presiones … Con este título Ella salvará el mundo”(20.03.1953).
“Yo quiero y puedo conceder Gracia, Redención y Paz a todos los que me lo pidan. Hoy se lo prometo” (15.08.1951).
“La Señora de todos los Pueblos podrá traer la Paz al mundo” (11.10.1953).

Sitio oficial de Nuestra Señora de Todos los Pueblos  aqui


Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora Tu Espíritu sobre la tierra. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos.

octubre 29, 2009

Que vuestro corazón esté siempre colmado con la oración.

Nuestra Madre Maria al igual que ahora se aparece en Holanda en el año 1945 para anunciarnos en sus mensajes que debemos Orar juntos como hermanos y convertirnos en apóstoles llevando la oracion a todas partes del mundo!

Escucha hermano solo la oracion os hará libres! amsterdan_01

«La Virgen Inmaculada… asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial fue ensalzada por el Señor como Reina universal, con el fin de que se asemejase de forma más plena a su Hijo, Señor de señores
y vencedor del pecado y de la muerte»

Los tiempos son distintos en el Cielo, no tienen punto de comparación con lo que ocurre en la tierra. Pero Dios desarrolla Su plan dentro de los tiempos de los hombres, poniendo Su mensaje aquí y allá, marcando el rumbo que debe seguir la historia, a través de Sus manifestaciones y mensajes.

Marzo de 1945 en Holanda, pocos meses antes del fin de la segunda guerra mundial. Mientras los alemanes se retiran del oeste europeo frente al avance de los aliados, en medio del hambre y los últimos fríos del invierno, una humilde mujer recibe la visita de la Madre de Dios. Aún no había terminado el horror que costó la vida a sesenta millones de personas, aún no había empezado la reconstrucción de la Europa arrasada por los casi seis años de la mayor guerra de la historia de la humanidad. Sin dudas un momento muy especial para apoyarse en el dolor de la gente, que siempre da la oportunidad de volver los ojos a Dios. Y María, por Gracia de Dios, aprovecha esta oportunidad para impulsar una misión que llevará muchos años para alcanzar su maduración: la proclamación del quinto dogma mariano, María Corredentora, Mediadora de todas las Gracias y Abogada

El 20 de marzo de 1953 la Santísima Virgen le dijo a Ida: «He seleccionado Amsterdam como el lugar de Nuestra Señora de todos los Pueblos. También es el lugar del Santísimo Sacramento…». Cuando la Virgen dice que Amsterdam es el lugar del Santísimo Sacramento, Nuestra Señora se está refiriendo al milagro eucarístico que ocurrió en esa ciudad en 1345, exactamente seis siglos antes de estas apariciones:

Un pescador llamado Ijsbrand Dommer estaba agonizando. Su esposa había llamado a un sacerdote para que le administrara los últimos sacramentos. El hombre se pudo confesar y recibir la Sagrada Hostia, pero un fuerte ataque de tos hizo que el hombre vomitara y la Hostia fuera también expulsada de su boca. La esposa limpió lo que el marido había expulsado y lo lanzó al fuego. Cuando ella fue a revolver los leños del fuego la mañana siguiente, encontró que la Hostia estaba flotando encima de las llamas sin haber sufrido deterioro ni daño alguno. La buena mujer la sacó del fuego y la colocó en un cofre, envuelta en un pañito limpio, al tiempo que llamaba al sacerdote para que pusiera la Hostia en el sagrario de la Iglesia. El siguiente día la Hostia apareció nuevamente en el cofre, y nuevamente fue llevada al sagrario. Al día siguiente sucedió lo mismo, y el sacerdote comprendió que este milagro no debía quedar en secreto sino ser conocido. Desde entonces Amsterdam se convirtió en lugar de peregrinaciones, donde acudían peregrinos de toda Europa a rendirle adoración a Jesús Sacramentado. Muchos de los visitantes que acudían a Amsterdam por tal motivo eran comerciantes, y con el tiempo Amsterdam se convirtió en un puerto en donde el comercio se desarrollaba aunado a la veneración del Santísimo Sacramento.

Más tarde la reforma protestante tomó el Lugar Santo y nunca más se vio la Sagrada Hostia del Milagro. La tradicional procesión fue prohibida, pero los católicos continuaron reuniéndose cada año, haciendo el mismo recorrido de antes, en oración, pero en silencio. Desde entonces este recorrido tomó el nombre de «paso silencioso». Todavía hoy fervientes católicos de todas partes de Holanda se reúnen cada año para participar en este «paso silencioso».

No es de extrañar entonces que María quiera ligar la Presencia Eucarística de Su Hijo manifestada en Amsterdam varios siglos atrás, con su nuevo rol de Corredentora. El Redentor y la Corredentora juntos, el Hijo y la Madre juntos, indisolublemente.

La vidente Ida Peerdeman fue testigo ocular de las apariciones de la Santísima Virgen en Amsterdam, desde 1945 a 1959. Ida era una humilde oficinista que vivía con sus hermanas en Amsterdam. Católica practicante, vivía una vida normal hasta que María la eligió para ser un instrumento de una parte importante de su obra en estos tiempos. Nació en el año 1906 y murió el 17 de junio de 1996, a los noventa años de edad. Su fallecimiento ocurrió como se lo había anticipado María: sería luego de que ella pueda ver la aprobación de la iglesia a la aparición de la que fue testigo y vidente. Diez días antes, Ida había dado permiso para que los mensajes que ella recibió de la Santísima Virgen fueran publicados. Su misa de funeral fue celebrada por el Obispo Bomers (el mismo que otorgó la aprobación inicial) quien empezó su homilía en esa ocasión declarando que “estamos hoy aquí reunidos como personas que amamos, admiramos y estimamos a Ida Peerdeman”.

Dios siempre elige a los más pequeños y humildes para Su obra. Es imposible entender desde la lógica humana el motivo de sus elecciones. Quizás el mensaje sea justamente ese: los hombres simplemente no debemos tratar de entender el por qué del modo de obrar de Dios. Lo concreto es que el tiempo confirma el resultado de Su obrar, como ocurrió con Ida, que se manifestó como una férrea y obediente alumna de su maestra, la Virgen María.

María describe el mundo por venir

Dice Ida, relatando una de sus visiones: Vi el Vaticano y a toda la Iglesia Católica a su alrededor. Luego vi una paloma negra volar sobre nuestra Iglesia. La Señora me señala esta paloma diciendo: “Es el espíritu viejo, que deberá desaparecer”. La paloma de repente se vuelve blanca, y María le dice: “Esta es una nueva paloma blanca. Manda sus rayos en todas las direcciones, pues el mundo se tambalea. Unos cuantos años más, y el mundo desaparecería,. Pero El vendrá y pondrá orden en el mundo, sin embargo…ellos tienen que escuchar”.

Luego María lleva a Ida frente a una gran Cruz: “tómala, El la ha llevado antes que tú”. No quiero llevarla, y siento como que represento a todas las personas del mundo que se niegan a llevar la Cruz. María me toma de la mano y me dice: “ven”. Ahora veo una figura radiante, luminosa, con una vestidura larga, que nos precede. Es la figura de un Hombre, pero totalmente transfigurado, Espiritual. El Hombre carga una Cruz pesada, la arrastra por el suelo. No puedo ver Su Rostro, es todo un rayo de Luz. Camina por todo el mundo con la Cruz, pero nadie lo sigue. “Está sólo”, dice María. “El va sólo por el mundo, que empeorará aún más, hasta que en un momento determinado algo terrible suceda”.

De repente la Cruz está de nuevo levantada en medio de la tierra. “Ahora todos tendrán que verla, quieran o no”, dice nuestra Madre. Ida ve a continuación una serie de imágenes extrañas. Cruces gamadas bajo la Cruz caen. Luego estrellas, todas caen. Hoces y martillos, todo cae bajo la Cruz. Luego ve de repente a la Señora con el Rosario, que dice: “¡Continuad rezando, todo el mundo!”. Señalando el Crucifijo, agrega: “Todo el mundo tendrá que regresar a El, desde el más grande al más pequeño, el más pobre como el más rico. Pero costará trabajo”. Luego Ida ve a María poniendo un pié sobre el globo terráqueo, y le dice: “Pongo el pié sobre la tierra. Los ayudaré y los conduciré hasta la meta, pero tendrán que luchar”.

Este mensaje, recibido por Ida el 7 de octubre de 1945, contiene profecías centrales para el mundo. María profetiza allí no sólo hechos históricos que ocurrirán en el futuro (para dar credibilidad a sus mensajes, profetiza la guerra de Bosnia o la catástrofe de Chernobyl) pero también anuncia una gran crisis dentro de la Iglesia y del mundo mismo. Anuncia eventos que María también nos anticipa desde Medjugorje o Garabandal, como el aviso o el gran milagro que ocurrirá para dar una última oportunidad de conversión a aquellos que tienen el alma alejada de Dios, en situación de muerte espiritual, aunque sus cuerpos aún vivan. También se anuncia como la Pastora que nos llevará de regreso a la Cruz de Su Hijo, como anticipó San Luis Grignon de Montfort o tantos otros Santos devotos de María.

Meditando este mensaje vemos con alegría el consuelo de la Madre que nos anticipa y confirma la inminente venida de Jesús en nuestro auxilio, a pesar de la tremenda oscuridad que crece en el mundo.

María nos anuncia el inminente regreso de Su Hijo

Ida ve a la Señora de pié, con el Niño Jesús en sus brazos. Jesús tiene una aureola alrededor de Su Cabeza, e irradia Luz en todas las direcciones. María baja y aparece de pie sobre el globo terráqueo, que gira debajo de Ella. María mira a Ida y le dice: “Ven, sígueme”. Van juntas y caminan sobre el globo terrestre. Mientras María mira a Ida, señala al Niño Jesús y le dice: “A El deseo traerlo de nuevo al mundo”. Pero mientras dice esto menea negativamente la cabeza una y otra vez.  Veo que el Niño se transforma en una Cruz. De repente la Cruz cae al suelo y se rompe en pedazos. Ida mira al mundo y ve que se ha envuelto totalmente en oscuridad. María dice: “Lo traeré de nuevo al mundo”, y señala la Cruz rota. Luego la Virgen aparece sentada en un sillón con el Niño en su regazo, que irradia Luz en todas las direcciones. Ella dice: “Primero regresad a El, sólo entonces reinará la verdadera Paz”. María mira muy seriamente a Ida: “La Religión sufrirá una dura lucha, tratarán de destruirla. Pero lo harán con tanta astucia que casi nadie se dará cuenta de ello. Sin embargo yo los prevengo….Christus Regnum…¡Roma, ponte en guardia!”.

Esta visión, del 29 de marzo de 1946, contiene el anuncio de la Segunda Venida de Jesús, anunciada en repetidas ocasiones en el viejo y el nuevo Testamento. Pero también profetiza la dura lucha y crueldad que precederá este hecho Glorioso. Probablemente aquí preanuncia la difusión de la negación de la verdadera Presencia Eucarística de Jesús, hecho también conocido como la gran abominación. Evidentemente Roma sufrirá grandes ataques que tratarán de destruir la verdadera Cruz, la Presencia del Señor en Su Sacrificio Perpetuo, la Eucaristía.

El 31 de mayo de 1955 la Virgen dijo: “Cuando empecéis a pedir al Santo Padre la proclamación del dogma, la Señora cumplirá su promesa y vendrá la verdadera Paz. La verdadera Paz, pueblos, es el Reino de Dios. El Reino de Dios está más cerca que nunca. Comprended bien estas palabras… ESTÁ MÁS CERCA QUE NUNCA”.

María nos advierte, nos prepara en la necesidad de estar alertas a esta sutil pero destructiva acción del maligno que se avecina. Pero también nos da la mayor felicidad que podemos tener, al anunciarnos que este tremendo dolor de parto que sufriremos como Iglesia, como miembros del Cuerpo Místico de Jesús, precede a Su Regreso en Gloria.

 

El Segundo Pentecostés: el Espíritu Santo entre nosotros

Dice María: “Existe en el mundo una tendencia fuerte hacia el bien, y es precisamente ésa la razón por la que el otro espíritu está trabajando. Ese espíritu está ocupado en influenciar al mundo y corromperlo. Los hombres no son en sí malos, sino sólo débiles. La Iglesia deberá esforzarse en formar el espíritu. Precisamente ahora tiene una gran oportunidad, porque la oportunidad está buscando. La lucha ya no será contra las naciones, sino contra el espíritu” (mensaje del 14 de febrero de 1950).

Dice nuevamente la Señora, mientras señala hacia arriba donde Ida ve una paloma blanca: “Mira, ese es el Espíritu nuevo que tiene que venir”. Luego ve salir unos rayos de la paloma. Los rayos van hacia abajo, dos hacia la mitad, dos a la derecha y dos a la izquierda. La Señora dice: “Más tarde entenderás el significado. Cristiandad, no sabes que grave peligro te amenaza. Hay un espíritu que quiere infiltrarse, pero -la Señora hace un signo de bendición con la mano- la victoria es nuestra”.

María hace insistentes referencias a la influencia del Maligno en estos tiempos, y al espíritu de materialismo que invade al mundo. Pero también nos anuncia el renovado soplo del Espíritu Santo, que nos inunda con sus inspiraciones, sus dones y sus gracias. Es tan numeroso el recuento de revelaciones y gracias dispersadas aquí y allá, que claramente podemos concluir que Dios nos está bendiciendo con un Segundo Pentecostés.

El nombre de esta nueva advocación es mencionado por primera vez por María el 16 de noviembre de 1950. Esta fecha es muy importante, porque pocos días antes (el 1 de noviembre de ese mismo año) el Papa Pío XII proclamó el dogma de la Asunción de María al Cielo. Ida relata lo visto en esa oportunidad:

Veo a la Señora de pie sobre el globo terrestre. Señalándolo, me dice: “Hija, estoy de pie sobre este globo, porque deseo que me llamen LA SEÑORA DE TODOS LOS PUEBLOS”.

En mensajes posteriores Ella explica el significado de este nombre: “Yo soy la Señora, María, Madre de todos los Pueblos. Me pueden llamar Señora de todos los Pueblos o Madre de todos los Pueblos, que antes era María. Yo vengo precisamente en este día para comunicarte que así es como deseo que me llamen. Las personas de todos los países deberán ser verdaderamente un solo pueblo” (11 de febrero de 1951).

“La Señora de todos los Pueblos desea que la lleven a todos, quienquiera o lo que quiera que sean. Por eso recibió este título de su Señor y Maestro” (31 de diciembre de 1951).

“Con la Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo al Cielo, mediante un acto único entregó a todos los pueblos a Miriam o María, como ”la Señora de todos los Pueblos”. Al decir estas palabras “Mujer, ahí tienes a tu hijo, hijo, ahí tienes a tu Madre”, con esta declaración, Miriam o María recibió este nuevo título. ¿Por qué sólo hasta ahora aparece el título de “Señora de todos los Pueblos”?. Porque el Señor lo tenía reservado para estos tiempos. Los dogmas proclamados con anterioridad tenían que precederlo, de igual manera que su vida terrena tuvo que preceder a ser declarada la Señora de todos los Pueblos. Todos los dogmas anteriores abarcan la Vida y la Asunción de la Señora” (5 de octubre de 1952).

María se presenta con este título como Madre de toda la humanidad, como la Pastora de todos nosotros. Esta concesión de Dios hacia tan graciosa Criatura debe llenarnos de amor y orgullo,  por ser hijos de la propia Madre de Dios.

La oración que La Señora nos entregó

El 11 de febrero de 1951 María nos entrega una oración referida a estos tiempos tan especiales, donde el Espíritu Santo nos busca con fuerza renovada. Ella pide que se difunda esta oración en todo el mundo, que se la rece con el corazón.

Relata Ida: De pronto me encontré de pie ante una Cruz grande. Mientras la contemplo, siento dolores muy intensos. Fue como si todos los músculos de mis brazos se contrajeran, obligándome a cerrar los puños. Sentí como si la cabeza se me desgarrara en pedazos y fuera a explotar, y tuve la sensación de la fiebre. Por todo eso me puse a llorar. No pude soportarlo más y le pregunté a la Señora si podría ser liberada de eso. Duró un poco más y luego todo terminó. Entonces la Señora me dijo: “Todos debemos regresar a la Cruz, sólo entonces reinará la paz y la tranquilidad”.

Mientras estoy todavía de pie con la Señora delante de la Cruz, Ella dice: “Repite lo que te digo”. Ello me llamó la atención, pues yo estaba repitiendo todo lo que oía. Pero de pronto vi que la Señora se volvía aún mas hermosa de lo que ya era. La Luz que siempre la rodeaba se tornó más clara y tan brillante, que ya casi no podía mirarla. Entonces Ella levantó sus manos, que tenía casi siempre hacia abajo, y las juntó. Su rostro se transformó en algo tan celestial, tan sublime que simplemente no se puede describir con palabras. Su figura se volvió aún más hermosa y resplandeciente, yo la contemplaba embelesada y pensé: ¿Qué va a venir ahora?. Entonces la Señora me dice: “Reza ante la Cruz”:

Señor Jesucristo,
Hijo del Padre,
manda ahora Tu Espíritu sobre la tierra.

Haz que el Espíritu Santo habite
en el corazón de todos los pueblos,
para que sean preservados de la corrupción,
de las calamidades y de la guerra.

Que la Señora de todos los Pueblos,
que un día era María,
sea nuestra Abogada.

Amén

María agrega: “Hija, esta oración es tan sencilla y tan corta, que cada persona la puede decir en su propio idioma, ante su propia Cruz. Las personas que no tengan un Crucifijo, pueden rezarla a solas”.

En varias ocasiones nuestra Madre hizo referencia a esta oración, como ocurrió en la aparición del 2 de julio de 1951: “Todos los pueblos deberán honrar al Señor y Maestro en Su Creación. Todos los pueblos deberán pedir que venga el verdadero Espíritu, el Espíritu Santo. Por eso les he enseñado esta breve y poderosa oración. El mundo entero se está corrompiendo. Por eso, las personas de buena voluntad deberán pedir cada día que venga el Espíritu de la Verdad. Yo soy la Señora de todos los Pueblos. Este tiempo es Nuestro tiempo. “Que un día era María” quiere decir que muchas personas han conocido a María como María. Sin embargo ahora, en esta era nueva que va a empezar, quiero ser “la Señora de todos los Pueblos”. Esto todos pueden comprenderlo”.

María nos explica la venida del Espíritu Santo con renovada fuerza, al que todos no solo debemos esperar y llamar sino también permitir actuar en nosotros. Y nos aclara por qué Ella en estos tiempos tendrá, en el plan de Dios, una misión mucho mas activa que en los tiempos previos, con remarcada Presencia. Sus repetidas y duraderas recientes apariciones, nos indican a las claras que Ella es la Capitana del Ejército Celestial en estos últimos tiempos.

La conocida imagen de La Señora de todos los Pueblos

La Virgen puso mucho énfasis en la imagen que se debía difundir en relación con la nueva Advocación de Nuestra Señora de todos los Pueblos. Dejemos que sea Ida y la propia María quienes nos relaten como la vemos en Amsterdam, en varios mensajes recibidos en el año 1951:

María describe su imagen de este modo: “Estoy de pie sobre el globo terráqueo y apoyo firmemente mis pies sobre él. También ves con toda claridad mis manos, mi cara, mis cabellos y mi velo. Lo demás está como en la niebla. Ahora te voy a explicar por qué vengo de esta forma. Te he mostrado mi cabeza, mis manos y mis pies como las de un ser humano. Te aclaro: como los del Hijo del Hombre. Ahora te aclararé por qué me aparezco así, de esta forma. Estoy de pie ante la Cruz como la Señora, con cabeza, manos y pies como de un humano, más el cuerpo como el espíritu, porque el Hijo ha venido por la Voluntad del Padre. Pero ahora el Espíritu debe venir sobre el mundo, y por eso yo quiero que se rece. Estoy de pie sobre el globo terráqueo, porque esto concierne al mundo entero”.

Dice Ida: la Señora ahora señala la faja con que Ella ha rodeado su cintura, tengo que mirarla atentamente. “Escucha con mucha atención lo que significa”, dice la Señora. “Es como la faja que cubrió al Hijo. Además estoy de pie como la Señora delante de la Cruz del Hijo”. “El rebaño de ovejas que aparece en la imagen representa a los pueblos del mundo entero, que no hallarán descanso hasta que no se recuesten y contemplen pacíficamente la Cruz, el centro del mundo. Ahora mira mis manos y describe lo que ves».

Ahora veo como si en el centro de la palma de las manos hubiera habido una herida. De la herida de cada mano brotan tres rayos de Luz que descienden sobre las ovejas. La Señora sonríe y dice: “Estos son tres rayos, los rayos de la Gracia, de la Redención, y de la Paz. Por Gracia de mi Señor y Maestro y por amor a la humanidad, el Padre envió al mundo a Su único Hijo como Redentor. Ahora ambos desean enviar al Santo, al Verdadero Espíritu, que solamente puede ser la Paz. Por lo tanto: Gracia, Redención y Paz. El Padre y el Hijo quieren enviar en este tiempo a María, la Señora de todos los Pueblos, como Corredentora, Mediadora y Abogada” (31 de mayo de 1951).