Madre, dame Tu mano y no me sueltes, Déjame apoyarme en Ti al andar, Enséñame el camino que sólo me conduzca A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

fatima_reinaEvangelio según san Lucas 12, 8-12

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Les aseguro que todo el que esté de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios; pero si uno me niega ante los hombres, también yo lo negaré ante los ángeles de Dios. Quien hable mal del Hijo del hombre, podrá ser perdonado, pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no será perdonado.
Y cuando los lleven a las sinagogas, ante los jueces y autoridades, no se preocupen cómo defenderse, ni de lo que van a decir; el Espíritu Santo les enseñará en ese mismo momento lo que deben decir»
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Evangelio del dia

salmo 22

El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
El Señor es mi pastor, nada me falta.

Me guía por el sendero justo, por el honor de su nombre. Aunque camine por cañadas oscuras, nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu cayado me sosiegan.
El Señor es mi pastor, nada me falta.

Preparas una mesa ante mí enfrente de mis enemigos; me unges la cabeza con perfume, y mi copa rebosa.
El Señor es mi pastor, nada me falta.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y habitaré en la casa del Señor por años sin término.
El Señor es mi pastor, nada me falta.

Meditacion

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 7-14

Hermanos: Lo que para mí era ganancia, por Cristo, lo he estimado como pérdida. Y más todavía: Todo lo estimo pérdida comparado con la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor.
Por él lo perdí todo, y todo lo estimo basura con tal de ganar a Cristo y existir en él, no con una justicia mía, la de la ley, sino con la que viene de la fe de Cristo, la justicia que viene de Dios y se apoya en la fe. Para conocerlo a él, y la fuerza de su resurrección, y la comunión con sus padecimientos, muriendo su misma muerte, para llegar un día a la resurrección de entre los muertos.
No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta: yo sigo corriendo. Y aunque poseo el premio, porque Cristo Jesús me lo ha entregado, hermanos, yo a mí mismo me considero corno si aún no hubiera conseguido el premio. Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante, corro hacia la meta, para ganar el premio, al que Dios desde arriba me llama en Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

 

La Alegria en el apostolado

La alegría se aumenta, o se recupera si se hubiera perdido, con la oración verdadera, cara a cara con Jesús, «sin anonimato»; con la sinceridad; con la entrega a los demás, sin esperar recompensa; y mediante la Confesión frecuente, que «sigue siendo una fuente privilegiada de santidad y de paz»Pablo VI,loc. cit

Desde hace veinte siglos la fuente de la alegría no ha cesado de manar en la Iglesia. Llegó con Jesús y la dejó a su Cuerpo Místico, En este tiempo, las criaturas más alegres han sido las que han estado más cerca de Jesús. Por eso no habrá nunca nadie más alegre que María, la Madre de Jesús, y Madre nuestra. Si Ella es la llena de gracia (Lc 1, 28),  llena de Dios–, es también la que posee la plenitud de la alegría. Estar cerca de la Virgen es vivir dichoso.

Lo mismo que desborda su gracia, lleva su alegría a todas partes. «¿Qué tendrán la voz y las palabras de María que generan una felicidad siempre nueva? Son como una música divina que penetra hasta lo más hondo del alma llenándola de paz y de amor. Cuantas veces rezamos el Santo Rosario la llamamos Causa de nuestra alegría. Y lo es porque es portadora de Dios. Hija de Dios Padre, es portadora de la ternura infinita de Dios Padre. Madre de Dios Hijo, es portadora del Amor hasta la muerte de Dios Hijo. Esposa de Dios Espíritu Santo, es portadora del fuego y del gozo del Espíritu Santo. A su paso el ambiente se transforma: la tristeza se disipa; las tinieblas ceden el paso a la luz; la esperanza y el amor se encienden… ¡No es lo mismo estar con la Virgen que sin Ella! No es lo mismo, no, rezar el Rosario que no rezarlo…»A. Orozco, Mirar a María, pp. 239-240.

Procuremos esmerarnos en rezarlo bien en este mes de octubre en que la Iglesia nos mueve a ir especialmente a Nuestra Madre del Cielo a través de esta devoción mariana. Procuremos poner santas intenciones al rezarlo en este sábado en el que, como tantos cristianos, procuramos tenerla más presente y ofrecer en su honor alguna pequeña mortificación. Pidámosle hoy que con nuestra alegría sepamos llevar a Dios a nuestros amigos, a los parientes. Ella, Causa de nuestra alegría, nos recordará siempre que dar alegría y paz –elgaudium cum pace, que jamás debemos perder– es una de las mayores muestras de caridad, el tesoro más valioso que tenemos, y muchas veces nuestra primera obligación en un mundo frecuentemente triste porque busca la felicidad donde no está.Nuestra Madre Santa María nos alcanzará, en este sábado del mes de octubre en el que tantas veces hemos acudido a Ella, la gracia abundante que necesitan nuestras almas para dar más frutos y la que precisan nuestros familiares y amigos para que aceleren el paso hacia su Hijo, que los espera.

Aprovechemos la lluvia de gracias y bendiciones que Dios concede a quienes desagravian el Inmaculado Corazón de María los primeros sábados de mes.

 

Fue solicitado por la Virgen en Fátima (donde el día profetizado para la aparición, el sol bailó ante la mirada de miles de personas incluyendo ateos que odiaban la Religión y donde Juan Pablo II puso en la corona de la Virgen, la bala destinada a asesinarlo, milagrosamente desviada por la mano maternal de María):

Confesarse ANTES (máximo 8 días) con la intención de reparación al Inmaculado Corazón de María (si uno se olvidó de la intención, y no está en pecado mortal, puede confesarse después del sábado pero lo antes posible, recordándola). La confesión requiere dolor de los pecados, conversión de corazón y propósito de enmienda.

Comulgar en estado de Gracia (si se está en pecado mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical, usar anticonceptivos o planificación familiar natural sin causa grave, para recuperarlo, basta confesarse antes de comulgar)

Rezar un misterio del Rosario (5 decenas) con ternura por nuestra Madre Inmaculada.

Rezarle a la Virgen 15 minutos adicionales meditando los misterios del Rosario (por lo menos Gozosos, Dolorosos y Gloriosos) con la intención de reparar.

Aclaraciones:

La Virgen prometió asistencia a la hora de la muerte pero esto no significa que debamos aprovecharnos de la generosidad de Jesús y dejar de luchar por la máxima santidad posible en cada momento de nuestra vida.

Recordar que seremos recompensados proporcional e infinitamente por cada acto de amor en cada momento. Aún si hicimos la reparación durante 5 sábados, no quita que podamos reparar en cualquier momento las cinco formas en que es ofendido su Inmaculado Corazón:

Ataques contra la Inmaculada Concepción de María.  Ataques a su Perpetua Virginidad (siempre Virgen, antes, durante y después del parto)

Ataques a su Divina Maternidad y el rechazo de aceptarla como la Madre de toda la humanidad.Por aquellos que tratan públicamente de implantar en los niños indiferencia, desprecio y aun odio por esta Madre Inmaculada.

Por aquellos que la insultan directamente en sus imágenes sagradas.

Historia

Esta devoción fue revelada por la Virgen María en Fátima a la Hermana Lucía el 10 de Diciembre de 1925 mientras estaba arrodillada en la capilla del Convento.

Nuestra Señora se le apareció con el Niño Jesús quien le dijo:

Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre. Éste está cubierto con espinas, con las cuales hombres ingratos lo hieren en cada momento y no hay nadie que las remueva con un acto de reparación.”

Nuestra Señora se mostró también sosteniendo un corazón rodeado con espinas agudas y le dijo:

«Mira, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, a cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz algo por consolarme y dí, en mi nombre, que a todos aquéllos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el rosario y me acompañen quince minutos meditando sus misterios con el fin de desagravarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación«.

Lucía le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: «Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María«.

«He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas«.

 

La intención de hacer esta reparación al Inmaculado Corazón de María puede ponerse al principio.

 

Carta de la Hermana Lucía explicando esta devoción

(1 Noviembre de 1927 a Doña María Miranda, su Madrina)

 

“Yo no se si tu ya sabes acerca de la devoción reparatoria de los cinco primeros Sábados al Inmaculado Corazón de María. Como todavía esta reciente, me gustaría inspirarte a practicarla, porque es pedida por Nuestra querida Madre Celestial y Jesús ha manifestado un deseo de que sea practicada. También me parece que serias muy afortunada querida madrina, no solo de saberla y de darle a Jesús la consolación de practicarla, pero también de hacerla conocida y abrazada por muchas otras personas.

 

Consiste de esto: Durante cinco meses en los Primeros Sábados, recibir a Jesús en la Sagrada Comunión, recitar un Rosario, mantener quince minutos de compañía a la Virgen mientras se meditan los misterios del Rosario, y hacer una confesión. La confesión se puede hacer unos pocos días antes, y si en esta confesión previa tu haz olvidado la intención (requerida), la siguiente intención se puede ofrecer, siempre y cuando en el Primer Sábado uno reciba la Sagrada Comunión en estado de Gracia, con la intención de hacer reparación por las ofensas en contra de la Santísima Virgen y las cuales afligen Su Inmaculado Corazón.

Me parece, querida Madrina, que somos afortunados de poder darle a nuestra querida Madre Celestial esta prueba de amor, porque nosotros sabemos que Ella desea que se le ofrezca esto.

En cuanto a mi, Yo reconozco que nunca estoy tan contenta como cuando llega el Primer Sábado. No es verdad que nuestra mas grande felicidad es pertenecerle completamente a Jesús y a María, y amarles a ellos y a ellos solamente, sin reserva?

Nosotros vemos esto claramente en las vidas de los santos… Ellos estaban contentos porque ellos amaban, y nosotros, mi querida madrina, nosotros tenemos que buscar amar como ellos lo hicieron, no solamente para disfrutar a Jesús, lo cual es lo menos importante «porque si no lo disfrutamos aquí abajo, nosotros lo disfrutaremos al arriba» pero para darles a Jesús y María la consolación de ser amados… y que a cambio de este amor ellos podrían salvar muchas almas.»

 

Acto de Consagración al Inmaculado Corazón de María

» Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,
yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón
y te consagro mi cuerpo y mi alma,
mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tú quieres que sea,
hacer lo que tu quieres que haga.
No temo, pues siempre estas conmigo.
Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,
con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo.»

 

¡Oh Corazón Inmaculado de María, compadeceos de nosotros!

¡Refugio de pecadores, rogad por nosotros!

¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!

 

Un Padrenuestro a intención del Sumo Pontífice.

Reparación Sabatina en honra del Corazón de María

fatima1viva la madre de Dios

 

 

 

 

 

Dios y los que están en nuestra libreta de direcciones, nos pedirán cuenta de no haber reenviado este mensaje de salvación.

Por favor, reenvíalo, en reparación de las heridas, que cada pecado causa en los Traspasados Corazones de Jesús y María:

¡ Jesús, la Virgen, y miles de almas, que se salvarán gracias a Ud. y este mensaje,

se lo agradecerán en la tierra y en el Cielo !

¡ Ave María puríssima !

Gracias por tu apoyo. Recemos unos por otros.

Unidos en el Corazón de la Sagrada Familia,

El equipo de voluntarios de IESVS.org

Aclaracion

Este material fue tomado del sitio IESVS.org si deseas saber mas visita su sitio

Mas sobre la Devocion ACI PRENSA

GUIA para realizar los Primeros Cinco Sabados

Sitio Dos Corazones

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