POR QUÉ TE AMO, OH MARÍA . Cantar, Madre, quisiera por qué te amo. Por qué tu dulce nombre me hace saltar de gozo el corazón,

octubre 1, 2009

Tus palabras de amor son las místicas rosas que envolverán en su perfume vivo a los siglos futuros.

Tus palabras de amor son las místicas rosas que envolverán en su perfume vivo a los siglos futuros.

Santa Teresa del Niño Jesús

Virgen y Doctora de la Iglesia

Tú tienes, Señor, palabras de vida eterna

Hoy 1 de Octubre es el dia que se recuerda a Santa Teresita del Niño Jesús, y como homenaje junto A Nuestra Madre Santísima recordaremos la devocion que Sante Teresita tanto amaba, La Virgen de la Sonrisa.

«A los 10 años tuve una rara enfermedad y estaba muy triste por la muerte de mi mamá. Un día sentí que María me sonreía desde una imagen y lo cierto es que recuperé mi salud. Desde ese momento, ella fue para mí, LA VIRGEN DE LA SONRISA.»

Santa Teresita

Origen de la Devoción

Al morir la madre de Teresa, su hermana Paulina fue por elección de la propia Santa, su segunda mamá. Pocos años después, en 1882, Paulina entra al Carmelo para convertirse en la Madre Inés de Jesús.

Esta partida, Teresa la vive como un abandono y desde diciembre de ese año se enferma con frecuencia. La tarde de Pascua es atacada por temblores nerviosos que le durarán seis semanas.

Al vivir durante seis meses con la angustia de sentirse abandonada por su segunda madre, cae en un comportamiento regresivo, deseando ser mimada como «un bebé».Toda la familia se moviliza para obtener del cielo la curación de Teresa. Se hace celebrar un novenario de misas en el santuario parisiense de Nuestra Señora de las Victorias. El 13 de mayo de 1883, en la fiesta de Pentecostés, Teresa se vuelve hacia la imagen que se encuentra al lado de su cama. En relación a ese momento, ella escribió en Historia de un Alma lo siguiente:

De repente la Santísima Virgen me pareció bella, tan bella que nunca había visto cosa tan hermosa, su rostro respiraba una bondad y una ternura inefables, pero lo que llegó hasta el fondo de mi alma fue la arrebatadora sonrisa de la Santísima Virgen. En aquel momento todas mis penas se disiparon. Dos gruesas lágrimas brotaron de mis párpados y se deslizaron silenciosamente por mis mejillas, pero eran lágrimas de pura alegría… ¡La Santísima Virgen, pensé, me ha sonreído!».

A partir de ese momento Teresa quedó curada de su gran depresión.
Nunca más se separó de esa imagen, que la acompañó hasta su muerte, a la que ella cariñosamente llamaba “Virgen de la Sonrisa”.

Oración de Santa Teresita a la Virgen

Imagen de la Virgen de la Sonrisa que se encuentra en la habitación de Santa Teresita en Los Buissonettes, Lisieux, Francia.

Porque te amo, Madre

Porque me alegra el nombrarte

porque pensar en tu suma grandeza
no puede inspirarme temor.
Meditando tu vida sencilla
me atrevo a mirarte y a acercarme a vos.

María, aunque soy pequeña
poseo en mí a mi Dios;
más no me asusta mi debilidad,
tu tesoro también es el mío.
Cuando Jesús viene a mi corazón
sueña estar reposando en vos misma, María.

Los pequeños de la tierra
Madre te miran sin miedo
marchando por el camino común
los guías al cielo.
Tu mirada aleja el temor,
nos enseña a llorar, nos enseña a reír.

María vos nos amás
como nos ama Jesús;
amar es dar todo y darse a sí mismo.
Te diste toda a nosotros.
Dios conocía tu inmensa ternura
y te quiso dejar como refugio nuestro.

Vos que viniste Madre
a sonreírme en la mañana de mi vida,
ven a darme tu sonrisa otra vez
ahora que ya es la tarde.
Amén.

La Virgen se encuentra aquí;

Capilla Hospital “Pedro Fiorito”.

Av. Belgrano al 800, esquina Italia, Avellaneda.

Líneas de Colectivos: 10, 17, 22, 24, 33, 33 (ex 54), 95,

98, 100, 134, 148, 271, 293, 295, 570.

E-mail: pedidos@virgendelasonrisa.org.ar info@virgendelasonrisa.org.ar

Misas: Martes a Viernes 07:30 hs Sábados 16 hs

Días 13 en honor a la Virgen de la Sonrisa 19 hs.

Horario del Templo y santería:Martes a Viernes de 07:30 a 12 hs.

Sábados y Domingos de 10 a 17 hs.

ORACIÓN DE STA. TERESITA A LA VIRGEN MARÍA


«Para que una hija
pueda a su madre querer,
es necesario que ésta
sepa llorar con ella,
que con ella comparta
sus penas y dolores.

¡Oh dulce Reina mía!,
cuántas y amargas lágrimas
lloraste en el destierro para ganar mi corazón,

¡oh Reina!
Meditando tu vida
tal como describe el Evangelio,
yo me atrevo a mirarte
y hasta a acercarme a ti.

No me cuesta creer que soy tu hija,
cuando veo que mueres,
cuando veo que sufres como yo».

Oremos:

Dios y Padre nuestro, que tienes abiertas las puertas de tu Reino para los humildes y sencillos de corazón, ayúdanos a llegar a ti, a ejemplo de santa Teresa del Niño  Jesús, por el camino de la fidelidad en las cosas pequeñas y el cumplimiento de los deberes diarios.

Virgen de la Sonrisa