Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra Necesitamos de tus cuidados para no morir y Recurrimos a tu mano para no sucumbir.. Madre de Dios y Madre nuestra Eres huella permanente en nuestra vida cuida de nuestra fe y de nuestra entrega..

enero 19, 2010

Santa María, Madre de Dios, Madre nuestra, Reina de la Paz,

coloco a tus pies mi más sincero deseo de paz,

siendo consciente de que, por mí mismo,

nunca podré llegar a esa feliz realidad.

A Ti, Santa María, Madre de Dios,

elevamos nuestra oración sincera y nuestra plegaria confiada para que, Tú, como Madre que nos conoce y quiere nos cuide y, un día, ruegue por nosotros  ante Dios al cual esperamos y deseamos abrazar en el cielo.

Amén

 Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra

Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra Necesitamos de tus cuidados para no morir

“El Espíritu del Señor está sobre mí, porque Él me ha ungido. Me ha enviado a dar la Buena Noticia a los pobres; para anunciar a los cautivos la libertad, y a los ciegos la vista. Para dar libertad a los oprimidos; y para anunciar el año de gracia del Señor. Enrollando el libro, lo devolvió al que le ayudaba y se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos fijos en Él. Y se puso a decirles: Hoy se cumple esta Escritura que acabáis de oír” (Lucas 4, 14 – 21)

Debemos convocar a toda la comunidad cristiana mundial, para enviar un mensaje urgente al Dios Misericordioso y Omnipotente suplicándole su Divina Bendición para todos ellos y rogando habite en su Reino a las víctimas por toda la Eternidad.

«Cuando amanece, y salen las primeras luces del sol, las montañas y los valles, las ciudades y los pueblos, se iluminan.

Algo así ocurre con nuestra vida: cuando escuchamos la Palabra de Dios, es iluminada y llena de ilusión de color.»

Que, Maria Santisima, nos ayude además a comprometernos con Jesús por un mundo mejor. Y, tengamos un recuerdo muy especial por la unión de todos los cristianos. Recibamos a la Palabra de Dios en este día con el pensamiento en el pueblo de Haití que sufre las consecuencias del terremoto.

El Señor nos ayuda, siempre, a confiar en Él y sabemos que está con los que más sufren.Mantengamos nuestra fe abierta y nuestra esperanza completa. La Palabra de Dios, que hizo el mundo, nos salvará a todos.

“El Espíritu de Dios está sobre mí”. Con esa fuerza, Jesús recorrerá su camino en la tierra; y confiados en la fuerza del Paráclito presentamos al Padre nuestras plegarias:

Por todos los cristianos, para que el Espíritu nos ilumine y construyamos entre todos esa unidad que es el Cuerpo de Cristo, su Iglesia que todos formamos.

Por las victimas del terremoto de Haití, por sus familiares y por todo el pueblo haitiano, para que reciban la ayuda necesaria de todos los países y sepan entender que el mundo no los ha dejado solos.

OREMOS.

Escucha, Dios Padre de todo y todos, nuestra súplica humilde que te presentamos en nombre de Nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Amén.

Refleccionemos.

El Espíritu, es  la fuerza divina que dinamiza y transforma al ser humano, hasta hacerlo capaz de consagrar su vida, al servicio de los demás.

Ha sido así desde siempre. Ya en el Antiguo Testamento comprobamos que, el Espíritu Santo, suscita profetas, elegidos entre la gente sencilla. Profetas que, se asustan al ser llamados; profetas que rechazan la misión, pero que, el Espíritu Santo se encarga de irlos guiando lentamente, hasta que llega el momento de ser ungidos, por el Señor, para llevar el mensaje de salvación con valentía.Dios escribe una historia de vida para cada persona en la tierra y nos manda a desarrollar una determinada tarea. Es: la misión de cada uno.

“Habéis sido consagrados por el Espíritu Santo para comprenderlo todo, para perdonarlo todo, para soportarlo todo. Sois ese signo vivo por el que hoy, el Padre Eterno, sigue perdonando al mundo; ya que en vosotros manda, de nuevo, a su Hijo, Sacerdote Eterno. Y sabed que el Corazón de Cristo sigue traspasado por nuestros pecados. Por eso, el vuestro, tiene que estar disponible para que cada hombre, desde él, pueda entrar en comunión y amistad con nuestro Padre Dios.” -Monicion de un Obispo a sus fieles sacerdotes.-

fuente: Betania.es

Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las alegrías eternas.Dios todopoderoso, que nos has dado como Madre y como Reina a la Madre de tu Unigénito, concédenos que, protegidos por su intercesión alcancemos la gloria de tus hijos en el reino de los cielos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén

Hoy te invito a rezar en algun momento del dia junto a Maria y para Maria, el Ángelus,  rezado con el corazon ofrecemos así a Nuestra Madre,

Y recordamos el momento de la Concepcion, con mucho de nuestro amor , le dedicamos el momento de oracion y si estas ocupado y no puedes, mayor será la ofrenda. En Nombre de todos Muchas Gracias, alguien en algun lugar será favorecido por tu esfuerzo. Amén.

EL ÁNGELUS

V. El Ángel del Señor anunció a María.
R.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María… Santa María…

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María… Santa María…

V. Y el Verbo se hizo carne.
R.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María… Santa María…

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.


«Después de Cristo, depositaba principalmente en ella su confianza» (LM 9,3).

«Después de Cristo, depositaba principalmente en ella su confianza» (LM 9,3).



la Virgen, que conoce bien el corazón de su Hijo, actúa como si hubiera accedido a su petición inmediatamente: haced lo que Él os diga, dice a los sirvientes. María es la Madre atentísima a todas nuestras necesidades,El milagro tendrá lugar porque la Virgen ha intercedido; solo por esa petición.

enero 17, 2010
María pide a Jesús que intervenga en favor de todos los esposos,

La exhortación de María: «Haced lo que él os diga»,

En aquel tiempo hubo una boda en Caná de Galilea, a la cual asistió la madre de Jesús; Jesús y sus discípulos también fueron invitados. Se les acabó el vino, y entonces la madre de Jesús le dijo:
«No les queda vino».
Jesús le contestó:
«Mujer, no intervengas en mi vida; todavía no ha llegado mi hora».
La madre de Jesús dijo entonces a los que servían:
«Hagan lo que él les diga».
Había allí seis tinajas de piedra, de unos cien litros cada una, que utilizaban los judíos para sus ritos de purificación. Jesús dijo a los que servían:
«Llenen las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta el borde.
Entonces les mandó:
«Saquen ahora un poco y llévenselo al mayordomo».
Así lo hicieron.
Cuando el mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber su procedencia (sólo los sirvientes lo sabían), llamó al novio y le dijo:
«Todo el mundo sirve primero el vino de mejor calidad, y cuando los invitados ya han bebido
bastante, sirven el más corriente; tú, en cambio, has guardado el de mejor calidad hasta ahora».
Esto sucedió en Caná de Galilea;
fue el primer signo realizado por Jesús. Así mostró su gloria y sus discípulos creyeron en él.
Después, Jesús bajó a Cafarnaún, acompañado de su madre, sus hermanos y sus discípulos, y se quedaron allí unos cuantos días.

Palabra de Dios. Evangelio según san Juan 2, 1-12

María está con Jesús en la fiesta de la boda, se fija en todo y en un momento determinado dice a su Hijo: «no tienen vino»(Jn). Es una petición de doble intención, pues, de una parte, le pide ayuda en una pequeña dificultad doméstica; de otra le plantea que se manifieste como Mesías con un milagro.

La importancia de María, la madre de Jesús, en este encuentro es muy grande. Los discípulos dejan todo para seguir a Jesús. Pero saben poco de Él. Es lógico que les agradase conocer a la Madre de Jesús, aunque desconozcan las maravillas que Dios ha hecho en ella. La ven amable y muy compenetrada con su Hijo. Todos van a Caná a unas bodas. Jesús les está enseñando que no rechaza el matrimonio como malo, ni siquiera como algo permitido, pero negativo, sino que se alegra con los novios, como lo hacen todos. Es más, Cristo bendecirá la unión matrimonial con bendiciones del cielo para que pueda cumplir su función original de ser comunión de amor y de vida. Allí Jesús «manifestó su gloria» y «los discípulos creyeron en Él». La intervención de María en estas dos realidades es decisiva.

La Iglesia llama a la Santísima Virgen, Madre de la Misericordia. Los Santos Padres afirman que Jesús dejó a Maria el reinado de su misericordia. La misericordia de María resplandece en las bodas de Caná. ¡ Qué verdad más consoladora para ti, joven!…
Eres pobre, débil, pecador. Muchas veces te verás oprimido, como David, por la multitud de tus pecados. No te atreverás a presentarte delante, de Dios por temor a su Justicia.. Maria será entonces tu refugio y tu sostén.
Esta escena se puede repetir en tu vida espiritual. El Señor ha concedido a Maria un corazón maternal. Un corazón lleno de misericordia para contigo. Cuando tus pecados te abrumen, acude a Maria. Cuando tus infidelidades te conturben, acude a Maria. En Su regazo encontrarás siempre asilo y protección. En María encontrarás siempre perdón y misericordia. ¡ Qué verdad más consoladora para ti, joven!
Fomenta, pues, en tu corazón el amor a Maria. La confianza en Maria. Por muchos y graves que sean tus pecados, no te acongojes. Es mayor la misericordia de María. Cuanto mayor sea tu miseria, tanto más resplandecerá su poder. Acostúmbrate a acudir a la Virgen en todas tus necesidades; en todos tus peligros; en todas las luchas de tu alma. Acude a ella con amor; con absoluta confianza. Maria nunca te desamparará.


Hermanos: Hay diversidad de carismas, pero el Espíritu es el mismo; hay diversidad de servicios, pero el Señor es el mismo; hay diversidad de actitudes, pero uno mismo es el Dios que activa todas las cosas en todos. A cada cual se le concede la manifestación del Espíritu para el bien de todos.
Porque a uno Dios, a través del Espíritu, le concede hablar con sabiduría, mientras que a otro, gracias al mismo Espíritu, le da un profundo conocimiento. Por el mismo espíritu Dios le concede a uno el don de la fe, a otro el carisma de curar enfermedades, a otro el poder de realizar milagros, a otro el hablar de parte de Dios, a otro el distinguir entre espíritus falsos y verdaderos, a otro el hablar un lenguaje misterioso y a otro, en fin, el don de interpretar ese lenguaje. Todo esto lo hace el mismo y único Espíritu, que reparte a cada uno sus dones como él quiere.

Palabra de Dios. primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 12, 4-11

Ayer Cristo se humilló en el Jordán realizando un verdadero gesto de penitencia, y hoy en Caná deja ver su gloria, en un hermoso juego de luz que se vela y desvela, y sabe compartir y colaborar a la alegría humana en un banquete de bodas.

Con el bautismo en el Jordán, Jesús comienza su vida pública. En Caná, Jesús comienza sus milagros y sus signos eficaces para la salvación de todos los hombres. Los mismos discípulos comenzaron a creer en Jesús desde ese día.

María, enséñanos a querer lo que Jesús quiere, a desear lo que Jesús desea, y a hacer en todo, la voluntad de tu Hijo Jesucristo, según tu recomendación: “Hagan lo que él os diga”.

Reflexión del Evangelio

La exhortación de María: «Haced lo que él os diga», conserva un valor siempre actual para los cristianos de todos los tiempos, y está destinada a renovar su efecto maravilloso en la vida de cada uno. Invita a una confianza sin vacilaciones, sobre todo cuando no se entienden el sentido y la utilidad de lo que Cristo pide.

Las palabras de María: «No tienen vino», nos invitan a meditar en la sensibilidad que deberíamos tener hacia las necesidades y carencias de los demás para contribuir por nuestra parte a llenarlas y presentárselas a Jesús.

Las otras palabras de la Virgen: «Haced lo que él os diga», nos inducen a la total confianza en Cristo como medio y camino necesarios para que Él obre en nosotros incluso lo extraordinario.

Las palabras de Jesús: «Llenad las tinajas de agua», nos indican que de ordinario Dios requiere nuestra colaboración, que hagamos lo que está de nuestra parte, aun cuando Él podría hacerlo todo sin necesitar de nosotros.

La contemplación de la gloria de Jesús, manifestada en este misterio, debe llevarnos a creer y confiar en Él, tanto más cuando contamos con la intercesión de su Madre. Juan Pablo II

Un Padrenuestro, diez Avemarías y Gloria.

María es mi Madre!

Me arrojo en sus brazos y Ella me estrecha contra su corazón. La escucho y su palabra me instruye.

María es mi Madre!
Bajo su manto me amparo, con sus frutos me alimento, con el Pan Eucarístico que me proporciona.
Ella es mi Madre!

Me arrojo en sus brazos y Ella me estrecha contra su corazón.
La escucho y su palabra me instruye.
La miro y su belleza me alumbra.
Ella es mi Madre!

Si estoy débil me sostiene,
la invoco y su bondad me atiende.

Ella es mi Madre!
Si enfermo me sana, si muerto por el pecado me da la vida de la gracia.
Ella es mi Madre!

En la lucha me socorre, en la tentación me auxilia, en la angustia me consuela, en el trabajo me sostiene, en la agonía me acompaña.
Ella es mi Madre!

Cuando voy a Jesús, me conduce, cuando llego a sus pies, me presenta.
Cuando le pido favores, me protege.
Ella es mi Madre!

Si soy constante en mi súplica, me escucha. Si la visito me atiende.
En la vida me guía al cielo y en la muerte recibiré de sus manos la eterna corona.

Ella es mi Madre!
Que buena es María, que dulce y hermosa es!
Ella es mi Madre!

Nuestra Señora del Santísimo Sacramento.

Ruega por nosotros !

Fuente; El camino de Maria




Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.

enero 14, 2010

El corazón del hombre está hecho para amar a Dios. Y el Señor desea y busca el encuentro personal con cada uno. Nuestra Madre La Santisima Virgen Maria nos visita para ayudarnos, nos enseña lo que mas agrada a Nuestro Padre que está en el Cielo; La Oracion plena el sacrificio nuestro de cada día.

No desaprovechar las ocasiones de apostolado. Mantener firme la esperanza apostólica.

— Oración y apostolado.

El Señor nos quiere como instrumentos suyos para hacer presente su obra redentora en medio de las tareas seculares, en la vida corriente. Pero, ¿cómo podríamos ser buenos instrumentos de Dios sin cuidar con esmero la vida de piedad, sin un trato verdaderamente personal con Cristo en la oración? ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego?, ¿no caerán los dos en el precipicio?. El apostolado es fruto del amor a Cristo. Él es la Luz con la que iluminamos, la Verdad que debemos enseñar, la Vida que comunicamos. Y esto solo será posible si somos hombres y mujeres unidos a Dios por la oración. Conmueve contemplar cómo el Señor, entre tanta actividad apostólica, se levanta muy de madrugada, cuando aún era oscuro, para dialogar con su Padre Dios y confiarle la nueva jornada que comienza, llena también de atención a las almas.

Nosotros debemos imitarle: es en la oración, en el trato con Jesús, donde aprendemos a comprender, a mantener la alegría, a atender y apreciar a las personas que el Señor pone en nuestra senda. Sin oración, el cristiano sería como una planta sin raíces: acaba seca, sin posibilidad de dar frutos, en poco tiempo. En nuestro día podemos y debemos dirigirnos al Señor muchas veces. Él no está lejos: está cerca, a nuestro lado, y nos oye siempre, pero particularmente en los ratos –como ahora– que dedicamos expresamente a hablar, sin anonimatos, de tú a tú, con Dios. En la medida en que nos abrimos a los requerimientos divinos, la jornada será divinamente eficaz y tendremos más facilidad para no interrumpir el diálogo con Jesús. En verdad, nuestra vida de apóstoles vale lo que valga nuestra oración.Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, Rialp,

La oración siempre da sus frutos, es capaz de sostener toda una vida. De ella sacaremos la fortaleza para afrontar las dificultades con el garbo de los hijos de Dios. Y para la perseverancia –la constancia en el trato con nuestros amigos– que requiere todo apostolado. Por eso nuestra amistad con Cristo ha de ser día a día más honda y sincera. Para esto debemos empeñarnos seriamente en evitar todo pecado deliberado, guardar el corazón para Dios, procurar rechazar los pensamientos inútiles, que frecuentemente dan lugar a faltas y pecados, rectificar muchas veces la intención, dirigiendo al Señor nuestro ser y nuestras obras… Hemos de luchar contra el desaliento –si llegara alguna vez– que puede producirse al pensar que no mejoramos en la oración personal, pues entonces es fácil que el demonio insinúe la tentación de abandonarla. No debemos dejarla jamás, aunque estemos cansados y no podamos centrar del todo la atención, aunque no tengamos ningún afecto, aunque –sin desearlo– lleguen muchas distracciones.

La oración es el soporte de nuestra vida y la condición de todo apostolado.

Acudimos, al terminar este rato de oración, a la intercesión poderosa de San José, maestro de la vida interior. A él, que durante tantos años vivió junto a Jesús, le pedimos que nos enseñe a amarle y a dirigirnos a Él con confianza todos los días de nuestra vida; también aquellos que parecen más apretados de trabajos y en los que nos sentimos con más dificultades para dedicarle ese rato de oración que acostumbramos.

Nuestra Madre Santa María intercederá, junto al Santo Patriarca, por nosotros.

Consagración Mariana

¡Madre del alma, celestial María! Con toda la ternura y el amor y el deseo de mi corazón te elijo desde hoy como Reina, Señora y Madre de esta casa

Al invocar «Santa María, Madre de Dios», los cristianos suplican a aquella que por singular privilegio es inmaculada Madre del Señor:  «Ruega por nosotros pecadores», y se encomiendan a ella ahora y en la hora suprema de la muerte.

La Virgen, habiendo recibido de Cristo la salvación y la gracia, está llamada a desempeñar un papel relevante en la redención de la humanidad. Con la devoción mariana los cristianos reconocen el valor de la presencia de María en el camino hacia la salvación, acudiendo a ella para obtener todo tipo de gracias. Sobre todo, saben que pueden contar con su maternal intercesión para recibir del Señor cuanto necesitan para el desarrollo de la vida divina y a fin de alcanzar la salvación eterna.

Como atestiguan los numerosos títulos atribuidos a la Virgen y las peregrinaciones ininterrumpidas a los santuarios marianos, la confianza de los fieles en la Madre de Jesús los impulsa a invocarla en sus necesidades diarias.
Están seguros de que su corazón materno no puede permanecer insensible ante las miserias materiales y espirituales de sus hijos.Juan Pablo II

SUPLICAS A LA S ANTÍSIMA VIRGEN


Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
si miro con tus ojos jamás podré pecar.

Dame tus labios, Madre para poder rezar;
si rezo con tus labios Jesús me escuchará.

Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar;
es tu lengua, patena de gracia y santidad.

Dame tus brazos, Madre, que quiero trabajar; entonces mi trabajo valdrá una eternidad.

Dame tu manto, Madre, que cubra mi pobreza; cubierto con tu manto al cielo he de llegar.

Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar;
si tu me das Cielo, ¿que mas puedo anhelar?.

Dame Jesús, Oh Madre, para poder amar:
esta será mi dicha por una eternidad.

Consagracion para la Familia a Nuestra Madre La Santísima Virgen Maria


Sea por siempre y en todas partes conocido, alabado, bendecido, amado, servido y glorificado el divinísimo Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María. Así sea.

enero 11, 2010

Madre de Dios y Madre nuestra; Corazón amabilísimo

Corazón lleno de bondad y que tanto os compadecéis de nuestras miserias,

Estabas, Madre, al pie de la cruz, junto a Tu Hijo crucificado, Sin poder besar su frente, Sin poder tomar sus manos. Viendo como Tu Jesús moría, Y sólo con tu mirada pudiste darle caricia. El, mirándote desde la cruz, te confió para siempre  su Iglesia. Para que ella ruegue a Tí y Tu intercedas por ella.

MARÍA AL PIE DE LA CRUZ ( Juan 19: 25-30)

Oremos al Señor pidiendo que con María aprendamos a caminar unidos en el amor, para que aceptemos con obediencia la voluntad de Dios.

Madre de Jesús y Madre Nuestra que sepamos vivir nuestra cruz, para contigo alcanzar la Gloria junto a Jesús.

..Si yo supiera No desentenderme de las cruces ajenas, Unir mi cruz a la de Jesús, como propia donacion.

Tener presente que la cruz purifica y redime, saber llevarla con paciencia, aunque parezca insoportable y sin fin.

Vivir la cruz, sin perder la alegría de la esperanza en la Gloria… Mis cruces serian instrumentos de Vida, así como tu coparticipacion de la Cruz de Jesús, te hizo Madre Universal.

Siempre recordemos que En el Arbol de cada cruz, se esconden renuevos de Gloria.

Alabemos desde aquí a la Virgen María rezando el Santo Rosario y diciendo despues de cada misterio:

Porque Dios pensó en Tí antes de que el mundo existiera, Salve, llena de gracia.

Por Tu Concepcion Inmaculada, Salve, Llena de Gracia.

Porqur de Ti, quiso nacer El Salvador, Salve, Llena de Gracia.

Porque Dios te adornó con todas las virtudes por ser La Madre de Su Hijo, Salve, Llena de Gracia.

Porque El Señor se prendó de Tu Humildad, Salve, Llena de Gracia.

Sacrificio o Propósito:

Pensemos en lo que vamos a ofrecer a la Virgen para aumentar la Gracia en nuestra alma y parecernos mas a Ella.

Misterios Dolorosos del Santo Rosario


Nosotros, como pueblo de Dios, sí aceptamos el don maternal de gran valor y la consecuente instrucción del Señor «ahí tienes a tu Madre» (Jn.19:27),

enero 7, 2010

«Este tiempo es nuestro tiempo», tal es, a lo largo de sus mensajes, el aviso de la Señora de todos los Pueblos, quien ha venido a preparar el camino del Señor con miras a su reino.

brilla una Estrella: María, nuestra Madre y Madre de la Iglesia.

brilla una Estrella: María, nuestra Madre y Madre de la Iglesia.

Señor Jesucristo, Hijo del Padre,
envía ahora tu Espíritu sobre la tierra.
Haz que el Espíritu Santo more
en los corazones de todos los pueblos,
para que sean preservados
de la corrupción, de las calamidades
y de la guerra.
Que la Señora de todos los Pueblos,
quien un día fue María,
sea nuestra Abogada. Amén.

MARÍA
CORREDENTORA, MEDIADORA
Y ABOGADA

Desde el mes de abril de 1951, después de haber entregado su Oración y explicado su Imagen que debe ser propagada a través del mundo, la Señora de todos los Pueblos pide a la vidente de Amsterdam que la Iglesia proclame un nuevo y último Dogma mariano: «María, Corredentora, Mediadora y Abogada»:

– «Mis pies están firmemente puestos sobre el globo de la tierra, porque el Padre y el Hijo “QUIERE”, en este tiempo, en este mundo, enviarme en calidad de Corredentora, Mediadora y Abogada. Y ese será el objeto del nuevo Dogma mariano. (…) Esta Imagen debe preceder. Este Dogma será fuertemente discutido; pero será promulgado» (31 de mayo de 1951).

– «Este Dogma será como la clave de bóveda del misterio mariano» (4 de abril de 1954).

– «Mi profecía: “Todos los Pueblos me llamarán bienaventurada”, será completamente cumplida cuando el Dogma sea proclamado (…). Cuando el Dogma, el último Dogma de la historia mariana, haya sido promulgado, entonces la Señora de todos los Pueblos dará la Paz al mundo, la verdadera Paz.
«Pero antes que ocurra eso, es necesario que los pueblos, en unión con la Iglesia, reciten mi Oración. Pero es necesario que ellos sepan que la Señora ha venido en calidad de Corredentora, Mediadora y Abogada. Así sea.
» (31 de mayo de 1954)

Una gran controversia
Pero la Señora ha también prevenido a su mensajera de la gran controversia que suscitará este Dogma. Sin embargo, este Dogma será promulgado y marcará una era nueva:

– «Ya he dicho cuántas oposiciones suscitarán este Dogma. Sin embargo, la Iglesia de Roma, que tendrá mucho que luchar por esto, al fin lo promulgará. La Iglesia de Roma sabrá hacer frente a las resistencias. La Iglesia de Roma crecerá en fuerza y en poder en la medida misma en que afronte esas resistencias» (29 de abril de 1951).

Jesús no reveló nada de su Madre, a Quien el fin de los tiempos es reservado. Toda la doctrina mariana es revelada por el Magisterio de la Iglesia, según la inspiración del Espíritu Santo. Desde hace dos mil años, cuatro Dogmas sobre María Santísima han sido proclamados por la Iglesia:

1. La Maternidad divina – Durante el Concilio de Éfeso, en 431, el Papa Celestino 1° ha definido y proclamado la Maternidad divina, pues María ha dado a luz al Hijo de Dios hecho hombre.

2. La Virginidad perpetua de María – Durante el Concilio de Letrán, en 649, por el Papa Martín 1°, se proclama la Virginidad perpetua de María.

3. La Inmaculada Concepción – El Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, define el Dogma de la Inmaculada Concepción de María quien, por un privilegio de Dios Padre y por los méritos de su Hijo Redentor, fue preservada, desde su concepción, de la mancha del pecado original. Cuatro años más tarde, el 25 de marzo de 1858, he aquí que la Inmaculada va a confirmar la fórmula teológica de Su Santidad Pío IX, confiando a Bernardita su identidad: «Yo soy la Inmaculada Concepción», de lo que Bernardita, una joven de catorce años, jamás antes había oído hablar.

4. La Asunción de la Virgen María – El 1° de noviembre de 1950, el Papa Pío XII define el Dogma de la Asunción de la Bienaventurada Virgen María, que «los sencillos fieles, los representantes de las naciones y de las provincias eclesiásticas, como también numerosos Padres» esperaban tanto, sobre todo después de la proclamación del Dogma de la Inmaculada Concepción. La Iglesia estaba alborozada cuando el Papa Pío XII declaró: «PROCLAMAMOS, DECLARAMOS Y DEFINIMOS QUE ES UN DOGMA DIVINAMENTE REVELADO QUE MARÍA, LA INMACULADA MADRE DE DIOS, SIEMPRE VIRGEN, AL FINAL DE SU VIDA TERRESTRE, HA SIDO ELEVADA EN ALMA Y CUERPO A LA GLORIA CELESTE.»

Fuente La Comunidad de Nuestra Señora de Todos los Pueblos

Piden declarar a María Madre de la Humanidad

La proclamación dogmática de la Madre de todos los pueblos, Corredentora, Mediadora y Abogada, sería la puerta de la nueva evangelización. Sería el “nuevo Caná,» el puente renovado que conecte el corazón humano con el Corazón de Cristo revelado de una manera fresca, a través del corazón de la Madre (cf. Jn 2:5). Sería la Estrella del Mar que serviría de brújula en la gran pesca espiritual del “Duc in altum.»

Que el Señor permita que su voz sea profética, para que nosotros, los hijos de María, podamos elevar nuestras voces para que solemne y oficialmente declaremos que: “ahí tenemos a nuestra Madre” (cf. Jn 19:27), y poder responder positivamente a la petición que han hecho más de 550 hermanos del episcopado y más de 6 millones de fieles en todo el mundo, para que se defina de manera solemne y oficial, que la Virgen Inmaculada es la Madre de todos los pueblos, Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada.

De esta forma, abramos las puertas al nuevo milenio y su nueva evangelización, con la realización contemporánea de la profecía bíblica mariana: “Desde ahora me llamarán bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí.” (Lc 1:48)

550 obispos y 40 cardenales a favor
Mark Miravalle, profesor de Teología en la Universidad Franciscana de Steubenville (EEUU), y presidente de Vox Populi Mariae Mediatrici, movimiento que promueve el dogma, considera significativo que la hermana Lucia, vidente de Fátima, y numerosos santos y beatos, como san Pío de Pietrelcina, san Josemaría Escrivá, santa Teresa Benedicta de la Cruz -Edith Stein-, o san Maximiliano Kolbe hayan usado el título de María Corredentora. Y en una entrevista en Zenit, aseguró que en los últimos años se han enviado a la Santa Sede los respaldos a la petición del quinto dogma de 550 obispos y más de 40 cardenales.

25.000 firmas en España
En España, el grupo de oración de los Sagrados Corazones de Jesús y de María ha recogido y enviado 25.000 firmas al Vaticano. «Muchos inmigrantes han firmado, así que hemos hecho llegar al Papa firmas no sólo de España sino de Méjico, Guatetmala, Colombia, y de muchos países”» cuenta Aurora, una de sus promotoras, a ALBA.

En la página web www.fifthmariandogma.com aparece una fórmula de petición en castellano, que se puede firmar y enviar al Papa a la siguiente dirección: A Su Santidad, Papa Benedicto XVI/ C/o Rev. Msgr. Gänswein/ Palacio Apostólico/ 00120 Ciudad/Estado Vaticano.

fuente: Apostoles de Nuestra Señora de Fátima

María en sus tres dimensiones de Corredentora, Mediadora y Abogada.
El Papa quiere que le lleguen abundantes peticiones, tanto de particulares, como de grupos de personas, Asociaciones, Movimientos, Comunidades religiosas, Congregaciones, Seminarios, etc., etc.
Conviene hacerlo con carta, a esta dirección:
A Su Santidad Benedicto XVI
CITTÀ DEL VATICANO
ITALIA
Aquellos que tengan interés no sólo enviarán su petición, sino que lo difundirán ampliamente para que puedan llegar pronto al Papa estas peticiones.
Muchas gracias en nombre de la Virgen. Lo recibirá como un regalo muy grato en est
e tiempo  Navideño.

Madre de todos los pueblos, Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada,

Madre de todos los pueblos, Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada,

Material para la difusion de los mensajes de Nuestra Señora de todos los pueblos Aquí


Queridos hijos, gracias. Ustedes son mi esperanza. A todos los bendigo. Ustedes son mi alegría.

enero 7, 2010

Paz, solo Paz debe reinar en vuestros corazones!Nuestra Madre nos dice: «Les muestro el camino para perdonarse a ustedes mismos, perdonar a los otros, y con arrepentimiento sincero de corazón, arrodillarse ante el Padre. Hagan que muera todo lo que en ustedes les impide amar y salvarse. Que puedan estar con Él y en Él. Decídanse por un nuevo comienzo, un inicio de amor sincero a Dios mismo.»

Abramos Nuestro Corazon de hijos, Escuchemos a Nuestra Madre:

Mensaje dado a Marija el 1 de enero de 2010-Día de la Madre de Dios


Fue en el Podbrdo y apareció a las 22:47 h, en la proximidad de la estatua que la representa. La noche fue como el día, que estuvo lloviendo y frío. Miles de peregrinos se reunieron. Después de la aparición Marija dijo que la Santísima Virgen vino en una nube, vestida de gris con velo blanco. Vino con una multitud de ángeles y estaba muy feliz. Dio el siguiente mensaje:

Queridos hijos, gracias. Ustedes son mi esperanza. A todos los bendigo. Ustedes son mi alegría. Manténgase en la conversión y vivan mis mensajes con alegría.

Mensaje dado a Mirjana el 2 de enero de 2010
Queridos hijos, hoy los invito a que, con plena confianza y amor, se pongan en camino conmigo, porque deseo conducirlos al conocimiento de mi Hijo. No teman, hijos míos, estoy aquí con ustedes, estoy junto a ustedes. Les muestro el camino para perdonarse a ustedes mismos, perdonar a los otros, y con arrepentimiento sincero de corazón, arrodillarse ante el Padre. Hagan que muera todo lo que en ustedes les impide amar y salvarse. Que puedan estar con Él y en Él. Decídanse por un nuevo comienzo, un inicio de amor sincero a Dios mismo. Gracias.

8 de diciembre de 2009
Aparición a Ivan en el Podbrdo en la fiesta de la Inmaculada Concepción
La aparición fue a las 22:30 h. Dijo Ivan: -Nuestra Señora vino muy feliz y oró sobre cada uno de nosotros, especialmente sobre los enfermos. Bendijo los artículos religiosos que trajeron los peregrinos y luego dijo:
Mis hijos queridos, mis pequeños, hoy también la Madre los ama con amor maternal. Deseo, hijos míos, que a través de este tiempo de gracia, abran sus corazones a la Luz, la luz de mi Hijo, y que la luz de mi Hijo penetre en sus corazones e ilumine vuestro corazón y alma para que puedan ser felices. Los llamo especialmente a orar por las familias. Oren en este tiempo por la santidad en la familia. También hoy, hijos queridos, deseo darles gracias por haberme aceptado y haber aceptado mis mensajes y por vivir mis mensajes
.
www.MensajerosdelaReinadelaPaz.org

Oremos con Maria

Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida, Jn 14:6

Tú eres el Camino.
Tú eres mi Camino.
Sin Ti no tengo dónde ir,
sin Ti no tengo dónde llegar.
Sólo Tú me conduces y me guías al destino de Vida.
Sólo en Ti habita la Verdad.
Tú eres la Verdad. Tú eres la Vida.
Tú eres mi destino y mi Camino.
Todos los demás caminos son engañosos
y no llevan a la Vida.
Porque no parten de Ti ni concluyen en Ti.
Tú eres el Camino
que yo he de seguir.
No hay dos caminos, hay sólo uno
y eres Tú.
Tú nos muestras al Padre en Ti
mucho antes de llevarnos a Él,
porque Tú, el Camino, fuiste antes al Padre
de donde viniste.
“Quien ha visto al Hijo ha visto al Padre”.
Y Tú no te ocultas,
o sí, te ocultas para dejarte encontrar.
Tú estás en el pobre y abandonado
y en el más pequeño.
Allí te ocultas
como te ocultaste, Dios Todopoderoso,
en el Niño de Belén.
Tú estás en ese niño pequeño en el hospital
y en el adulto que muerde su soledad.
Tú estás en el último porque eres el Primero.
Tú estás en el corazón del justo.
Allí has ido con el Padre a hacer tu morada.
Estás, Señor, también en la asamblea
reunida en tu nombre
y en la Palabra.
Tú eres la Palabra,
Palabra encarnada en María.
Palabra de vida eterna.
Tú te ocultas
para que te encuentre quien te busca
humildemente, con corazón sincero.
No te vemos,
pero oímos tu voz
que nos llama
que nos salva.
Y si no te oímos
Tú nos escuchas.
Siempre.
El Padre se oculta en Ti
y en Ti se muestra.
Quien te ve, ve a Dios.
Pero Tú, Señor, te ocultas.
Te escondes en el pan
y en el vino consagrados
para que te sepa ver el que tenga fe.
¡Oh, sí! Tú estás en el Pan y en el Vino
de la Eucaristía,
porque eres el Camino,
y por Ti llegamos a ser atraídos
por el Espíritu
hacia el Amor divino
en cada comunión.
Y Tú, en cada comunión, nos llevas a tu Cielo.
Tú jamás nos mientes.
Tú has dicho: “Esto es mi Cuerpo. Esta es mi Sangre”.
Tú lo has dicho y Tú eres la Verdad.
Y el que come de tu carne
y bebe de tu sangre,
tiene vida, te tiene a Ti, Dios verdadero
que eres la Vida misma, la Vida eterna.

Tú eres, Jesús,
la Vida y el Camino y la Verdad en cada Eucaristía. Amén

P. Justo Antonio Lofeudo mss

Reina de la Paz

Reina Madre Nuestra



¡Oh Jesús, te ofrezco este sacrificio por tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación de los pecados que tanto ofenden al Inmaculado Corazón de María!

enero 4, 2010

» Oh, Virgen mía, Oh, Madre mía,

yo me ofrezco enteramente a tu Inmaculado Corazón

y te consagro mi cuerpo y mi alma,

mis pensamientos y mis acciones.

Quiero ser como tú quieres que sea,

hacer lo que tu quieres que haga.

No temo, pues siempre estas conmigo.

Ayúdame a amar a tu hijo Jesús,

con todo mi corazón y sobre todas las cosas.

Pon mi mano en la tuya para que este siempre contigo.»

ORACIONES ENSEÑADAS POR EL ANGEL

¡Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo! ¡Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan, no te aman! (Tres veces).

Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, yo te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación de los ultrajes con los que El es ofendido. Por los méritos infinitos del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María, te pido la conversión de los pecadores.

(Los niños rezaban estas dos oraciones de rodillas y con la frente inclinada hacia el suelo)

Lucía ,vidente de Fatima, le habló (a Jesús) de la confesión para los primeros sábados y preguntó si valía hacerla en los ocho días. Jesús contestó: «Sí; todavía con más tiempo, con tal que me reciban en estado de gracia y tengan intención de desagraviar al Inmaculado Corazón de María«.

«He aquí hija mía, por que ante este Inmaculado Corazón ultrajado, se movió mi misericordia a pedir esta pequeña reparación, y, en atención a Ella, a conceder el perdón a las almas que tuvieran la desgracia de ofender a mi Madre. En cuanto a ti procura incesantemente con tus oraciones y sacrificios moverme a misericordia para con esas almas«.

Nuestra Señora se le apareció con el Niño Jesús quien le dijo:

Ten compasión del corazón de tu Santísima Madre. Éste está cubierto con espinas, con las cuales hombres ingratos lo hieren en cada momento y no hay nadie que las remueva con un acto de reparación.”

Nuestra Señora se mostró también sosteniendo un corazón rodeado con espinas agudas y le dijo:

http://rosarioviviente.org/rosari1.jpg«Mira, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, a cada momento, me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz algo por consolarme y dí, en mi nombre, que a todos aquéllos que durante cinco meses, en el primer sábado, se confiesen, reciban la sagrada comunión, recen el rosario y me acompañen quince minutos meditando sus misterios con el fin de desagravarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con todas las gracias necesarias para su salvación«.

Aprovechemos la lluvia de gracias y bendiciones que Dios concede a quienes desagravian el Sagrado Corazón de María los primeros sábados de mes.

Oracion a Maria

Madre, dame Tu mano y no me sueltes,
Déjame apoyarme en Ti al andar,
Enséñame el camino que sólo me conduzca
A Tu Hijo con quien anhelo un día estar.

Pídele a El que perdone mis falencias,
Mi falta de paciencia, también de piedad,
Que me dé fuerzas para sobrellevar el peso
De las injusticias que me hacen a menudo llorar.

Enjuga mis lágrimas con Tu dulzura de siempre,
Cubre con Tu manto mis penas y ansiedad,
Regálame la paz que de Tus ojos mana
Y muéstrame las huellas del amor y la humildad.

Maria  les confió tres secretos muy importantes a los pastorcitos de Fatima  los cuales ellos tenían que guardar hasta que Ella decidiera, también predijo darles un gran signo el día de la futura aparición en Octubre.

«Cuando ustedes recen el Rosario, digan después de cada misterio ‘Oh Jesús mío, perdónanos, sálvanos de los fuegos del infierno. Lleva todas las almas al cielo, especialmente aquellas mas necesitadas de tu Misericordia.»

Nuestra Señora le pidió a los niños que rezaran el Rosario y que hicieran reparaciones por los pobres pecadores.

La visita de la Virgen María, que recibió la pequeña Lucía en Fátima junto a sus primos Francisco y Jacinta en 1917, fue para ella el comienzo de una singular misión a la que se mantuvo fiel hasta el final de sus días. Sor Lucía nos deja un ejemplo de gran fidelidad al Señor y de gozosa adhesión a su voluntad divina.

La Virgen María se presentó frente a ellos y ellos respondieron que sí aceptaban los frutos de la santidad. De la misma forma esperamos ver a Dios en nuestra alma, en nuestros corazones.

Madre de Dios y de los hombres, que este compromiso de oracion y entrega de los primeros sabados  sean una honra para ti,  esta es una invitación a todos los cristianos para que estén presentes en esta consagración teniendo en cuenta que Dios nos acompaña y recemos para que Dios pueda perdonarnos y reine la paz en el mundo.
Roguemos a la Virgen rezando juntos el Ave María.

Dios te salve, Maria

Llena eres de gracia, el Señor es contigo.

Bendita tú eres entre todas las mujeres, Bendito es el fruto de tu vientre Jesús.

Santa Maria Madre de Dios, Ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.





¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición.

enero 3, 2010

¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición. Hijitos, compartan esa paz y bendición en amor con los demás. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Orad siempre antes de iniciar vuestras ocupaciones de cada día.

Orad siempre antes de iniciar vuestras ocupaciones de cada día.

“un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Consejero Admirable, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Is 9:6)

Ese niño nacido hace más de 2000 años en Belén de Judá, conocido luego como Jesús de Nazaret, sería quien traería la paz de Dios al mundo. La paz conquistada en la más cruenta de las guerras: la guerra contra Dios, la guerra contra un hombre Hijo de Dios, el Mesías, que lo llevaría a la muerte, voluntariamente aceptada y, a través de ella, al triunfo de su Resurrección.

“El castigo que nos devuelve la paz cayó sobre él y por sus llagas hemos sido curados”, habla Dios por medio del profeta (Is 53:5). Es Cristo, el Siervo Doliente, que en la Pasión de la cruz, en el momento de mayor oscuridad, nos alcanza la victoria y nos trae la paz.

Cristo es la respuesta de Dios al dolor, a la muerte. Cristo es el único que transforma el escándalo del sufrimiento en misterio y misterio de salvación.

Una sola es la Persona de Cristo, Persona Divina, una sola la historia de la salvación, por eso la Navidad está unida a la Pasión y a la Pascua. Nació para morir por nosotros y resucitar para nosotros, para que tengamos la vida eterna. Es por su Pasión que nos llega la paz, la reconciliación con Dios y la victoria sobre la muerte. ¡Cómo no va a ser ésta la Buena Noticia! ¡Cómo no alegrarnos en esta y en toda Navidad!

La paz plena de Dios es la gran diferencia que hace a la conversión. Quien no se ha encontrado aún con Jesucristo no puede conocer la paz verdadera. La paz de quien responde al llamado a la conversión que Dios le hace, es la experiencia del corazón reconciliado con su Creador y Padre, por la Sangre del Cordero.

Convertirse, o más propiamente dejarse convertir el corazón por Dios, es acercarse a Jesucristo. Por eso y a eso nos está invitando maternalmente nuestra Reina de la Paz en este mensaje. A recibir la paz del único que nos la puede dar, a recibir su bendición divina.

Acercarnos al Señor es acercarnos al Cristo total, a toda su vida, toda su historia humana y su gloria divina y todo ello está encerrado en su presencia en la Eucaristía. La Eucaristía nos revela la plenitud del amor de Dios y nos lleva a responder a ese amor. En la Eucaristía está la encarnación, la muerte, el misterio pascual y la salvación. Es Dios que se ofrece a sí mismo. Es el don más sublime. Es “el sacramento en el que Cristo ha querido concentrar para siempre su misterio de amor”.

Dios nos bendice en cada aproximación que hacemos a Él, en cada Eucaristía, en cada adoración, en cada oración del corazón, en cada acto de amor. Y en cada bendición suya recibimos nosotros su paz, la paz que nos sella. Su bendición infunde en nosotros amor, generosidad, bondad. El amor, la generosidad, la bondad impulsan a no quedarse con el don sino a multiplicarlo dándolo, compartiéndolo.

Respondiendo a este llamado de nuestra Madre del Cielo recibiremos paz y bendición y seremos nosotros también paz y bendición para los otros.

Que de la plenitud de Jesús recién nacido ofrecido por su Madre, recibamos todos paz y bendición.
P. Justo Antonio Lofeudo
www.mensajerosdelareinadelapaz.org

Este es el mensaje y comentario de Nuestra Señora de la Paz en Medjugorje

del dia 25 de Diciembre de 2009.

Para ver mas mensajes y comentarios hacer click Aquí

¡Bendito, Alabado y Adorado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar!

¡Bendito, Alabado y Adorado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar!

¡Bendito, Alabado y Adorado sea Jesucristo en el Santísimo Sacramento del altar!

«Hijos, dadle al Señor todo vuestro pasado, todo el mal que se acumuló en vuestros corazones. Deseo que cada uno sea feliz, pero nadie puede serlo con el pecado. Para ello, hijos queridos, orad y en la oración conoceréis el nuevo camino de la alegría. La alegría se manifestará en vuestros corazones y así podréis ser testigos gozosos de lo que mi Hijo y yo deseamos de cada uno de vosotros.

Os invito a que cada uno comience a vivir la nueva vida, que Dios desea de vosotros, y a empezar a hacer buenas obras de amor y de misericordia. No quiero, hijos queridos, que viváis los mensajes y al mismo tiempo cometáis el pecado, que no me agrada.

Por eso, queridos hijos, deseo que cada uno inicie una nueva vida sin que destruya todo lo que Dios obra en cada uno de vosotros y todo lo que os está dando. Os amo, por eso deseo que seáis santos.

No déis importancia a las cosas pequeñas de acá. ¡Tended a las del Cielo!

Yo os invito a la conversión total, que es difícil para todos los que no han elegido a Dios. Os invito hijos queridos a que os convirtáis totalmente a Dios. Dios puede daros todo lo que le pidáis; pero vosotros sólo buscáis a Dios cuando vienen las enfermedades, los problemas, las dificultades y pensáis que Él esté lejos de vosotros y que no os escucha y no satisface vuestras oraciones. No, queridos hijos, ¡eso no es cierto! Si estáis lejos de Dios no podréis recibir gracias porque no lo buscáis con fe firme. Oro por vosotros todos los días y deseo aproximaros siempre más a Dios, pero no puedo hacerlo si vosotros no lo deseáis. Por ello, hijos queridos, poned vuestras vidas en las manos de Dios.

Mensaje extraido de el Sitio de los mensajeros de La reina  de la paz, para meditar los mensajes de Nuestra Madre y orar junto a ella te invito a honrarla todos los dias cada vez que puedas, rezando el Angelus a la mañana (6 am.) al mediodia (12hs) a la tarde (18hs).

Oremos;

El Ángel del Señor anunció a María.
R.
Y concibió por obra del Espíritu Santo.
Dios te salve, María… Santa María…

V. He aquí la esclava del Señor.
R. Hágase en mí según tu palabra.
Dios te salve, María… Santa María…

V. Y el Verbo se hizo carne.
R.
Y habitó entre nosotros.
Dios te salve, María… Santa María…

V. Ruega por nosotros, santa Madre de Dios.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Cristo.

Oremos:
Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su pasión y su cruz, a la gloria de la resurrección. Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.

Que María, Reina de la paz, nos ayude a todos a construir juntos este bien fundamental de la convivencia humana. Sólo así el mundo podrá avanzar por el camino de la justicia y de la solidaridad fraterna.

¡Que reine la oración en todo el mundo!


“Bendice al Señor alma mía, que todo mi ser bendiga a su santo Nombre; bendice al Señor alma mía, y nunca olvides sus beneficios” (Sal 103:2).

diciembre 30, 2009

Acto de consagración a la Inmaculada

Dígnate recibir mi alabanza, oh Virgen bendita,

Inmaculada Concepción, Reina del cielo y de la tierra,

refugio de los pecadores y madre amantísima

a quien Dios quiso confiar todo el orden de la misericordia.

Heme aquí a tus pies, yo,……….…, pobre pecador.

Te suplico, acepta mi ser todo entero como tu bien y propiedad.

Obra en mí según tu voluntad, en mi alma y mi cuerpo,

en mi vida, mi muerte y mi eternidad.

Dispón de mí ante todo, como tú lo desees para que se realice en fin

lo que se ha dicho de ti: “La mujer aplastará la cabeza de la serpiente”

y también: “Tú sola vencerás las herejías en el mundo entero”.

Que en tus inmaculadas manos tan ricas en misericordia,

llegue a ser un instrumento de tu amor capaz de reanimar

y dilatar plenamente tantas almas tibias y extraviadas.

Así se extenderá sin fin el reino del Corazón Divino de Jesús.

Verdaderamente, tu sola presencia atrae las gracias que convierten y santifican a las almas, puesto que la gracia

brota del Corazón divino de Jesús sobre todos nosotros

pasando por tus manos maternales.

(San Maximiliano María Kolbe)

Oh Madre mía,
Madre de Bondad, de Amor

y de Misericordia,

te amo inmensamente y

me presento ante Ti.
Por tu bondad, amor y gracia, sálvame.
Yo deseo ser tuyo y
te amo inmensamente;

deseo que Tú me protejas.
Desde lo más profundo de mi corazón
te ruego, Madre, concédeme tu bondad
para que por medio de ella alcance el Cielo.

Concede, Señor, a tu pueblo perseverancia y firmeza en la fe, y a cuantos confiesan que tu Hijo, Dios de gloria eterna como tú, nació de Madre Virgen con un cuerpo como el nuestro, líbralos de los males de esta vida y ayúdales a alcanzar las alegrías eternas. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

SIETE GRACIAS QUE LA SANTÍSIMA VIRGEN CONCEDE A LAS ALMAS QUE LE HONRAN DIARIAMENTE,

MEDITANDO SUS DOLORES, CON EL REZO DE SIETE AVEMARÍAS. (SANTA BRÍGIDA).

1-Pondré paz en sus familias.
2.-Serán iluminadas en los divinos Misterios.
3.-Las consolaré en sus penas y acompañaré e
n sus trabajos.
4.Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
5.-Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.

6.-Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
7.-He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría.

A LA VIRGEN DE LOS DOLORES


Señora y Madre nuestra: tu estabas serena y fuerte junto a la cruz de Jesús. Ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo.

Lo perdías, en cierto sentido, porque El tenía que estar en las cosas del Padre, pero lo ganabas porque se convertía en Redentor del mundo, en el Amigo que da la vida por sus amigos.

María, ¡qué hermoso es escuchar desde la cruz las palabras de Jesús: «Ahí tienes a tu hijo», «ahí tienes a tu Madre».

¡Qué bueno si te recibimos en nuestra casa como Juan! Queremos llevarte siempre a nuestra casa. Nuestra casa es el lugar donde vivimos. Pero nuestra casa es sobre todo el corazón, donde mora la Trinidad Santísima. Amén.

Corona de los siete dolores

Aqui puedes rezar La coronilla en solo diez minutos , para Nuestra Madre. Ofreselo para ella para que Dios te perdone todos tus pecados y recuerda pedir por aquellos que mas lo nesecitan; primero tu prójimo, tu próximo y tú.

http://es.gloria.tv/?media=36573



¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición. Hijitos, compartan esa paz y bendición en amor con los demás.

diciembre 28, 2009

Maria Nuestra Madre Santisima nos habla y nos llama a orar junto a Ella en este nuevo nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo

Mensaje del dia 25 de Diciembre de 2009

¡Queridos hijos! En este día de alegría los llevo a todos ante mi Hijo Rey de la Paz, para que Él les dé su paz y bendición. Hijitos, compartan esa paz y bendición en amor con los demás. ¡Gracias por haber respondido a mi llamado!

Aparición anual a Jakov del 25 de diciembre

La Virgen vino también hoy con un vestido dorado y con el Niño Jesús en brazos. La aparición comenzó a las 14:35, duró 12 minutos y dio el siguiente mensaje:

¡Queridos hijos! Todo este tiempo en que Dios, de manera especial me ha permitido estar con ustedes, deseo guiarlos por el camino que conduce a Jesús y a vuestra salvación. Hijitos míos, solamente en Dios pueden encontrar la salvación, y por eso, especialmente en este día de gracia, con el Niño Jesús en brazos, los invito a que le permitan a Jesús que nazca en sus corazones. Solamente con Jesús en el corazón, pueden emprender el camino de la salvación y de la vida eterna. Gracias por haber respondido a mi llamado.

Mensaje del dia 2 de Diciembre de 2009, dado por medio de Mirjana

Queridos hijos, en este tiempo de preparación y de gozosa espera, yo, como Madre, deseo indicarles qué es lo más importante para vuestra alma. ¿Puede mi Hijo nacer en ella? ¿Está por el amor purificada de mentiras, soberbia, odio y maldad? ¿Ama vuestra alma por encima de todo a Dios como Padre y al hermano en Cristo? Yo les indico el camino que elevará vuestra alma a la completa unión con mi Hijo. Deseo que mi Hijo nazca en vosotros. ¡Qué alegría sería para mí, Madre! Gracias.

visite el sitio de los mensajeros de la reina de la Paz en el siguiente link www.mensajerosdelareinadelapaz.org

Yo necesito de ustedes.
Los llamo y les pido vuestra ayuda. Reconcìliense con ustedes mismos, con Dios y con vuestro pròjimo, después, ayùdenme. Conviertan a los incrédulos.
Enjugen las làgrimas de mi rostro

La unión con María ofrece a los más pobres los frutos de la unión mística que sólo encontramos en las séptimas moradas: la infancia espiritual, la intimidad con la vida trinitaria, el deseo intenso de sufrir en unión con la pasión redentora de Cristo, el total abandono a la voluntad de Dios y gracias de intimidad casi constantes.

Tradicionalmente la vida de unión con María, unida a Dios, se manifiesta como una luz que Dios concede al final de la noche del espíritu, como un grado suplementario y más íntimo de la unión.

Por la consagración al Corazón Inmaculado de María, el más sencillo de hijos de la Virgen goza de las ternuras y de los auxilios reservados habitualmente al novio o al esposo.

Consagrar y sacrificar significan etimológicamente lo mismo: hacer sagrado por medio de una ofrenda a Dios. La finalidad de la consagración es la de sacrificarse totalmente por amor, pero en el Corazón de María, esto es, de la manera más dulce y tierna.

Todo aquello que no podemos cargar nosotros mismos se lo ofrecemos a ella, para que al igual que en el sacrificio de la Misa, por la consagración, el amargo pan de la miseria se convierta en dulce pan de ángeles. Cuando se comprende este principio redentor, concebido por la Sabiduría divina, se tiene ansias de colaborar con la Virgen en la consagración de sí mismo y del mundo como lo ha hecho de manera tan explícita Juan Pablo II al retirarse de Czestochowa:

«Madre de la Iglesia, nuevamente me consagro a ti, a tu maternal esclavitud de amor: ¡Totus tuus! ¡Soy todo tuyo! ¡Te consagro toda la Iglesia, donde quiera que esté, hasta las extremidades de la tierra! Te consagro la humanidad; te consagro todos los seres humanos, mis hermanos; todos los pueblos y todas las naciones. Te consagro Europa y todos los continentes. Te consagro Roma y Polonia unidas a través de tu servidor por un nuevo lazo de amor, ¡Oh Madre, dígnate aceptar esta consagración! ¡Oh Madre, no nos abandones! ¡Oh Madre, guíanos!»

La palabra de Jesús debe interpelarnos de una manera imperiosa: al final de los tiempos el amor de un gran número se enfriará (Mt 24,12). La finalidad de la consagración es que seamos capaces, entregándonos al Corazón de María, de llegar a amar con un amor divino.

Además de la Biblia y el Catecismo de la Iglesia Católica, los dos libros indispensables para la formación de un cristiano para los tiempos que se avecinan, son, sin ninguna duda, el Tratado de la verdadera devoción a María de san Luis María Grignion de Montfort (que será citado en el retiro bajo las siglas VD o SM para el Secreto de María), e Historia de un Alma de santa Teresita del Niño Jesús, proclamada doctora de la Iglesia el 19 de octubre de 1979. Teresita viene a completar las enseñanzas de Grignion de Montfort mostrando que el caminito por el cual triunfa la misericordia forma parte del secreto de Dios para los últimos tiempos.

Para información sobre el libro, ver  en Material de Difusión la sección Libros

Para información sobre el Retiro de Consagración, puede escribirse a:

cmariareina@mensajerosdelareinadelapaz.org

para mas informacion acerca de la comunion de Maria

hacer click aquí

oremos

Soy todo tuyo María

Virgen María, Madre mía, me consagro a ti

y confío en tus manos toda mi existencia.

Acepta mi pasado con todo lo que fue.

Acepta mi presente con todo lo que es.

Acepta mi futuro con todo lo que será.

Con esta total consagración te confío cuanto tengo y cuanto soy,

todo lo que he recibido de Dios.

Te confío mi inteligencia, mi voluntad, mi corazón.

Deposito en tus manos mi libertad, mis ansias y mis temores,

mis esperanzas y mis deseos, mis tristezas y mis alegrías.

Custodia mi vida y todos mis actos

para que le sea más fiel al Señor

y con tu ayuda alcance la salvación.

Te confío ¡Oh María! mi cuerpo y mis sentidos

para que se conserven puros y me ayuden en el ejercicio de las virtudes.

Te confío mi alma

para que tú la preserves del mal.

Hazme partícipe de una santidad igual a la tuya;

hazme conforme a Cristo, ideal de mi vida.

Te confío mi entusiasmo y el ardor de mi juventud,

para que tú me ayudes a no envejecer en la fe.

Te confío mi capacidad y deseos de amar;

enséñame y ayúdame a amar como tú has amado

y como Jesús quiere que se ame.

Te confío mis incertidumbres y angustias

para que en tu corazón yo encuentre seguridad,

sostén y luz en cada instante de mi vida.

Con esta consagración me comprometo a imitar tu vida.

Acepto las renuncias y sacrificios que esta elección comporta

y te prometo, con la gracia de Dios y con tu ayuda,

ser fiel al compromiso asumido.

¡Oh María!, soberana de mi vida y de mi conducta,

dispón de mí y de todo lo que me pertenece,

para que camine siempre junto al Señor bajo tu mirada de Madre.

¡Oh María! Soy todo tuyo

y todo lo que poseo te pertenece ahora y siempre. ¡Amén!

Súplica a Dios

La Sma. Virgen le dictó la siguiente oración a Jelena el 22/6/85, aconsejándole que la recitasen en su grupo de oración:

Oh, Dios, nuestro corazón está en profunda oscuridad,

a pesar de nuestra unión a tu Corazón.

Nuestro corazón se debate entre Vos y satanás.

¡No permitas que eso ocurra!

Todas las veces que el corazón está dividido

entre el bien y el mal,

que sea iluminado por tu luz

y que reencuentre la unidad.

No permitas nunca

que en nosotros haya dos amores,

que puedan en nosotros coexistir dos creencias.

Que nunca cohabiten en nosotros

la mentira y la sinceridad,

el amor y el odio,

la honestidad y la deshonestidad,

la humildad y el orgullo.

Ayúdanos, en cambio,

para que nuestro corazón se eleve hacia Vos, como el de un niño.

Haz, Señor, que nuestro corazón esté radiante de paz

y que de ella tenga siempre nostalgia.

Haz que puedan habitar en nosotros

tu santa voluntad y tu amor.

Que deseemos, al menos algunas veces, ser tus hijos.

Y cuando, Oh Señor, deseemos ser tus hijos,

acuérdate de nuestros pasados deseos

y ayúdanos a nuevamente acogerte.

Te abrimos nuestros corazones

para que viva en nosotros tu santo amor.

Te abrimos nuestras almas

para que sean tocadas por tu santa misericordia,

que nos ayudará a ver claramente todos los pecados,

y nos hará comprender

que es el pecado el que nos hace impuros.

Deseamos, Dios, ser tus hijos

humildes y devotos,

para poder volvernos

tus hijos amados y sinceros,

así como el Padre quiere de nosotros.

Jesús, hermano nuestro, ¡ayúdanos!

a que obtengamos del Padre su bondad

y a que seamos buenos hacia Él.

Ayúdanos, Oh Jesús,

a comprender bien lo que Dios nos da,

porque a veces renunciamos a hacer

una buena acción, casi como si fuese un mal para nosotros.

Recuerda estas consideraciones acerca de la oracion;

El primer requerimiento de la oración es el silencio. Las personas de oración son personas de silencio.
La oración no es pedir. La oración es ponerse uno mismo en las manos de Dios, a disposición suya, y escuchar Su voz en la profundidad de nuestros corazón.

Hay mucha gente que, para no orar, utilizan la excusa de que la vida es tan agitada que las aparta de la oración. Esto no puede ser. La oración no necesita que interrumpamos nuestro trabajo sino que continuemos trabajando como si fuera una oración. No es necesario estar siempre meditando, ni conscientemente experimentar la sensación de que estamos hablando con Dios, no importa cuán bello esto pueda ser. Lo que importa es estar con Él, vivir con Él, en Su voluntad. Amar con un corazón puro, amar a todos, especialmente amar al pobre, es oración de 24 horas al día.
La oración hace más grande a tu corazón, hasta que es capaz de contener el don de Dios mismo.

De la Madre Teresa de Calcuta: “Con mis propias palabras”.